Los candidatos del chavismo se desligan de Maduro

Los candidatos del chavismo a las elecciones regionales del pr¨®ximo domingo, que elegir¨¢n a los 23 gobernadores de provincia, hacen campa?a desligados del presidente de Venezuela, Nicol¨¢s Maduro, e incluso del recuerdo al fallecido Hugo Ch¨¢vez, como estrategia para evitar una amplia victoria de la oposici¨®n, como prev¨¦n las encuestas. El propio mandatario se ha alejado de la escena con un viaje a Rusia, Bielorrusia y Turqu¨ªa en v¨ªsperas de unos comicios cruciales para medir la temperatura del pa¨ªs, sumido en una profunda crisis econ¨®mica y pol¨ªtica.

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En la entrada de la autopista del Este de Caracas es imposible no advertir una enorme valla con una fotograf¨ªa de H¨¦ctor Rodr¨ªguez, el joven candidato chavista a la gobernaci¨®n del Estado de Miranda. La imagen llama la atenci¨®n no tanto por su tama?o, sino porque el aspirante no lleva la camisa de color rojo tan distintiva de los principales cuadros del r¨¦gimen, y se disimulan las siglas del PSUV (Partido Socialista Unido de Venezuela), la formaci¨®n oficial, apenas visibles en una de las esquinas. Se trata de una estrategia que los aspirantes oficialistas a las elecciones regionales del domingo est¨¢n empleando para impedir una amplia victoria de la oposici¨®n, seg¨²n los sondeos.

Nicol¨¢s Maduro, de hecho, no ha aparecido junto a los aspirantes en los actos de campa?a. La semana pasada, mientras sus compa?eros recorr¨ªan los Estados en busca de los votos, el presidente viajaba a Rusia, Bielorrusia y Turqu¨ªa en un esfuerzo por conseguir el dinero necesario para vadear las sanciones financieras impuestas por Washington. El r¨¦gimen le ha dado prioridad a este asunto, pero ha llamado la atenci¨®n que Maduro haya decidido viajar en v¨ªsperas de un lance tan crucial para el futuro de la llamada revoluci¨®n bolivariana.

El chavismo hab¨ªa hecho de la compa?¨ªa de su m¨¢ximo l¨ªder toda una tradici¨®n cada vez que correspond¨ªa renovar a las autoridades locales. Hugo Ch¨¢vez sol¨ªa presentarse en los m¨ªtines para alzarle la mano a sus candidatos. Era la manera de decirles a los electores que ese aspirante representaba sus intereses. El recuerdo de Ch¨¢vez, que sol¨ªa movilizar a los electores, tambi¨¦n parece hab¨¦rselo tragado la gesti¨®n de sus delfines, que mantiene a Venezuela en el umbral del colapso y a sus ciudadanos sobreviviendo con lo m¨ªnimo. Los candidatos chavistas no est¨¢n usando las camisas rojas que los distingu¨ªan en el pasado y han disimulado en su propaganda impresa los s¨ªmbolos del culto a la personalidad del fallecido l¨ªder.

Despliegue de la oposici¨®n

Es una campa?a at¨ªpica para el chavismo porque ya no tienen la ayuda de un l¨ªder carism¨¢tico. Lo han entendido los abanderados del r¨¦gimen en los Estados de Carabobo, en el depauperado coraz¨®n industrial del centro del pa¨ªs, o de Monagas, la regi¨®n petrolera del noreste. En Carabobo, Rafael Lacava suele terminar los discursos con el torso descubierto y ha acudido a una entrevista de televisi¨®n montado en burro.

A la misma l¨ªnea de llamar la atenci¨®n se ha apuntado la candidata a la reelecci¨®n en Monagas, Yelitze Santaella, quien se ha subido a un cuadril¨¢tero con guantes de boxeo para perseguir a un supuesto oponente y parodiar un KO. Ambos lances se han viralizado en las redes y han sido ignorados por la oposici¨®n. Henrique Capriles, excandidato presidencial y gobernador de Miranda ahora inhabilitado para presentarse por el Tribunal de Cuentas, critic¨®: ¡°Acabaron con todo y encima les parece un chiste¡±.

La campa?a chavista contrasta con el despliegue m¨¢s racional de la oposici¨®n, que, sin embargo, debe imponerse a la divisi¨®n aupada por los abstencionistas dentro de sus filas. Capriles ha recorrido buena parte del pa¨ªs alz¨¢ndoles la mano a la mayor¨ªa de los aspirantes de la Mesa de la Unidad, la coalici¨®n de partidos opositores, que ha nombrado candidatos unitarios para intentar ganar en la mayor¨ªa de las provincias. Los roles se han invertido. Ahora la oposici¨®n s¨ª puede presumir de que sus l¨ªderes pueden movilizar al electorado.