Obama condena el cese del programa para j¨®venes inmigrantes: ¡°Es cruel y contraproducente¡±

La confirmaci¨®n de que la nueva Administraci¨®n de Donald Trump pone punto final al programa que Barack Obama impuls¨® para proteger de la deportaci¨®n a los inmigrantes que entraron en Estados Unidos siendo ni?os desat¨® este martes la esperada oleada de cr¨ªticas entre el expresidente dem¨®crata, importantes empresas tecnol¨®gicas, como Facebook, instituciones como Harvard e incluso varios legisladores republicanos. La medida implica que unos 800.000 dreamers (en espa?ol, so?adores) pierden una dispensa temporal por la que, pese a su limbo legal, pod¨ªan residir y trabajar durante dos a?os (renovable) en Estados Unidos, el pa¨ªs donde se han criado como cualquier otro ni?o estadounidense.

Obama, que al dejar la Casa Blanca advirti¨® de que saldr¨ªa a defender su programa, conden¨® con dureza la decisi¨®n de su sucesor. ¡°Apuntar a esta gente como objetivo est¨¢ mal porque ellos no han hecho nada malo. Es contraproducente porque quieren abrir negocios, trabajar en nuestros laboratorios, servir en nuestro Ej¨¦rcito y contribuir de otras formas al pa¨ªs al que amamos¡±, dijo en un comunicado. ¡°Y es cruel¡±, continu¨®, ¡°?qu¨¦ pasa si el profesor de Ciencia de nuestro hijo o nuestro vecino querido resulta ser un dreamer? ?D¨®nde los enviamos? ?A un pa¨ªs que a lo mejor no recuerdan o conocen, con un idioma que ni siquiera hablan? ¡°. ¡°Es una cuesti¨®n de decencia¡±, subray¨®.

El dem¨®crata rechaz¨® que la medida de Trump se deba a un imperativo legal, asegur¨® que se trata de una ¡°decisi¨®n pol¨ªtica, una cuesti¨®n moral¡±. El expresidente explic¨® en que, independientemente de las discrepancias de cada uno sobre la inmigraci¨®n, la expulsi¨®n del sistema de este colectivo no servir¨¢ para paliar ning¨²n problema econ¨®mico o social de los nacidos en el pa¨ªs. ¡°Expulsarlos no bajar¨¢ la tasa de paro, ni suavizar¨¢ los impuestos de nadie ni subir¨¢ los sueldos de nadie¡±, insisti¨®.

"Este es un d¨ªa triste para nuestro pa¨ªs. La decisi¨®n de terminar con el DACA [las siglas en ingl¨¦s de este programa] no solo est¨¢ mal. Resulta especialmente cruel ofrecer a los j¨®venes el sue?o americano, animarles a salir de las sombras y confiar en nuestro Gobierno y entonces castigarles por eso", escribi¨® el presidente de Facebook, Mark Zuckerberg.

El plan de Obama, que sali¨® adelante en 2012 como una orden ejecutiva, quedaba? lejos de la barra libre: los candidatos a beneficiarse deb¨ªan haber entrado en el pa¨ªs con menos de 16 a?os y llevar residiendo en ¨¦l desde al menos 2007. Se trata de un colectivo que, en muchos casos, ni siquiera tuvo conciencia de su situaci¨®n irregular hasta hacerse mayor, apenas conoce su pa¨ªs de origen y se siente como un estadounidense m¨¢s. Ahora han perdido la protecci¨®n y, adem¨¢s, figuran en una lista en manos del Gobierno.

El anuncio provoc¨® la dimisi¨®n del presidente de la C¨¢mara de Comercio Hispana de EEUU, Javier Palomarez, de un panel de expertos que bajo el nombre de Consejo de Diversidad asesora al presidente. "Si se deshace de DACA, est¨¢ demostrando que es un mentiroso", hab¨ªa avanzado Palomarez en una entrevista en CNN hace unos d¨ªas, cuando Trump advirti¨® de que tomar¨ªa una decisi¨®n al respecto. Tras ganar las elecciones, el republicano dijo que los dreamers iban a ser tratados con "coraz¨®n".

En manos del Congreso

La presidenta de Harvard, la universidad que en la que se han graduado algunos de estos j¨®venes migrantes, no ha visto coraz¨®n por ninguna parte. Este martes envi¨® una carta dura a los miembros de la instituci¨®n en la que tachaba de "cruel" la pol¨ªtica anunciada por el Departamento de Justicia y prometi¨® batallar contra ella.

Trump est¨¢, de facto, dejando el futuro de estos j¨®venes en manos del Congreso, que tiene un plazo de seis meses para acordar una salida a este colectivo de 800.000 personas, menos del 10% de los aproximadamente 11 millones de inmigrantes indocumentados que se calcula que hay en Estados Unidos. "Nosotros, como estadounidenses, no responsabilizamos legalmente a los ni?os de las acciones de sus padres", dijo el lunes en un comunicado el republicano James Lankford, senador por Oklahoma. "No creo que deba hacer eso", hab¨ªa dicho tambi¨¦n el presidente de la C¨¢mara de Representantes Paul Ryan,

El viernes, una carta firmada por 400 ejecutivos advert¨ªa de que la supresi¨®n del programa podr¨ªa suponer la p¨¦rdida de 460.300 millones de d¨®lares en el PIB y 24.600 millones en los sistemas de Seguridad Social y cobertura sanitaria. Entre los firmantes figuraban el ya citado Zuckerberg, Meg Whitman, de Hewlett-Packard o Mary Barra, de General Motors. "[Los dreamers] son una de las razones por las que seguimos teniendo una ventaja competitiva global", recalcaban.