Los dem¨®cratas dan un viraje y empiezan a defender la sanidad p¨²blica universal
Una propuesta del senador Sanders, que acabar¨ªa con el modelo privado, cuenta con destacados apoyos en el partido
Hablar de un sistema p¨²blico de sanidad universal en Estados Unidos era hasta hace poco un asunto pol¨ªticamente t¨®xico para el Partido Dem¨®crata. Hab¨ªa que desmarcarse de la idea para tratar de aspirar a la presidencia. Y cuando algunos, como el senador Bernie Sanders, defend¨ªan la propuesta, esta no calaba y se quedaba en los m¨¢rgenes, como ocurri¨® en la campa?a electoral de 2016.
Un a?o despu¨¦s, sin embargo, el panorama ha cambiado radicalmente. Sanders present¨® este mi¨¦rcoles una iniciativa de ley que establecer¨ªa un sistema p¨²blico de sanidad universal en EE UU, similar al de Canad¨¢ y los pa¨ªses europeos. Cuenta con el apoyo de 16 de los otros 47 senadores dem¨®cratas, incluidos destacados legisladores que est¨¢n en las quinielas para presentarse a las elecciones presidenciales de 2020.
La iniciativa no tiene ninguna opci¨®n de prosperar dado que los republicanos ostentan la mayor¨ªa en ambas c¨¢maras del Congreso. Pero el respaldo de pesos pesados dem¨®cratas revela el r¨¢pido viraje que ha dado el partido presionado por la opini¨®n p¨²blica y tras el fracaso republicano de sustituir la reforma sanitaria de Barack Obama, que ha dado cobertura a m¨¢s de 20 millones de personas que no ten¨ªan.
En la pol¨ªtica estadounidense, se usa metaf¨®ricamente el concepto de litmus test, una prueba de acidez con papel de tornasol que sirve para medir la aceptaci¨®n pol¨ªtica de un asunto. Mike Allen, periodista estrella de la publicaci¨®n Axios, aventura que el debate sobre la sanidad p¨²blica universal ha llegado para quedarse en el Partido Dem¨®crata como lo hicieron en el pasado otros asuntos sociales. ¡°Como en inmigraci¨®n y matrimonio gay, el p¨¦ndulo oscila y lo hace r¨¢pidamente y fuertemente, aplastando antiguas pruebas con tornasol y creando de nuevas¡±, escribi¨® Allen este mi¨¦rcoles.
No es ni mucho menos la primera vez que Sanders, que perdi¨® las primarias dem¨®cratas a la Casa Blanca contra Hillary Clinton, lanza una propuesta de ley de este tipo. Pero ahora ha ganado apoyos gracias a que el texto es lo suficientemente gen¨¦rico para contentar a muchos, los dem¨®cratas est¨¢n en la oposici¨®n y han convertido la defensa de la ley sanitaria de Obama en una bandera pol¨ªtica frente a Donald Trump. Los republicanos y el presidente, que este mi¨¦rcoles cena con los l¨ªderes dem¨®cratas del Congreso, proponen acabar con muchas de las protecciones de la llamada Obamacare, lo que, seg¨²n los expertos, disparar¨ªa el n¨²mero de personas sin seguro.
Apoyo ciudadano del 57%
El plan del senador socialista por Vermont es revolucionario. Propone convertir Medicare, el programa p¨²blico de cobertura para jubilados, en el modelo que domine todo el sistema sanitario. Es decir, la atenci¨®n sanitaria ser¨ªa p¨²blica y gratuita -sin copagos, como hasta ahora- y pr¨¢cticamente desaparecer¨ªan los seguros privados. El Gobierno reembolsar¨ªa a los m¨¦dicos y los proveedores, como un hospital, firmar¨ªan acuerdos de participaci¨®n. Un 57% de los estadounidenses apoya un sistema de Medicare para todos, como el de Sanders, seg¨²n una encuesta de Kaiser Health.
El legislador, que tambi¨¦n suena como candidato presidencial en tres a?os, propone financiar los cambios con una subida fiscal. Ese es el principal argumento de sus cr¨ªticos, incluida Clinton, pero ¨¦l alega que su propuesta es la ¨²nica que garantiza una ¡°efectividad de coste¡± y acaba con la ¡°disfuncionalidad y burocracia¡± actual. "Hoy empezamos la larga y dif¨ªcil lucha para acabar con la verg¨¹enza internacional de que Estados Unidos sea el ¨²nico gran pa¨ªs en la tierra que no garantiza atenci¨®n sanitaria a toda su poblaci¨®n", dijo el senador.
Canad¨¢ es la referencia. El ciudadano estadounidense paga de promedio 11.365 d¨®lares al a?o en impuestos; mientras que el canadiense, 14.693 d¨®lares, seg¨²n datos citados por el diario The Washington Post. Pero los estadounidenses se gastan el doble de dinero que sus vecinos del norte en cobertura m¨¦dica. Varios economistas han alertado de que el principal problema del complej¨ªsimo modelo sanitario estadounidense es el enorme coste y el riesgo de deuda que entra?a para los ciudadanos.
La mayor¨ªa de estadounidenses (un 47%) obtiene su atenci¨®n m¨¦dica a trav¨¦s de sus puestos de trabajo. Un 38% de los ciudadanos recibe asistencia mediante el Gobierno ya sea Medicare (jubilados) o Medicaid (para personas de bajos recursos o discapacitadas). Un 5% tiene un seguro privado comprado en el mercado regulado creado por la ley de Obama y los restantes carecen de seguros.
Pese a sus intenciones, la realidad es que es muy dif¨ªcil que Sanders lograra su objetivo de un Medicare para toda la poblaci¨®n sin ning¨²n atisbo de seguro privado. Actualmente, la mayor¨ªa de receptores de Medicare compra un seguro privado paralelo que les ofrece algunos planes que no tienen cubiertos. Y el sistema de f¨¢rmacos es de gesti¨®n privada. Otros dem¨®cratas proponen un sistema h¨ªbrido, pero todos coinciden de alguna manera u otra en que, en un pa¨ªs al¨¦rgico al intervencionismo, el Gobierno debe ganar peso en la gesti¨®n sanitaria.
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