El terremoto en Ciudad de M¨¦xico pincha la burbuja inmobiliaria de los barrios ¡®cool¡¯
En Roma y Condesa los precios subieron un 100% en los ¨²ltimos cinco a?os. Los propietarios de la zona dan por hecho una ca¨ªda del valor y los inquilinos ya renegocian sus rentas a la baja

La joya inmobiliaria de Ciudad de M¨¦xico se ha convertido en una zona fantasma. Esquinas acordonadas por militares, nubes de polvo, ventanas rotas, escombros, fachadas resquebrajadas, oficinas vac¨ªas y miedo a volver a casa. El terremoto de la semana pasada le ha cambiado la cara a las colonias Roma y Condesa, ha roto el aura de privilegio cool y ha pinchado una burbuja de precios que parec¨ªa imparable: en los ¨²ltimos cinco a?os el metro cuadrado se hab¨ªa revalorizado un 100%.
¡°El efecto catastr¨®fico va a generar una depreciaci¨®n de la zona, sobre todo en los edificios m¨¢s afectados. El mercado aun no ha descontado el impacto en los precios. Todav¨ªa es pronto, pero es evidente que el sismo va a afectar negativamente a los criterios de rentabilidad, habitabilidad y percepci¨®n de riesgo de los residentes¡±, sostiene Leonardo Gonz¨¢lez, analista de la web inmobiliaria propiedades.com, donde en tan solo en una semana han registrado un repunte considerable de inmuebles puestos a la venta en la zona.
Partidas por la mega avenida Insurgentes, el origen del esplendor mercantil de las dos colonias es parad¨®jicamente el terremoto del 1985. ¡°La zona, levantada sobre terreno lacustre, fue tambi¨¦n de las m¨¢s afectadas y se devalu¨® mucho. En los ¨²ltimos 15 a?os la inversi¨®n ha aumentado y se ha ido consolidando tanto por su ubicaci¨®n, por los servicios de ocio, zonas verdes y en los ¨²ltimos a?os por su condici¨®n de cluster tecnol¨®gico¡±, a?ade el especialista, que define el barrio como ideal ¡°para un residente cosmopolita, un millenial que pasa tiempo fuera de casa, trabaja por ejemplo en una startup y usa la bicicleta antes que el coche¡±.
El terremoto ha dejado en la capital 198 fallecidos, centenares de desalojados y centenares de edificios da?ados. Solo en Roma y Condesa, los datos oficiales registran 11 inmuebles irreparables, arruinados hasta el tu¨¦tano, y 42 con ¡°riesgo alto¡± de destrucci¨®n. Eduardo Probert es el administrador de uno de los edificios ca¨ªdos. Eran cinco pisos de oficinas de 200 metros cuadrados: laboratorios, una start up, un coworking. ¡°Estamos un poco desinformados. Ni la delegaci¨®n, ni protecci¨®n civil se ha acercado a nosotros directamente¡±. Quien s¨ª se ha acercado son caras conocidas del sector inmobiliario para hacerle ofertas por el suelo. Probert no facilita la cifra ni el valor del terreno antes del sismo. ¡°?Vender? No puedo dar ni un s¨ª ni un no rotundo, necesito que se enfr¨ªe un poco la situaci¨®n¡±.
El mercado se abaratar¨¢, pero creo que en dos a?os se retomar¨¢ el valor anterior
El due?o de otro bloque de oficinas cercano, en la calle ?msterdam, ha visto como algunos de sus inquilinos recog¨ªan todo el material para mudarse a otra zona. El inmueble se ha quedado medio vac¨ªo, como gran parte de la calle, pero Alan Serna pretende resistir. "No pienso bajar la renta, voy a arreglar mis oficinas y a pensar que vamos a salir r¨¢pido de esta. Ser¨ªa il¨®gico pensar que mis oficinas cuestan ahora lo mismo que antes del sismo, pero no pienso venderlas de momento¡±. Est¨¢ rentando cada espacio de 72 metros cuadrados en 15.000 pesos (unos 820 d¨®lares). "El mercado se abaratar¨¢ en la Condesa, pero tambi¨¦n en la Roma, en la Del Valle. Creo que en dos a?os se retomar¨¢ el valor anterior", comenta convencido Serna.
El Ej¨¦rcito ha acordonado la cuadra completa y por la calle ya no pasea nadie: los runners se han trasladado a otra zona verde y en la esquina, uno de los supermercados m¨¢s concurridos por los hipsters de la Condesa est¨¢ sellado por un cord¨®n policial. Junto a ¨¦l ha sobrevivido intacto un bloque de apartamentos que se construy¨® hace nueve a?os. El edificio est¨¢ rodeado de residencias en riesgo de derrumbe y sobre las cintas rojas que advierten del peligro cuelga una lona blanca con un gran letrero de "Se vende". Aldo Ram¨ªrez compr¨® un piso en este inmueble reci¨¦n estrenado y lo alquil¨® durante ocho a?os. Un mes antes de que temblara la tierra decidi¨® vender. En ese momento estim¨® que 6.000.000 de pesos (m¨¢s de 320.000 d¨®lares) era un precio razonable para un departamento de m¨¢s de 100 metros cuadrados, exterior, en la codiciada zona. Y hoy lo mantiene.
"Por ahora no pienso bajarlo. He tenido algunas ofertas, aunque ninguna se ha cerrado todav¨ªa". Admite que no est¨¢ preocupado de momento por su patrimonio: "No necesito el dinero por ahora. Puedo esperar. No tengo miedo y prefiero esperar a que suban de nuevo". Y explica que, en el caso de que no logre sellar el trato en los pr¨®ximos meses y los precios comiencen a bajar, recurrir¨¢ al alquiler.
En la Roma, al otro lado de la avenida Insurgentes, Ram¨®n Rivera, 33 a?os, pagaba junto a otras dos personas 18.000 pesos (unos 1.000 d¨®lares) por una departamento de 80 metros cuadrados. El martes todo el edificio fue desalojado. En la casa de Rivera hay que tirar al menos dos paredes y uno de los compa?eros de piso ya ha dicho que se muda, que no vuelve a pasar una noche bajo ese techo. ¡°Esperamos volver a entrar en octubre. Y de momento, el propietario ha accedido a rebajarnos un 15% la renta ese primer mes. Es due?o de otros seis departamentos en el edificio y yo creo que est¨¢ asustado porque no encuentra nuevos inquilinos¡±.
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