El extra?¨ªsimo caso Macri
El presidente sorte¨® con ¨¦xito su primera prueba electoral despu¨¦s de haber llegado al poder y con m¨¢s votos que hace dos a?os
La Argentina ha vivido en estos ¨²ltimos 18 meses un experimento pol¨ªtico sumamente ex¨®tico. Asumi¨® un nuevo Gobierno. La mayor¨ªa de las medidas que tom¨® ha tenido, como m¨ªnimo en el corto plazo, efectos da?inos sobre el nivel de vida de la sociedad. La brusca devaluaci¨®n con la que arranc¨® produjo un salto inflacionario sin suficiente compensaci¨®n salarial, al menos hasta el d¨ªa de hoy. Eso redujo dr¨¢sticamente el consumo, con lo cual se resintieron tambi¨¦n los niveles de actividad y empleo. Para colmo, a todo eso le agreg¨® un brusco aumento del precio de la electricidad, del combustible, del transporte, del gas. Y el costo de vida se fue a las nubes.
La teor¨ªa pol¨ªtica tradicional sostiene que si un Gobierno toma esa bater¨ªa de medidas deber¨ªa pagar costos pol¨ªticos de alguna magnitud. El pueblo saldr¨ªa a las calles a protestar, primero. Y luego lo pasar¨ªa por encima en la primera elecci¨®n disponible.
Sin embargo, el domingo pasado, el presidente Mauricio Macri sorte¨® con ¨¦xito su primer test electoral despu¨¦s de haber llegado al poder. La vida te da sorpresas: ocurri¨® exactamente lo contrario al infierno tan temido. Macri obtuvo m¨¢s votos aun que hace dos a?os. Es cierto que su apoyo no incluye a la mayor¨ªa de la poblaci¨®n: supera apenas el 36%. Pero enfrenta a una oposici¨®n atomizada y sin liderazgos claros, y logr¨® vencer incluso en territorios inexpugnables, controlados desde hace d¨¦cadas por clanes familiares o caudillos eternos. El panorama aparece ahora tan favorable a ¨¦l que empieza a hablarse seriamente de la posibilidad de que sea reelecto de aqu¨ª a dos a?os.
Macri es un personaje rar¨ªsimo para la historia pol¨ªtica argentina. Es el primer presidente surgido de las familias m¨¢s ricas del pa¨ªs, desde Marcelo Torcuato de Alvear, o sea, desde 1922, casi un siglo. Es el primer presidente de la historia democr¨¢tica que proviene de uno de los grupos econ¨®micos m¨¢s concentrados. Es el primero que fue presidente de un club de f¨²tbol, el primero que no pertenece a un partido tradicional, que no es radical ni peronista, el primero de centro derecha que llega por v¨ªa democr¨¢tica, el primer ingeniero. Si todo marcha como hasta ahora, y no hay motivos para afirmar lo contrario, ser¨¢ el primer presidente democr¨¢tico no peronista que termine su mandato con normalidad... ?desde 1928!
Naturalmente, hay distintas especulaciones sobre las razones profundas que explican esta excepcionalidad. La ca¨ªda en el nivel de vida es un hecho indiscutible. Pero, al mismo tiempo, hay diferentes puntos de vista acerca de qui¨¦n tiene la culpa de la situaci¨®n actual y en qu¨¦ proporci¨®n: si el Gobierno anterior o el actual. Adem¨¢s, tambi¨¦n se discute qui¨¦n est¨¢ m¨¢s capacitado para solucionar los problemas. Con lo cual, al menos por ahora, hay un sector muy importante de la sociedad que respalda a Macri: porque cree que recibi¨® una pesada herencia, porque no quiere volver a los tiempos de Cristina Kirchner o porque considera que Macri conduce una transici¨®n dolorosa hacia tiempos mejores.
?Cu¨¢nto durar¨¢ ese respaldo?
Nadie lo sabe.
Pero, por ahora, se mantuvo pese a que su periodo de Gobierno ha sido muy duro.
El Gobierno intentar¨¢ demostrar ahora que el paso por el desierto ha sido necesario y es hora de cosecha. La argentina es una sociedad con una alt¨ªsima proporci¨®n de pobres, cerca de un 30%, y con serios problemas de d¨¦ficit fiscal que se financia con un endeudamiento que crece a paso redoblado. El Gobierno cree que cada a?o la econom¨ªa crecer¨¢ un poco m¨¢s, el d¨¦ficit caer¨¢ y la inflaci¨®n bajar¨¢, en un c¨ªrculo virtuoso que se ir¨¢ acelerando a medida que pasen los meses. Sus cr¨ªticos m¨¢s pesimistas opinan que los niveles de endeudamiento y d¨¦ficit empujar¨¢n al pa¨ªs a una nueva crisis sin retorno: cada vez se necesitar¨¢ m¨¢s endeudamiento, los intereses incrementar¨¢n el d¨¦ficit, habr¨¢ m¨¢s necesidad de financiarlo, hasta que los capitales huyan despavoridos y todo explote por el aire.
Se trata de la Argentina: basta mirar la historia para concluir sobre qui¨¦n tiene m¨¢s posibilidades de acertar el pron¨®stico. Contra ese fatalismo, deben competir todos los gobiernos.
En uno u otro caso, Macri ha conseguido este ¨²ltimo fin de semana mayores m¨¢rgenes de maniobra. Como m¨ªnimo, la mecha del barril de p¨®lvora sobre el que est¨¢ sentado, se ha alargado. Como m¨¢ximo, tendr¨¢ tiempo para poder apagarla a tiempo.
"Empezaron los mejores veinte a?os de la historia argentina", celebr¨® el domingo. Es muy curioso lo que puede llegar a decir una persona, cuando est¨¢ embriagada de felicidad.
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