¡°Francisco, hermano, ya eres colombiano¡±
Unos 22.000 j¨®venes de Colombia y otros pa¨ªses latinoamericanos llenan la Plaza Bol¨ªvar para saludar al Pont¨ªfice
Megan Rojas y Joana Fajardo se levantaron el jueves a las tres de la madrugada para ver al papa Francisco. Se subieron a un peque?o autob¨²s con otros 30 amigos y llegaron a la Plaza Bol¨ªvar, en el centro de Bogot¨¢, una hora m¨¢s tarde desde el norte de la ciudad. "Sentimos miedo y emoci¨®n, es muy bonito", dec¨ªan las dos amigas de 15 a?os. "Ser¨ªa bacano que el Papa nos bendiga".?
Unos 22.000 j¨®venes de todos los estratos y ciudades del pa¨ªs y de otras regiones de Am¨¦rica Latina llenaron la plaza para saludar al pont¨ªfice antes de que entrara en la catedral primada. Subido en el papam¨®vil, Francisco hizo un breve recorrido mientras chicos y chicas de entre 14 y 30 a?os bailaban alzando manoplas con el color de la bandera de Colombia.?
La muchedumbre se mov¨ªa al ritmo de, entre otras canciones, Demos el primer paso, el himno de la visita del Papa interpretado por el colectivo M¨²sicos Cat¨®licos Unidos, liderados por Mar¨ªa Valentina de los ?ngeles, la monja rapera. Los pasos los aprendieron en los talleres que un grupo de monitores ha impartido en colegios, parroquias, fundaciones y universidades de Colombia. "Los dos ¨²ltimos meses hemos dado tres cursos evang¨¦licos sobre la figura del Papa, la importancia de los j¨®venes como seres de luz y sobre c¨®mo las nuevas generaciones entienden la Iglesia", explicaba Jehan Ali Cabrales, l¨ªder del colectivo de j¨®venes laicos.?
La asistencia a estas clases inclu¨ªa, de manera gratuita, una entrada para el encuentro en la Plaza de Bol¨ªvar. "Las organizaciones tambi¨¦n se han encargado de traerlos hasta aqu¨ª", dice ?scar Gil, de 26 a?os, otro de los responsables de los talleres ataviado con la gorra amarilla y blanca y la sudadera del mismo color que los identificaba a todos entre el gent¨ªo. "Muchos no tienen recursos y llegan de zonas muy humildes y alejadas como el suroccidente de Bogot¨¢".?
A la plaza entraron por grupos, de manera ordenada. Esperaron m¨¢s de cuatro horas bajo el sol imponente que se hace rogar en los Andes bogotanos. Desde un gran escenario los entretuvieron con rezos y canciones. Para animarse gritaban: "Esta es la juventud del Papa", "Francisco, hermano, ya eres colombiano".?
El griter¨ªo se convirti¨® en un atento silencio cuando Jorge Mario Bergoglio sali¨® a hablar en un balc¨®n del Palacio Cardenalicio. S¨®lo se interrumpi¨® cuando el papa les hizo repetir algunas de sus consignas. "Vuestra juventud los hace capaces de algo muy dif¨ªcil en la vida: perdonar", les dijo. "Es notable ver c¨®mo no se dejan enredar por historias viejas, c¨®mo miran con extra?eza cuando los adultos repetimos acontecimientos de divisi¨®n simplemente por estar atados a rencores. Nos hacen ver todo el mundo que hay por delante, toda la Colombia que nos necesita a todos y que los mayores le debemos a ustedes". El Papa se despidi¨® con una bendici¨®n a la plaza Bol¨ªvar. Joana y Megan consiguieron su sue?o bacano.
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