La ¨²ltima esperanza de las v¨ªctimas sin papeles de Harvey
Los inmigrantes indocumentados que han perdido todo en la inundaci¨®n pueden recibir dinero del Gobierno de Trump si tienen un hijo ciudadano
La lluvia de Harvey segu¨ªa cayendo en Houston y cientos de miles de personas abandonaban sus casas el pasado mi¨¦rcoles cuando el alcalde de la ciudad, Sylvester Turner, se acord¨® de sus vecinos m¨¢s vulnerables: ¡°Me da igual qui¨¦n seas, me da igual cu¨¢l sea tu situaci¨®n migratoria. No quiero que corras el riesgo de perder la vida porque est¨¢s preocupado por la ley SB4¡±. Despu¨¦s tuite¨®: ¡°No vamos a pedir documentos ni estatus migratorio en ning¨²n albergue¡±, en espa?ol.
La ley SB4 de Texas era la principal conversaci¨®n del estado en los d¨ªas previos al hurac¨¢n Harvey. Aprobada por el gobernador Greg Abbott el pasado mayo, deb¨ªa entrar en vigor el viernes, 1 de septiembre. La ley es pol¨¦mica porque b¨¢sicamente hace realidad los sue?os del presidente Donald Trump y el fiscal general Jeff Sessions: obliga a todas las polic¨ªas locales a colaborar con la polic¨ªa federal de inmigraci¨®n y proh¨ªbe las ciudades santuario, en las que la polic¨ªa no hace trabajo de inmigraci¨®n ni colabora con el Gobierno. La ley fue paralizada cautelarmente por un juez federal 24 horas antes de entrar en vigor, mientras se decide si es constitucional.
Pero la virulencia con la que Abbott se ha entregado a poner en pr¨¢ctica las pol¨ªticas de Trump ha aterrorizado a los indocumentados de Texas y le ha enfrentado a casi todas las grandes ciudades. Houston es ciudad santuario, como casi todas las grandes ciudades de EE UU. Se calcula que viven en el ¨¢rea de Houston casi 600.000 indocumentados, la tercera mayor poblaci¨®n despu¨¦s de Nueva York y Los ?ngeles.
En esta ciudad se ha producido la mayor inundaci¨®n de la historia de EE UU. Y el agua no ha discriminado a nadie. Hay barrios de mansiones sumergidos como colonias de apartamentos humildes. La posibilidad de que alguien no pida ayuda o no quiera salir de su casa por miedo a la polic¨ªa alarm¨® a las autoridades locales. ¡°Si alguien viene necesitando ayuda y por alguna raz¨®n alguien trata de deportarlo, le defender¨¦ yo mismo¡±, lleg¨® a decir Turner, dem¨®crata, como los alcaldes de casi todas las ciudades grandes de Texas.
La ayuda no es solamente poder pasar la noche en un refugio. Los indocumentados van a necesitar ayuda a largo plazo, como todos los vecinos afectados. Y ah¨ª tienen un resquicio legal por el que meterse.
El pasado viernes, tres mujeres hac¨ªan cola junto a cientos de personas en el mega refugio del Centro de Convenciones de Houston para ser atendidas por agentes de la Agencia Federal de Emergencias (FEMA) y presentar su reclamaci¨®n de ayuda financiera. Las tres eran indocumentadas. Las convenci¨® para ir una de ellas, Natalie God¨ªnez, guerrerense, que ha decidido dedicar toda la semana a animar a la gente a que no tenga miedo y se presente a las autoridades para lograr recomponer sus vidas. ¡°La gente tiene miedo, pero poco a poco vamos corriendo la voz¡±. Hasta el s¨¢bado hab¨ªa logrado llevar a 13 familias, solo a trav¨¦s de mensajes en su cuenta de Facebook.
God¨ªnez no se vio afectada por Harvey, estaba all¨ª solo para ayudar, pero Ailyn Alvarado, ha perdido todo lo que ten¨ªa. Hondure?a de 33 a?os, la noche del s¨¢bado decidi¨® abandonar su casa en el sureste de Houston cuando vio el agua entrar por la puerta. Calcula que el valor de todo lo que ten¨ªa en su casa ser¨ªan 10.000 d¨®lares. Dej¨® atr¨¢s su coche. El restaurante donde trabaja est¨¢ inundado. Tiene dos hijos, de 11 a?os y 18 meses, con los que sali¨® en plena noche con el agua por la cintura. Llevaba 14 a?os construyendo un hogar en Houston y de un d¨ªa para otro no puede comprar a sus hijos ni comida ni pa?ales. Y adem¨¢s, el miedo de que acudir a las autoridades pueda terminar en una deportaci¨®n de vuelta a Honduras.
Alvarado pidi¨® ayuda a FEMA el viernes y le dieron un n¨²mero de reclamaci¨®n como a cualquiera. El Gobierno evaluar¨¢ su caso y le dar¨¢ la ayuda financiera, el dinero que Trump le ha pedido al Congreso. Nadie le pregunt¨® si est¨¢ legal en el pa¨ªs. ¡°Aqu¨ª no preguntamos por la situaci¨®n migratoria de una persona. No hacemos esa pregunta¡±, explica el portavoz de FEMA Leo Skinner. Cualquiera puede ir, explicar su caso y aspirar a una ayuda.
La tabla de salvaci¨®n para estas personas es tener un familiar estadounidense. Normalmente, un hijo nacido en EE UU. Lo ¨²nico que necesita FEMA para canalizar las ayudas es un n¨²mero de Seguridad Social de alguien que viva en la casa. Se pueden poner a nombre del ni?o. Podr¨ªan utilizar un n¨²mero de Seguridad Social falso (algo com¨²n entre los inmigrantes irregulares). Skinner asegura que FEMA no va a hacer la comprobaci¨®n con la agencia. Pero no puede responder por otras ramas del Gobierno federal. Lo que es seguro es que los indocumentados que tengan hijos norteamericanos pueden cobrar ayudas de Trump. ¡°Se puede registrar a nombre de cualquier miembro de la familia¡±, dice Skinner.
¡°En esta situaci¨®n ya no son tan importantes los papeles¡±, dice Natalie God¨ªnez. ¡°Tienes que dar de comer a tus hijos. Adem¨¢s, la gente est¨¢ cansada de esconderse todo el tiempo¡±. God¨ªnez espera que se corra la voz, que nadie que pudiera calificar para recibir dinero en una situaci¨®n as¨ª, y entre una comunidad especialmente vulnerable, se quede sin hacerlo. ¡°Yo soy de Acapulco, de costa de huracanes. Yo pas¨¦ el hurac¨¢n Paulina (1997). Sabemos lo que hay que hacer y no le tenemos miedo. Solo le tenemos miedo a la ley¡±.
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