Mike Pence apuesta por una ¡°soluci¨®n pac¨ªfica¡± en Venezuela
El vicepresidente defiende la presi¨®n regional al chavismo y no menciona la "opci¨®n militar" con la que especul¨® Trump
El vicepresidente Mike Pence, el cerebro fr¨ªo y pragm¨¢tico de la Casa Blanca, viaj¨® este mi¨¦rcoles a Miami para recalcar ante el exilio venezolano el compromiso del Gobierno de EE UU con la b¨²squeda de una salida al descalabro institucional y econ¨®mico de Venezuela. "Trabajando junto a nuestros aliados de Latinoam¨¦rica lograremos una salida pac¨ªfica para la crisis", dijo. Pence no mencion¨® la "opci¨®n militar" con la que especul¨® el presidente Donald Trump el pasado 11 de agosto.
El acto se celebr¨® en la iglesia de Nuestra Se?ora de Guadalupe en Doral, un municipio del Miami metropolitano que acoge a decenas de miles de venezolanos, entre ellos multitud de activistas y de organizaciones de exiliados. Precedido por los congresistas republicanos de origen cubano Mario D¨ªaz-Balart y Marco Rubio ¨Cque calific¨® al chavista Diosdado Cabello de "Pablo Escobar de Venezuela"¨C y con un enorme Cristo crucificado a sus espaldas, Pence, un riguroso evang¨¦lico del Medio Oeste americano, dijo a un p¨²blico que lo ovacion¨®: "El presidente me mand¨® aqu¨ª con un mensaje muy sencillo para el pueblo venezolano: estaremos con ustedes hasta la restauraci¨®n de la democracia en Venezuela", y a?adi¨®: "No vamos a mirar a otro lado mientras su pa¨ªs se desmorona".
Pence estaba reci¨¦n llegado de su primera gira latinoamericana, que lo llev¨® la semana pasada por Colombia, Argentina, Chile y Panam¨¢. En cada capital repiti¨® a los sucesivos mandatarios la voluntad de Washington de contribuir a la prosperidad en la regi¨®n con base en la seguridad, el libre comercio y la democracia; y a buen seguro recibi¨® de sus hom¨®logos el consejo de que nada puede resultar tan contraproducente para ayudar a Venezuela como la ret¨®rica belicista con la que juguete¨® Trump.
En Miami, Pence adopt¨® un discurso de n¨ªtida identificaci¨®n con el antichavismo, calificando de "tiran¨ªa" al Gobierno de Nicol¨¢s Maduro, pero se mantuvo contenido y recalc¨® que Washington priorizar¨¢ consensuar su pol¨ªtica venezolana con los pa¨ªses de la regi¨®n. Ni rastro de pulsiones militares.
Frente a los instintos duros de algunos de los halcones que integran el Consejo de Seguridad Nacional de Trump, al que esta misma semana convencieron de reforzar el despliegue militar en Afganist¨¢n, el vicepresidente se ha alineado con el enfoque diplom¨¢tico ¨Csanciones y di¨¢logo¨C que se preconiza desde la canciller¨ªa, el Departamento de Estado dirigido por el directivo expetrolero Rex Tillerson.
Si bien hab¨ªa rumores de que Pence podr¨ªa anunciar m¨¢s sanciones a Caracas, no hubo tal cosa, aunque no se descarta que en los pr¨®ximos d¨ªas haya novedades desde la Casa Blanca. El vicepresidente no pas¨® de anunciar la llegada de otro paquete de sanciones: "Vienen m¨¢s".
Entre los venezolanos que atestaron las bancas de la iglesia cund¨ªa la ilusi¨®n por verse arropados por el n¨²mero dos de la Casa Blanca. El pol¨ªtico exiliado Carlos Vecchio llam¨® a EE UU a "expandir las sanciones indivuduales hasta llegar a los testaferros" de los jerarcas chavistas y propuso que se bloquee la emisi¨®n de deuda del Estado venezolano. La organizaci¨®n Venezolanos Perseguidos Pol¨ªticos en el Exilio reclam¨® "un alivio migratorio" para los m¨¢s de 100.000 venezolanos en el limbo en EE UU, indocumentados o a la espera de que se resuelva su petici¨®n de asilo. Este grupo propuso que Washington deje de comprar petr¨®leo a Venezuela para secar las finanzas del r¨¦gimen.
Mientras se espera por nuevas medidas, la ansiedad castiga los venezolanos en el exilio. "Hay mucho discurso pero las acciones se retrasan", dijo Francisco Sans, de 64 a?os. Jasm¨ªn S¨¢nchez, de 47, urg¨ªa a que hubiese "asistencia militar de EE UU para poner orden en la Venezuela comunista". Aurelina Romero, de 50, se limitaba a suspirar "porque a mi gente le llegue al menos ayuda humanitaria".
Al cierre de su discurso, el vicepresidente Pence convoc¨® a una oraci¨®n y exclam¨® en el altar de la iglesia del exilio antichavista: "Donde est¨¢ el esp¨ªritu del Se?or, est¨¢ la libertad".
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