Macron flexibilizar¨¢ el despido y la contrataci¨®n para reducir el paro
La reforma del mercado del empleo es la primera gran prueba de un presidente que quiere transformar Francia
Emmanuel Macron dio este jueves el primer paso en su esfuerzo por "liberar las energ¨ªas" de Francia y "renovar profundamente" su modelo social. El Gobierno franc¨¦s present¨® una reforma laboral que flexibilizar¨¢ la contrataci¨®n y el despido con el objetivo de atraer nuevas inversiones y reducir un desempleo cr¨®nico. La reforma pondr¨¢ a prueba la capacidad del nuevo presidente para imponer su programa ambicioso para transformar la sexta econom¨ªa mundial. Tambi¨¦n servir¨¢ para medir el descontento en la calle. El Consejo de ministros adoptar¨¢ los cinco textos de la reforma antes del final de septiembre y en las semanas siguientes el Parlamento los debe ratificar.
Macron gan¨® las elecciones presidenciales del pasado mayo con la promesa de reformar el mercado laboral. Un mes despu¨¦s, su partido, La Rep¨²blica en marcha, obtuvo una mayor¨ªa amplia en las elecciones legislativas que le da manos libres para gobernar. Tras un verano de conversaciones con sindicatos y patronal, y con el presidente a la baja en los sondeos, llega el momento de la verdad: la hora de la reforma, palabra fetiche en un pa¨ªs que, como dec¨ªa el fil¨®sofo Raymond Aron, "de vez en cuando hace una revoluci¨®n pero nunca reformas". Quiz¨¢ por eso Macron dijo hace unos d¨ªas que "los franceses odian las reformas", y titul¨® su libro program¨¢tico Revoluci¨®n.
La reforma ¡ªporque es una reforma, no una revoluci¨®n¡ª fija un techo para las indemnizaciones por despido improcedente, que hasta ahora se decid¨ªan, con amplia discrecionalidad, en el organismo de arbitraje laboral.
Un baremo establece la correspondencia entre los a?os trabajados y los meses de salario cobrados. Para una persona que haya trabajado hasta diez a?os y haya sido despedida de forma improcedente, la indemnizaci¨®n m¨¢xima corresponden aproximadamente a un mes de salario por a?o trabajado. Entre los diez y los treinta a?os, el c¨®mputo de la indemnizaci¨®n ser¨¢ de medio mes m¨¢s por cada a?o trabajado, con un tope de veinte meses.
El cambio, seg¨²n el Gobierno, animar¨¢ a los empresarios a contratar. Se trata de romper un sistema que, seg¨²n explica Macron en una entrevista con Le Point, "protege muy bien a los insiders [los que est¨¢n dentro del sistema], a los que se benefician de un contrato estable, pero al precio de la exclusi¨®n completa de los otros, los m¨¢s j¨®venes, los menos cualificados".
Como contrapartida, las indemnizaciones por despidos legales ¡ªes decir, no improcedentes¡ª aumentan un 25%.
La reforma da margen a patrones y trabajadores para negociar acuerdos en el ¨¢mbito de las empresas en cuestiones como el tiempo de trabajo o la remuneraci¨®n. La idea es descentralizar, acercar al terreno las negociaciones laborales, y permitir la adaptaci¨®n a los vaivenes de la coyuntura.
Francia facilitar¨¢ a los inversores extranjeros los despidos cuando estos pasen por dificultades econ¨®micas, una medida destinada a atraer a las empresas multinacionales. Hasta ahora las autoridades francesas deb¨ªan tener en cuenta la situaci¨®n de la empresa en todos los pa¨ªses donde operaba; ahora bastar¨¢ con que las cosas le vayan mal en Francia.
Otras medida clave son la fusi¨®n en una sola las m¨²ltiples instancias en las que hoy est¨¢n representados los trabajadores de una empresa, y la posibilidad de negociar en las empresas de menos de 50 trabajadores sin pasar por los sindicatos y esquivando los acuerdos sectoriales.
"Nuestro objetivo es simple: favorecer la creaci¨®n de empleo aportando mucha m¨¢s seguridad y visibilidad a los jefes de empresa en la decisi¨®n de contratar, y m¨¢s garant¨ªas a los asalariados", dijo el primer ministro ?douard Philippe al presentar las propuestas. Para Pierre Gattaz, el jefe del Medef, la patronal francesa, el proyecto puede "hacer volver la confianza y hacer volver, a fin de cuentas, el empleo".
Con sus 3.334 p¨¢ginas y sus cubiertas rojas, el C¨®digo Laboral, que desde 1910 integra las leyes que regulan el mundo del trabajo, es una especie de Biblia civil del modelo social franc¨¦s. Cualquier modificaci¨®n sustancial es arriesgada.
"Se han confirmado todos nuestros temores. Esto es el fin del contrato laboral", dijo Philippe Martinez, jefe del sindicato CGT.
Por separado, las propuestas son t¨¦cnicas, y es discutible que la reforma en su conjunto vaya a ser el electrochoque neoliberal que denuncian algunos de sus cr¨ªticos. Pero en su conjunto representa el inicio de un giro de Francia, uno de los pa¨ªses con leyes laborales m¨¢s r¨ªgidas en el mundo desarrollado, hacia los principios de la llamada flexiseguridad, la combinaci¨®n de flexibilidad para las empresas y seguridad para los trabajadores. La flexiseguridad aplicada en Escandinavia en los a?os noventa, la tercera v¨ªa de Tony Blair, o la Agenda 2010 de Gerhard Schr?der en Alemania, est¨¢n m¨¢s cerca del modelo de Macron que las recetas Margaret Thatcher en el Reino Unido.
No se entiende el alcance de la reforma laboral sin tener en cuenta que es el primer cap¨ªtulo de una serie de reformas, que incluir¨¢n el seguro de desempleo y la formaci¨®n profesional.
Con una tasa de paro en Francia del 9,5% y un nivel de d¨¦ficit que lleva una d¨¦cada vulnerando las normas europeas, Macron cree que es urgente poner en marcha las reformas para recobrar la credibilidad ante los socios de la UE, en particular Alemania.
Por ahora, la oposici¨®n a la reforma laboral de Macron parece menor a la que afront¨® la ¨²ltima reforma, bajo el presidente de Fran?ois Hollande. El 12 de septiembre la CGT participar¨¢ en una "jornada de acci¨®n y huelga", y el 23 de septiembre ser¨¢ el partido de izquierda La Francia Insumisa, el que se manifestar¨¢. Su l¨ªder, Jean-Luc M¨¦lenchon, califica la reforma de "golpe de estado social". Pero es llamativo que ni CFDT ni Fuerza Obrera ¡ªlos principales sindicatos, junto a la CGT¡ª vayan a sumarse a la protesta. No se antoja f¨¢cil movilizar a decenas de miles de personas y paralizar un pa¨ªs con cuestiones aparentemente t¨¦cnicas como el baremo de las indemnizaciones o las instancias de representaci¨®n laboral.
El 22 de septiembre las ordenanzas ¡ªel nombre que reciben estos textos, una v¨ªa expr¨¦s legislativa que elude el farragoso proceso de debates y enmiendas parlamentarias¡ª se adoptar¨¢n en el Consejo de Ministros, y unos d¨ªas despu¨¦s entrar¨¢n en vigor. Requerir¨¢n el voto posterior del Parlamento, donde Macron dispone de una mayor¨ªa c¨®moda, para convertirse en ley.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.