Merkel lucha en la recta final para limitar el avance de la ultraderecha
Alternativa por Alemania se perfila como la tercera fuerza, mientras los dos grandes partidos pierden apoyos, seg¨²n los sondeos
La recta final de la campa?a alemana ha cobrado cierta intensidad, despu¨¦s de semanas de m¨ªtines aletargados y encuestas predecibles. La canciller alemana, Angela Merkel, y candidata del bloque conservador sigue liderando los sondeos, pero el nerviosismo crece a medida que el ultranacionalista Alternativa por Alemania (Afd), escala posiciones con vistas a las elecciones del domingo. ¡°Queremos una Alemania donde sigamos viviendo bien y a gusto¡±, ha dicho en un mitin en M¨²nich donde tambi¨¦n ha recibido silbidos y abucheos. Y recalc¨®: ¡°No podemos regalar ni un solo voto¡±. Los analistas temen que las encuestas infravaloren la intenci¨®n de voto a la ultraderecha y que ma?ana den la sorpresa.
Seg¨²n la encuesta publicada por Bild, el bloque democristiano de Merkel lograr¨ªa un 34% de los votos y la socialdemocracia de Martin Schulz quedar¨ªa segunda, pero a unos 13 puntos porcentuales, lo que supondr¨ªa un m¨ªnimo hist¨®rico para el SPD. Schulz se aferra a los indecisos que, seg¨²n varios estudios, rondar¨ªan un tercio de los votantes. La mayor¨ªa de ellos, sin embargo, se estima que acabar¨¢n optando por la abstenci¨®n. ¡°Todo es posible a¨²n¡±, dijo Schulz. Durante la noche del viernes, al dar la palabra en un mitin en Berl¨ªn a una superviviente del Holocausto, este proclam¨®: ¡°Esta Alternativa para Alemania no es una alternativa. Son la verg¨¹enza de nuestro pa¨ªs¡±. Los dos grandes partidos alemanes perder¨ªan en cualquier caso apoyos, a favor de las opciones m¨¢s extremistas.
La socialdemocracia de Martin Schulz quedar¨ªa en un segundo puesto, pero a una distancia de unos 13% porcentuales respecto a la CDU, lo que supondr¨ªa un m¨ªnimo hist¨®rico para el SPD. Schulz se aferra a los indecisos, que seg¨²n varios estudios rondar¨ªan un tercio de los votantes. La mayor¨ªa de ellos, sin embargo, se estima acabar¨¢n optando por la abstenci¨®n. ¡°Todo es posible a¨²n¡±, dijo el viernes Schulz. Los dos grandes partidos alemanes perder¨ªan en cualquier caso apoyos, a favor de las opciones m¨¢s extremistas.
Liberales, Verdes, la extrema izquierda Die Linke y la ultraderecha compiten por el tercer puesto, que determinar¨¢ a su vez en buena medida qu¨¦ tipo de coalici¨®n de Gobierno se puede formar. Porque en esta elecci¨®n, lo importante no es tanto qui¨¦n la gane ¡ªse da por descontado que ser¨¢ Merkel¡ª, sino por cu¨¢nto y por tanto con qui¨¦n formar¨¢ una coalici¨®n de Gobierno.
La aritm¨¦tica de los sondeos indica que apenas hay dos posibilidades, una vez excluida Afd, boicoteada por el resto de los partidos. Una de las opciones ser¨ªa la reedici¨®n de la actual gran coalici¨®n en la que cohabitan los dem¨®crata cristianos (CDU/CSU) con la socialdemocracia (SPD), una f¨®rmula que ha proporcionado estabilidad y buenos resultados, pero que tambi¨¦n ha generado desafecci¨®n pol¨ªtica y ha nutrido las filas extremistas a izquierda y a derecha. La segunda posible coalici¨®n ser¨ªa la llamada Jamaica ¡ªnegro, verde y amarillo por los colores de la bandera de la isla caribe?a¡ª. Es decir, la CDU compartir¨ªa Gobierno con los liberales y los verdes, una f¨®rmula compleja debido a las contradicciones entre los dos peque?os partidos y que nunca ha sido probada en el ¨¢mbito federal.
La campa?a ha transcurrido sin incidentes graves y sobre todo sin el temido pirateo ruso. Pero s¨ª se ha instalado en los ¨²ltimos d¨ªas una cierta aspereza impropia de las campa?as en estas latitudes. Partidarios de Afd han tratado de reventar los m¨ªtines de Merkel a grito limpio, hasta obligar a la candidata a celebrar los ¨²ltimos actos en lugares cerrados. Este mismo viernes un grupo ha abucheado y silbado durante m¨¢s de media hora a la canciller mientras cerraba la campa?a en M¨²nich. "Con silbidos y abucheos seguro que no podremos forjar el futuro de Alemania", ha lamentado Merkel ante los gritos que trataron de enmudecer su discurso. Los manifestantes tambi¨¦n portaban pancartas con lemas como "Traidores a la patria" contra la Uni¨®n Dem¨®crata Cristiana (CDU), informa la agencia de noticias alemana.
Una salud econ¨®mica envidiable y el casi pleno empleo que disfruta Alemania es una de las bazas con las que juega la canciller, frente a Schulz, que ha centrado su campa?a en la desigualdad social y la falta de inversiones p¨²blicas. ¡°A la gente le preocupa la justicia social en general, pero cuando miran su situaci¨®n, ven que a ellos les va bien. Apenas el 7% considera le va mal¡±, interpreta Oskar Neidermayer, polit¨®logo de la Universidad Libre de Berl¨ªn. ¡°La gente tiene otras preocupaciones como el terrorismo, los refugiados, las crisis internacionales. Solo con la justicia social no puede ganar las elecciones y Schulz no ha conseguido introducir otros temas en la agenda¡±, a?ade.
Merkel cuenta adem¨¢s con un clima de inestabilidad global que le favorece. ¡°En tiempos de Trump hace falta alguien fuerte, capaz de hacerle frente¡±, explicaba Anja Muller, gerente de una empresa, en los m¨¢rgenes de un acto de campa?a de la candidata cristianodem¨®crata el pasado domingo. Como ella, son multitud los alemanes que valoran la estatura internacional de la candidata que piensan que les puede garantizarles la seguridad y el bienestar.
Atr¨¢s ha quedado la crisis de popularidad que sufri¨® la canciller tras la entrada de 1,3 millones de refugiados en los ¨²ltimos dos a?os. Un sondeo publicado el jueves por la cadena de televisi¨®n ZDF indicaba que el 56% de los encuestados dijo preferir de canciller a Angela Merkel frente al 32% que dijo optar por Schulz.
El SPD parte por el contrario de una situaci¨®n muy complicada. Han gobernado ocho de los ¨²ltimos 12 a?os con la Uni¨®n democratacristiana en la llamada gran coalici¨®n. A estas alturas, los votantes no saben muy bien qui¨¦n es qui¨¦n y sobre todo qui¨¦n hace qu¨¦. El ¨²nico debate televisado en el que los dos primeros espadas estuvieron de acuerdo en casi todo, aliment¨® la sensaci¨®n de que los dos grandes partidos son casi lo mismo. En ese contexto, al SPD le resulta muy dif¨ªcil hacer creer que piensan gobernar de manera muy diferente de la que lo han hecho hasta ahora en coalici¨®n. ¡°No se ha sabido diferenciar de Merkel, no ha sido lo suficientemente radical¡±, pensaba Vera Wolff, una profesora de 41 a?os que hace unos d¨ªas merodeaba por un mitin electoral de Schulz en Hamburgo.
Mientras en las filas del SPD crece el rechazo a repetir gran coalici¨®n porque consideran que Merkel se ha apropiado de los triunfos propios y ajenos. ¡°Cada vez hay m¨¢s voces en contra de ir con Merkel. Hemos hecho un buen trabajo, pero ?qu¨¦ sacamos? nada¡±, consideran fuentes del partido. Schulz ya ha anunciado que cualquier acuerdo de coalici¨®n deber¨¢ ser votado por los 440.000 miembros del partido.
Conservadurismo estructural
Advierten los analistas que la socialdemocracia alemana parte por naturaleza con desventaja, en un pa¨ªs en el que los Gobiernos conservadores son la norma y los de izquierdas la excepci¨®n. ¡°Hay un conservadurismo estructural. Los alemanes son propensos a defender el estatus quo. Prefieren cambios incrementales y meditados y eso favorece a los conservadores¡±, piensa Joerg Forbrig, investigador de la German Marshall Foundation en Berl¨ªn. A la canciller Angela Merkel, qu¨ªmica de formaci¨®n, se la considera la reina del incrementalismo y las decisiones premeditadas. Escucha, compara, analiza, y luego decide sin grandes aspavientos.
Solo en dos ocasiones -1972, Willy Brandt, y 1998, Gerhard Schroeder- el SPD ha logrado superar al partido rival. A la tendencia hist¨®rica se le suma la coyuntura demogr¨¢fica en una sociedad que envejece y que es cada vez m¨¢s reacia a experimentar nuevas f¨®rmulas de Gobierno.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.