M¨¦lenchon se erige en jefe de la oposici¨®n francesa y lidera la protesta contra la reforma laboral
El l¨ªder de Francia Insumisa ha logrado colocarse como la principal voz contra el presidente Macron
Frente a J¨²piter, Espartaco. Si el presidente franc¨¦s, Emmanuel Macron, ha elegido la figura del omnipotente dios romano para definir su mandato, su principal rival en la arena pol¨ªtica francesa, Jean-Luc M¨¦lenchon, dice verse como Espartaco, el esclavo que dirigi¨® la mayor rebeli¨®n en tiempos romanos. El l¨ªder del movimiento de izquierda radical Francia Insumisa ha encabezado este s¨¢bado en Par¨ªs una protesta contra la reforma laboral reci¨¦n aprobada por el Consejo de Ministros.
¡°Estamos ante un pulso social¡±, afirm¨® M¨¦lenchon ante las decenas de miles de manifestantes ¡ª30.000 seg¨²n la polic¨ªa, 150.000, seg¨²n los organizadores¡ª en la plaza de la Rep¨²blica. ¡°Y la batalla no ha hecho m¨¢s que comenzar¡±, agreg¨® el pol¨ªtico, que amenaz¨® con reunir a un mill¨®n de personas en las pr¨®ximas semanas para seguir demostrando el rechazo a la reforma laboral.
M¨¦lenchon fracas¨® en su intento de conquistar el El¨ªseo en los comicios y fundar una nueva rep¨²blica francesa, la sexta, menos presidencialista. Pero estos primeros meses de la era macronista ha sabido aprovechar la traves¨ªa en el desierto que atraviesan los partidos tradicionales para colocarse como el principal referente de la oposici¨®n, la voz que en todo le lleva la contraria a Macron. Ya sea desde su esca?o en la Asamblea Nacional o en la calle, sigue luchando para acabar con la ¡°monarqu¨ªa republicana¡± en general y con el ¡°rey Macron¡± en particular, en cuya promesa de reformas ve un peligro para los derechos sociales durante a?os defendidos a capa y espada en Francia.
El Espartaco franc¨¦s ha encontrado su principal causa en la reforma laboral que Macron acaba de rubricar?a golpe de ordenanzas (una especia de decreto). Lo considera un ¡°golpe de Estado social¡± que justifica, dice, las protestas masivas a las que arenga desde hace meses y con las que tiene un objetivo claro: ¡°Queremos bloquear a Macron¡±, explicaba el diputado insumiso Eric Coquerel. El movimiento flet¨® m¨¢s de un centenar de autobuses en todo el pa¨ªs para asegurarse una ¡°oleada de insumisos¡± que se apoderar¨ªan el s¨¢bado de las calles de la capital, haciendo as¨ª una demostraci¨®n de fuerza ante Macron.?
Macron, que hace tiempo que ha identificado a M¨¦lenchon como su principal voz contestataria, le ha advertido de que ¡°la democracia no es la calle¡±. ¡°Fue la calle la que acab¨® con un rey, con los nazis, fue la calle la que protegi¨® la rep¨²blica, fue la calle la que conquist¨® los derechos laborales y es la calle, siempre, la que lleva las aspiraciones del pueblo franc¨¦s¡±, le replic¨® M¨¦lenchon este s¨¢bado ante una multitud que superaba ampliamente la congregada el jueves en Par¨ªs por los sindicatos, a quienes el l¨ªder insumiso llam¨® a unirse en la lucha contra el El¨ªseo.
Es lo que hizo Mathieu, un estudiante de Literatura de Lyon que viaj¨® a Par¨ªs para ¡°demostrarle a Macron que no puede hacer lo que le venga en gana¡±. Tambi¨¦n Marie Stoll se desplaz¨® desde Lorena para mostrar su preocupaci¨®n ante un Gobierno donde ¡°Macron act¨²a como un rey en su trono, rodeado de cortesanos que solo validan lo que dice. Y eso, en democracia, es inadmisible¡±, respaldaba esta jubilada que no se define como una melenchonista convencida. Pero ¡°en estos momentos, M¨¦lenchon es la ¨²nica oposici¨®n visible¡±, se?al¨®.?
Tanto el fulminante ¨¦xito pol¨ªtico de Macron (hace solo un a?o era el relativamente desconocido ministro de Econom¨ªa) como el propio impulso de M¨¦lenchon hasta la primera l¨ªnea de oposici¨®n (pese a que Francia Insumisa solo cuenta con 17 esca?os en la Asamblea Nacional) se debe a la descomposici¨®n del paisaje partidista tradicional. Por primera vez, ninguno de los grandes partidos ¡ªel socialista o el conservador Los Republicanos¡ª lleg¨® a la segunda vuelta presidencial, que se dirimi¨® entre Macron y la l¨ªder de ultraderecha, Marine Le Pen, sumida ahora tambi¨¦n en una crisis interna.?
El presidente y M¨¦lenchon coinciden tambi¨¦n en que la antigua divisi¨®n izquierda-derecha est¨¢ superada. No obstante M¨¦lenchon, que tiene como modelo a Podemos, ha sabido convertirse en el principal referente de la izquierda francesa y en la ¨²nica voz que se escucha fuerte frente a un Macron al que define como ¡°una pura criatura del sistema neoliberal, un concentrado de [Tony] Blair y [Margaret] Thatcher¡±, como dijo en una reciente entrevista con la revista Marianne.
El propio fen¨®meno M¨¦lenchon es, sin embargo, en s¨ª mismo una paradoja: un pol¨ªtico de carrera que ha sido senador socialista y eurodiputado y que ha hecho de Francia Insumisa un movimiento fuertemente personalizado ¡ªa d¨ªa de hoy, no hay alternativa a M¨¦lenchon entre los insumisos¡ª ha sabido, a sus 66 a?os, reciclarse para presentarse como la voz m¨¢s fresca de la pol¨ªtica nacional.
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