La otra pugna por la Jerusal¨¦n Vieja
La Iglesia greco-ortodoxa lucha en los tribunales para recuperar inmuebles cedidos por el anterior patriarca a una asociaci¨®n de colonos israel¨ª en una operaci¨®n que considera fraudulenta

Abu Walid Dajani acude como cada d¨ªa a su despacho en la primera planta del Hotel Imperial, situado junto a la puerta de Jaffa, en el recinto amurallado de Jerusal¨¦n. Su padre comenz¨® a gestionarlo en 1949, tras llegar a un acuerdo con la Iglesia Ortodoxa griega, propietaria del edificio. A los 73 a?os, transmite serenidad a pesar de los problemas que se avecinan. El terremoto que en 2005 provoc¨® la ca¨ªda en desgracia del patriarca de la Iglesia Ortodoxa en Jerusal¨¦n, Irineo I, vuelve a sacudir los cimientos de la comunidad cristiana de rito griego en Tierra Santa. El hotel de la conocida familia Dajani, situado en un inmueble cedido por el anterior patriarca, se encuentra en el epicentro de una crisis, el caso Jaffagate, que ahonda en el intento de judaizaci¨®n del este de Jerusal¨¦n y, en concreto, del coraz¨®n cristiano de su Ciudad Vieja. ¡°Es una pesadilla, no puedo acostarme cada noche pensando si ma?ana ser¨¢ el ¨²ltimo d¨ªa del negocio de mi familia durante d¨¦cadas¡±, confiesa Dajani. ¡°Hay que mantener la calma y analizar la situaci¨®n con la cabeza fr¨ªa antes de actuar¡±.
El pasado 1 de agosto, un tribunal de Jerusal¨¦n valid¨® la venta de inmuebles del caso Jaffagate. Una trama que se fragu¨® en secreto en 2004 y estall¨® un a?o despu¨¦s, cuando trascendi¨® que la c¨²pula de la Iglesia Ortodoxa, con Irineo a la cabeza, hab¨ªa cedido propiedades hist¨®ricas a tres sociedades extranjeras vinculadas a la asociaci¨®n nacionalista israel¨ª Ateret Cohanim, que persigue la expansi¨®n de la colonizaci¨®n jud¨ªa en la parte oriental de la Ciudad Santa, ocupada y anexionada por Israel tras la guerra de 1967. Fundado en 1978, este grupo dirige una ¡°yeshiva¡± (escuela talm¨²dica) en pleno barrio musulm¨¢n de la Ciudad Vieja.
Durante el breve patriarcado de Irineo ¡ªelegido en 2001, reconocido por Israel en 2004 y relevado de sus funciones por la c¨²pula eclesi¨¢stica en 2005¡ª se negoci¨® la cesi¨®n en usufructo por 99 a?os, renovable por el mismo periodo, de un edificio residencial situado junto a la Mezquita de Al Aqsa. Se cedi¨® adem¨¢s el Hotel Imperial, que gestiona la familia Dajani, y el Hotel Petra, explotado por los Kiresh. Estos dos complejos est¨¢n situados en la puerta de Jaffa, principal acceso a la Ciudad Vieja. Fue una macrooperaci¨®n inmobiliaria, cerrada oficialmente a un precio de ganga. ¡°Todas esas propiedades por 1,8 millones de d¨®lares (unos 1,5 millones de euros) son un regalo. Solo el Imperial, que tiene unos 2.000 metros cuadrados y est¨¢ situado en un lugar privilegiado de la Ciudad Vieja, vale m¨¢s¡±, asegura Maher Sahlieh, miembro del Consejo Central Ortodoxo.
La comunidad cristiana greco-ortodoxa local ¡ªa cuya direcci¨®n pertenece Sahlieh y que aglutina iglesias de rito griego en Israel, Jordania y Palestina¨C acus¨® al patriarca Irineo de colaborar en la judaizaci¨®n de Jerusal¨¦n Este y favorecer una venta que pon¨ªa en manos de los colonos el coraz¨®n del barrio cristiano. Irineo fue degradado a monje y relevado en el cargo por Te¨®filo III. El nuevo patriarca greco-ortodoxo de Jerusal¨¦n, trat¨® de revertir el acuerdo en los tribunales israel¨ªes. Aleg¨® que toda la operaci¨®n fue un fraude orquestado por Nikos Papadimas, el administrador de Irineo, quien se aprovech¨® de los poderes que le otorg¨® su predecesor para cerrar el trato y huir a Estados Unidos con el dinero de la transacci¨®n.
Batalla legal
Pero la juez adjunta del tribunal de distrito de Jerusal¨¦n, Gila Kanfi-Steinitz, consider¨® probado que no hubo fraude, como alegaba el patriarcado. La magistrada sentenci¨® que se hab¨ªa efectuado una operaci¨®n legal por parte de quienes estaban legitimados para ello. En este caso, el administrador y el patriarca Irineo, cuyo sello y firma aparecen en los documentos aportados ante los tribunales por Ateret Cohanim, seg¨²n los detalles publicados por la prensa israel¨ª.

Respaldado por los representantes de todas las iglesias de Tierra Santa, Te¨®filo III replic¨® que el fallo implicaba una ¡°clara ruptura del statu quo¡± en la Ciudad Santa, que mina los derechos de la Iglesia sobre sus propiedades y que ¡°no afecta solo a una iglesia¡±, sino a todas. Los m¨¢ximos responsables de las iglesias de Jerusal¨¦n firmaron un comunicado en el que sostienen que est¨¢ en juego la identidad del barrio cristiano de la Ciudad Vieja. Aseguran que el fallo judicial forma parte de un ¡°intento sistem¨¢tico de socavar la integridad de la Ciudad Santa y debilitar la presencia cristiana¡± y piden apoyo a las jerarqu¨ªas eclesi¨¢sticas y jefes de gobierno de todo el mundo para que defiendan el statu quo hist¨®rico del antiguo Jerusal¨¦n, dividido en cuatro barrios: cristiano, armenio, jud¨ªo y musulm¨¢n.
El actual patriarca ¡ªque ha buscado tambi¨¦n el amparo del rey de Jordania¡ª anunci¨® que recurrir¨¢ la decisi¨®n judicial ante el Tribunal Supremo israel¨ª. ¡°Tenemos hasta el 15 de octubre para ello. No somos optimistas, pero el caso Jaffagate es nuestra prioridad; llegaremos hasta el final¡±, promete Sahlieh, que este domingo participar¨¢ en la reuni¨®n del Consejo Central Ortodoxo en Bel¨¦n que analizar¨¢ la pol¨¦mica gesti¨®n de las propiedades de la Iglesia Ortodoxa griega en Tierra Santa.
El propio patriarca Te¨®filo se ha convertido a su vez en diana de las cr¨ªticas de la comunidad ortodoxa palestina, que cuestiona que unos popes de origen griego est¨¦n malbaratando el patrimonio hist¨®rico. Centenares de manifestantes desfilaron hace dos semanas desde la puerta de Jaffa hasta la sede del Patriarcado para exigir su dimisi¨®n. Le acusaron de haber negociado la cesi¨®n de solares de la Iglesia edificados en algunos de los barrios m¨¢s acomodados de Jerusal¨¦n Occidental y en ciudades de Israel. El l¨ªder del grupo parlamentario de la Lista Conjunta ¨¢rabe en la Knesset, el musulm¨¢n Ayman Odeh, encabez¨® la protesta en favor de una Iglesia con jerarqu¨ªa palestina.
Sin esperanza
Entre las familias palestinas afectadas, reina el pesimismo. ¡°Si Te¨®filo no cierra un nuevo acuerdo o logra atraer la atenci¨®n internacional para impedirlo, tarde o temprano los colonos tomar¨¢n posesi¨®n de estos lugares en el coraz¨®n del barrio cristiano¡±, se lamenta el musulm¨¢n Dajani, que ve peligrar el futuro de su familia.
El responsable del Hotel Imperial est¨¢ convencido de que si el Supremo ratifica la sentencia del tribunal de Jerusal¨¦n, los Dajani tendr¨¢n que pasar p¨¢gina y volver a empezar. As¨ª lo hicieron su padres, en 1948, cuando escaparon de la contienda que dio paso al nacimiento del Estado hebreo y buscaron refugio entre amigos cristianos del Este de Jerusal¨¦n. ¡°Entonces, no habr¨¢ nada qu¨¦ hacer. Ellos saben c¨®mo hacer llegar el mensaje¡±, revela en alusi¨®n a la organizaci¨®n jud¨ªa Ateret Cohanim.
Dajani prefiere no entrar en detalles sobre los ¡°encuentros¡± mantenidos con quienes est¨¢n llamados a ser sus futuros caseros. Algunos de los comerciantes afectados ¡ª titulares de 22 tiendas y caf¨¦s situados en los bajos de los hoteles Imperial y Petra¡ª desvelan desde el anonimato que han recibido ¡°visitas¡± de representantes de la asociaci¨®n pro colonizaci¨®n jud¨ªa, y de inversores afines que ofrecen ¡°dinero a cambio de una salida amistosa¡±. Pretenden garantizar un desalojo ¡°sin ruido¡± de los edificios afectados. ¡°Quienes vienen en nombre de Ateret Cohanim quieren pactar con nosotros directamente la fecha de entrada en los edificios. Es una forma de asegurarse de que no reclamaremos nuestros derechos como inquilinos protegidos¡±, explica el due?o de uno de los comercios afectados.
Se refiere a una ley del periodo otomano que trata de evitar desahucios arbitrarios y que se sigue aplicando a los refugiados palestinos que abandonaron sus tierras en 1948. A los considerados ¡°inquilinos protegidos¡± ¡ªentre los que se encontrar¨ªan los Dajani y los Kiresh¡ª no se les puede expulsar de una vivienda hasta que hayan transcurrido tres generaciones, salvo que se demuestre que han subarrendado la propiedad o cambiado la actividad para la que originariamente fue cedida.
¡°Este edificio data de 1893. Necesita una reforma, pero nos ponen muchas trabas para conseguir los permisos. Se le apaga la vida como a m¨ª. Los que han puesto los ojos en ¨¦l, estaban muy bien informados sobre las dificultades econ¨®micas que atravesamos durante la Segunda Intifada (2000-2005). En 2003, llegamos a deber dos millones de shequels (unos 500.000 euros) en impuestos. Inform¨¦ de ello a Irineo para que la Iglesia se hiciera cargo¡±, reconoce el septuagenario Dajani. ¡°Ahora ya solo esperamos un milagro, aunque yo no soy muy creyente¡±.
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