El Papa pide a los colombianos que huyan de la venganza para alcanzar la paz

Una alfombra roja de 38 metros cruza el Patio de Armas del Palacio de Nari?o de Bogot¨¢. Llega un modesto Chevrolet gris y baja el Papa Francisco. Suena la orquesta, el himno nacional y la canci¨®n Puede Ser. Todo tiene que ver ahora con la reconciliaci¨®n. Un mont¨®n de ni?os discapacitados se abrazan al Pont¨ªfice que, como siempre, se entretiene con cada uno y hace volar por los aires el protocolo. Queda claro desde la primera l¨ªnea de su discurso ante presidente Juan Manuel Santos que apoyar¨¢ sin fisuras el proyecto de reconciliaci¨®n que sigue a los acuerdos de paz que el pol¨ªtico colombiano impuls¨® hace nueve meses tras cuatro a?os de di¨¢logo con las FARC en La Habana.

Pero primero habl¨® Santos, que en los ¨²ltimos meses ha sufrido las consecuencias de un elevado desgaste por haber llevado hasta el final el proceso de paz con la guerrilla m¨¢s antigua y organizada de Am¨¦rica. El acuerdo puso fin a m¨¢s de medio siglo de conflicto armado. Un rechazo alentado incluso por algunos representantes de la jerarqu¨ªa cat¨®lica ¡ªm¨¢s del 50%, seg¨²n la Fundaci¨®n Paz y Reconciliaci¨®n¡ª que ayer tuvieron que o¨ªr por boca del Papa que no son ¡°t¨¦cnicos o pol¨ªticos sino pastores¡± y que deben implicarse m¨¢s en la reconciliaci¨®n.

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El presidente de Colombia atraviesa un momento pol¨ªtico muy delicado. Cuando faltan nueve meses para las pr¨®ximas elecciones presidenciales de 2018, a¨²n no tiene un sucesor claro. Los opositores a Santos ¡ªencabezados por el expresidente ?lvaro Uribe, a quien ayer debieron pitarle los o¨ªdos¡ª le han reprochado todo este tiempo la tibieza exhibida con la guerrilla y haber renunciado a una justicia implacable con los responsables de tantas muertes a fin de conseguir la paz. Pero el Papa apoy¨® en su discurso esa l¨ªnea de acci¨®n que le ha valido el Nobel a Santos y desliz¨® alguna alusi¨®n dirigida, podr¨ªa interpretarse f¨¢cilmente, a los que han intentado sabotearlo. ¡°Que este esfuerzo nos haga huir de toda tentaci¨®n de venganza y b¨²squeda de intereses s¨®lo particulares y a corto plazo. Cuanto m¨¢s dif¨ªcil es el camino que conduce a la paz y al entendimiento, m¨¢s empe?o hemos de poner en reconocer al otro, en sanar las heridas y construir puentes, en estrechar lazos y ayudarnos mutuamente¡±.

En este momento de soledad en el que se encuentra Santos, Francisco elogi¨® el trabajo llevado a cabo durante los ¨²ltimos meses para instaurar una paz duradera en un pa¨ªs azotado por una tormenta de violencia que devast¨® a las instituciones y al propio Estado. ¡°En el ¨²ltimo a?o ciertamente se ha avanzado de modo particular; los pasos dados hacen crecer la esperanza, en la convicci¨®n de que la b¨²squeda de la paz es un trabajo siempre abierto, una tarea [...] que exige el compromiso de todos[?]¡±.

Muy agradecido por la visita, el presidente de Colombia, un hombre profundamente cat¨®lico, record¨® algunas palabras del Evangelio seg¨²n Mateo que encajaba perfectamente con las tesis que le han costado el ostracismo pol¨ªtico. ¡±No hay que perdonar hasta siete veces, sino hasta 70 veces siete. Hay que celebrar el regreso del hijo pr¨®digo, porque estaba perdido y lo hemos encontrado¡±. Presumi¨® tambi¨¦n de lo conseguido para acabar con la violencia de las FARC, que dej¨® 220.000 muertos, y de ser el ¨²nico pa¨ªs del mundo ¡°donde hoy las armas se est¨¢n cambiando por las palabras; donde las armas se destruyen y se funden para convertirse en monumentos a la paz¡±.

El Papa, como suele hacer, estructur¨® su discurso en tres ejes. Y m¨¢s all¨¢ de la paz, tambi¨¦n se refiri¨® a dos de sus grandes obsesiones: el medioambiente y desigualdades sociales. Ah¨ª lleg¨® un tir¨®n de orejas a la todav¨ªa insuficiente pol¨ªtica social del Gobierno. ¡°Se necesitan leyes justas que puedan [...] resolver las causas estructurales de la pobreza que generan exclusi¨®n y violencia¡±.

En la abrumadora agenda del Papa, que ayer tambi¨¦n le condujo a tener un breve encuentro privado con obispos venezolanos y a oficiar una misa para 600.000 personas en el parque Sim¨®n Bolivar, estaba marcado en rojo su encuentro con los obispos colombianos. A su manera, ley¨® la cartilla a los 130 presentes por estar alejados de la gente y, a menudo, haberse callado ante injusticias o hist¨®ricos conflictos como el narcotr¨¢fico. ¡°Colombia tiene necesidad de ustedes", les lanz¨®. ¡°No sirven alianzas con una parte u otra, sino la libertad de hablar a los corazones de todos¡±.