Las FARC inician el congreso para crear su partido pol¨ªtico

M¨¢s de un millar de excombatientes de las FARC pasar¨¢n una semana en Bogot¨¢. Lo har¨¢n sin armas, sin esconderse. La que hasta el 15 de agosto fuera la guerrilla m¨¢s antigua de Am¨¦rica Latina se re¨²ne en la capital de Colombia para celebrar el Congreso del que saldr¨¢ convertida en un partido pol¨ªtico. ¡°M¨¢s de uno se va a asustar¡±, dice en tono de broma Iv¨¢n M¨¢rquez, el n¨²mero dos de la formaci¨®n. Nunca, en el m¨¢s de medio siglo que ha durado el enfrentamiento armado entre la ya exinsurgencia y el Estado, tantos farianos hab¨ªan pisado esta ciudad.

Del 27 al 31 de agosto, un delegado por cada 20 exguerrilleros debatir¨¢ los estatutos del partido, el tipo de organizaci¨®n, los representantes, los principios que defender¨¢n y el nombre con el que se presentar¨¢n a las elecciones presidenciales de agosto de 2018. Rodrigo Londo?o, alias Timochenko, liderar¨¢ el Congreso con el Estado Mayor, el m¨¢ximo ¨®rgano de la formaci¨®n. El l¨ªder de las FARC lleg¨® a Bogot¨¢ el pasado 21 de agosto desde Cuba donde se recuperaba de una isquemia cerebral que sufri¨® en marzo.

Hasta el momento, los altos mandos de las FARC se han limitado a publicar en sus cuentas de Twitter algunos de los lemas que formar¨¢n parte del programa con el que construir¨¢n lo que denominan la Nueva Colombia: protecci¨®n del medio ambiente, luchar contra la desigualdad, el di¨¢logo como instrumento pol¨ªtico, apoyo a la clase trabajadora y la convergencia y la unidad en torno a los acuerdos pactados durante casi cuatro a?os en La Habana. ¡°Se requiere modernizar un Estado pseudofeudal¡±, asegura Pastor Alape, miembro del Secretariado. El partido que surja de este evento buscar¨¢ una amplia coalici¨®n que ¡°rebase las lindes de la izquierda¡±, en palabras del comandante. ¡°Nuestro marco es la democracia liberal¡±.

El nombre del movimiento ser¨¢ clave para su pulso en las urnas. El pasado 15 de agosto, cuando se cerr¨® el ¨²ltimo contenedor de la ONU con las armas de las FARC, Iv¨¢n M¨¢rquez anunci¨® que la denominaci¨®n elegida ser¨ªa Fuerza Alternativa Revolucionaria de Colombia. ¡°Siento que una mayor¨ªa quiere mantener las siglas¡±, dijo dos semanas antes de que esa mayor¨ªa se sentara en un congreso. Pocos d¨ªas despu¨¦s, Londo?o abri¨® una encuesta en Twitter para sondear otras opciones: Nueva Colombia, FARC-EP, Esperanza del Pueblo y Nuevo Partido.

¡°Mantener las siglas es la respuesta a un proceso hist¨®rico de lucha campesina que se quiere respetar¡±, opina Enrique Santiago, asesor jur¨ªdico de las FARC y miembro de Izquierda Unida. ¡°Cambiarlas ser¨ªa abrirse a una nueva etapa que represente mucho m¨¢s que la lucha armada¡±. Para Medina Gallego, de la Universidad Nacional, ser¨ªa un desacierto comunicativo mantener la misma denominaci¨®n: ¡°Tienen que ganarse el electorado, ser incluyentes y tratar de desmarcarse de ese pasado que tanto da?o caus¨®. En las zonas rurales les puede ir mejor porque tienen unas bases sociales ganadas, pero en las ciudades la aceptaci¨®n podr¨ªa ser m¨¢s dif¨ªcil¡±.

Las FARC realizar¨¢n un tr¨¢nsito hacia la vida pol¨ªtica que ya hizo en Colombia el grupo guerrillero M-19 despu¨¦s de desmovilizarse en 1990. En la regi¨®n tienen los ejemplos del Frente Farabundo Mart¨ª para la Liberaci¨®n Nacional de Salvador en 1994 y la coalici¨®n que dio lugar a la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca en los ochenta.

Representaci¨®n parlamentaria asegurada

En la Corte Constitucional se establecen las reglas bajo las cuales las FARC har¨¢n pol¨ªtica. El acto legislativo que se pact¨® en La Habana para que el movimiento, una vez dejara las armas, incursionara en ese escenario, est¨¢ en manos de los magistrados que deber¨¢n decidir si lo declaran o no constitucional.

Los acuerdos les otorgan cinco cupos fijos en el Senado y el mismo n¨²mero en la C¨¢mara, con la condici¨®n de que participen en la contienda electoral aunque no logren la votaci¨®n m¨ªnima. Desde la Procuradur¨ªa han explicado que son esca?os adicionales a los que existen y que en nada afectan la participaci¨®n de candidatos de otros partidos pol¨ªticos. El ¨®rgano de investigaci¨®n a los funcionarios alega tambi¨¦n que no es una figura extra?a en el sistema pol¨ªtico colombiano porque hab¨ªa sido prevista en un art¨ªculo transitorio de la Constituci¨®n de 1991.

El alto comisionado de paz, Rodrigo Rivera, ha defendido la propuesta reiterando que son medidas transitorias y excepcionales que se aplicar¨¢n m¨¢ximo hasta 2026. Rafael Pardo, alto consejero para el Posconflicto, argumenta que los controles y prohibiciones establecidos para los otros partidos ser¨¢n aplicables de la misma forma para el movimiento de las FARC. No habr¨¢ privilegios.

¡°Lo ideal para que entren con mayor legitimidad ante sus pares en el Congreso y ante la ciudadan¨ªa es que lo hagan gracias a los votos y no tengan que acudir a esa figura de esca?os gratis que les otorga el acuerdo", razona Carlos Medina Gallego del Centro de pensamiento y seguimiento al proceso de paz de la Universidad Nacional.

El pacto de La Habana, adem¨¢s, deja abierta la posibilidad de que haya simultaneidad entre la participaci¨®n pol¨ªtica y el cumplimiento de penas. Ninguna sanci¨®n impuesta a los guerrilleros por la Justicia Especial para la Paz (JEP) generar¨¢ inhabilitaci¨®n. ¡°El proceso con la justicia debi¨® estar antes que la idea de hacer pol¨ªtica. ?Qu¨¦ pasa si resulta elegido y despu¨¦s recibe una condena? Los electores deben tener la posibilidad de saber por qui¨¦n est¨¢n votando, conocer por qu¨¦ delitos los juzgaron y si pagaron por ello¡±, cuestiona Frederic Mass¨¦, experto en conflicto armado y director del Centro de investigaciones de la Universidad Externado.