La calculada ambig¨¹edad de Corbyn ante el Brexit

En una historia alternativa, m¨¢s previsible y mucho menos interesante, Jeremy Corbyn estar¨ªa aqu¨ª, en este peque?o acto celebrado en un decadente hotelito frente al mar en Brighton, lejos del tumulto del auditorio central del congreso anual del laborismo. Si hace dos a?os no se hubiera convertido inesperadamente en l¨ªder, el eterno rebelde del partido, que no ocult¨® durante d¨¦cadas su aversi¨®n a un proyecto europeo que consideraba un obst¨¢culo para el socialismo, estar¨ªa probablemente en este marginal debate de recalcitrantes que defienden desde la izquierda una ruptura radical con la UE. ¡°Cuando estemos fuera y tengamos un Gobierno laborista liderado por mi camarada Jeremy Corbyn, veremos lo que puede ser un Estado Socialdem¨®crata¡±, proclama el diputado Kelvin Hopkins, de 76 a?os.

Resulta que hoy Jeremy Corbyn es el l¨ªder del Partido Laborista. El caos en el que el Brexit ha sumido al gobernante partido conservador proporciona al veterano socialista verdaderas opciones de convertirse en primer ministro. Y desde el p¨²lpito del gran auditorio, convertido en lo m¨¢s parecido a una estrella del rock que ha dado en muchos a?os la pol¨ªtica brit¨¢nica, el l¨ªder laborista defiende que el Brexit es ¡°el mayor reto que existe ahora en la pol¨ªtica brit¨¢nica¡±. Y hasta ah¨ª puede leer.

El laborismo de Jeremy Corbyn lleva desde el principio pasando de puntillas sobre el Brexit. La ambig¨¹edad es la ¨²nica manera de mantener unidos a un partido y un electorado, igual que los de los tories, enormemente divididos. El laborismo debe hacer malabares entre los dos bloques sociales que conforman su electorado: la clase obrera de ciudades peque?as, recelosa de la inmigraci¨®n, que apoy¨® el Brexit; los j¨®venes urbanitas, esos que jalean al l¨ªder en el festival de Glastonbury, naturalmente europe¨ªstas. Abandonar la ambig¨¹edad supondr¨ªa perder el apoyo de un sector del electorado. ¡°Somos el ¨²nico partido que puede unir a quienes votaron por el Brexit y quienes votaron por la permanencia¡±, dijo Corbyn en Brighton. Pero contentar a todos solo se consigue sin decantarse por nada.

Hasta ahora la inconcreci¨®n en el Brexit parece haber funcionado. En las elecciones de junio decidieron esquivar el tema en la campa?a y, por ello o a pesar de ello, salieron enormemente reforzados. Pero, a medida que avanzan las negociaciones, cada vez es m¨¢s dif¨ªcil mantener la ambig¨¹edad.

Lo cierto es que el Partido Laborista necesitar¨ªa 64 esca?os para obtener la mayor¨ªa en las pr¨®ximas elecciones, y los que tiene m¨¢s al alcance se dividen, en mitades, entre los que apoyaron la permanencia y los que apoyaron el Brexit.

Quienes defienden que Corbyn deber¨ªa abrazar sin matices un Brexit suave esgrimen una encuesta reciente, que revela que el 86,7% de los votantes del partido es partidario de que Reino Unido permanezca en el mercado com¨²n. El 49%, seg¨²n la misma encuesta, opina que ¡°definitivamente¡± deb¨ªa haber otro refer¨¦ndum sobre el acuerdo que se alcance con Bruselas.

Los partidarios de que el laborismo no se resista a una salida limpia de la UE, por su parte, recuerdan que dos tercios de los diputados del partido representan a circunscripciones que votaron por el Brexit. Tambi¨¦n hay quien cree que la UE es un freno para el proyecto de Corbyn y, por tanto, hay que alejarse sin matices. ¡°El Brexit no es un paso decisivo para una democracia socialista pero s¨ª un paso necesario¡±, sostiene Paul Embery, joven dirigente del poderoso sindicato de bomberos. ¡°La UE es una instituci¨®n antisocialista. Muchas medidas de nuestro programa sencillamente no podr¨ªan ponerse en marcha dentro de la UE¡±.

El asunto europeo ha sido la ¨²nica piedra en el zapato de un l¨ªder que caminaba a un palmo del suelo por la ciudad costera donde el partido exhibi¨® una ins¨®lita unidad a su alrededor. El domingo una treintena de diputados ped¨ªa al l¨ªder en una carta abierta que convirtiera al laborismo en el partido que defiende el mercado com¨²n y la uni¨®n aduanera. El mismo d¨ªa, Momentum, el movimiento popular de apoyo a Corbyn, enviaba un mail a los delegados sugiri¨¦ndoles las cuatro mociones que deb¨ªan proponer para debatir en el congreso. Todas tan relevantes ¨Csanidad, vivienda, asistencia social y nacionalizaci¨®n de los trenes- como carentes de conflicto interno. Nada de Brexit. El congreso se quedaba sin oportunidad de debatir la pol¨ªtica oficial del partido sobre el asunto m¨¢s importante de cuantos afectan al pa¨ªs.

Ante las cr¨ªticas, el comit¨¦ ejecutivo introdujo una moci¨®n de ¨²ltima hora para permitir a los miembros votar sobre la postura oficial del partido en el Brexit. Pero esta no inclu¨ªa los dos asuntos que demandan los proeuropeos: la libre circulaci¨®n de personas y la permanencia en el mercado ¨²nico. Por descontado, nada sobre la posibilidad de un nuevo refer¨¦ndum al final del proceso, como sugiri¨® en una entrevista el alcalde de Londres, Sadiq Khan.

La postura oficial, votada por el partido y expresada en Brighton por Corbyn, habla de ¡°permanecer en los t¨¦rminos b¨¢sicos del mercado ¨²nico y la uni¨®n aduanera durante un limitado periodo transitorio". M¨¢s all¨¢ del periodo transitorio, que tambi¨¦n propone May, el l¨ªder laborista habl¨® de ¡°un acceso sin impedimentos al mercado ¨²nico¡±, un concepto poco concreto, pero que va un poco m¨¢s all¨¢ de lo expresado por la primera ministra en su reciente discurso de Florencia. Se intuye una estrategia de ofrecer siempre una versi¨®n del Brexit ligeramente m¨¢s suave que la de los tories: as¨ª no alienan a nadie, pero siguen siendo la opci¨®n l¨®gica, aunque solo sea por descarte, de los proeuropeos.