Cristina Kirchner lucha hasta el final para evitar su derrota m¨¢s dura

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¡°El cambio en Argentina va en serio, la gente se cans¨® del desorden¡±

¡°Argentina idolatra el pasado, tenemos que dejar de repetirlo¡±

Si uno mira la superficie de la informaci¨®n argentina, la que manejan los c¨ªrculos del poder, todas las encuestas relevantes publicadas y no publicadas, las percepciones de los analistas, el ambiente empresarial, sindical y pol¨ªtico, la conclusi¨®n es clara: Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner est¨¢ a punto de sufrir una derrota en las elecciones legislativas del 22 de octubre, dentro de una semana, cuando compite por ser senadora por Buenos Aires, que marcar¨¢ muy probablemente su declive definitivo y consolidar¨¢ el poder de Mauricio Macri, que dominar¨¢ as¨ª el pa¨ªs con una oposici¨®n muy debilitada.

Pero ella va a luchar hasta el final para evitarla. Hoy ha organizado un gran acto en el estadio de Racing, en pleno conurbano, el empobrecido alrededor industrial de Buenos Aires, donde est¨¢ su n¨²cleo duro. Fue una nueva exhibici¨®n ante m¨¢s de 50.000 personas para recordar que sigue siendo capaz de movilizar masas de argentinos, como anta?o. ¡°Aunque no seas peronista te ten¨¦s que dar cuenta de que lo que est¨¢ pasando no es bueno para vos y para tus hijos. No se puede ir por la vida endeud¨¢ndose, ya lo vivimos. Se trata de recordar lo que pas¨® en la crisis del 89, lo que pas¨® en el 2001, no hay que ser peronista para acordarse de eso, basta con ser argentino y tener memoria¡±, dijo en la apertura del mitin.

Los suyos admiten que la batalla est¨¢ dif¨ªcil, sobre todo, dicen, porque los medios m¨¢s importantes apoyan al Gobierno, pero sostienen que por debajo de esa superficie informativa se est¨¢ moviendo en las redes, donde ahora ha concentrado ella una campa?a sin muchos fondos, una ola de descontento con el Gobierno que puede lograr la sorpresa. En su equipo recuerdan que hace dos a?os, cuando Macri lleg¨® al poder, todas las encuestas apuntaban que ganar¨ªa la segunda vuelta por 10 puntos y al final lo hizo por menos de tres, porque en la recta final el empuj¨®n del peronismo fue muy importante. Esta vez van a intentarlo de nuevo, aunque se antoja mucho m¨¢s dif¨ªcil. Ella en cualquier caso ser¨¢ senadora, porque incluso perdiendo entra -hay tres puestos en disputa- pero una derrota clara ser¨ªa un mazazo pol¨ªtico dur¨ªsimo para una mujer acostumbrada a ganar desde los 90.

Macri no tiene solo a su favor a todo el mundo del poder empresarial y buena parte del sindical, un respaldo internacional muy notable y una corriente de cambio despu¨¦s de 13 a?os del kirchnerismo en el poder. Cuenta adem¨¢s con un aliado muy poderoso: buena parte del peronismo desea con m¨¢s pasi¨®n incluso que los macristas que Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner pierda estas elecciones. Porque en los comicios del 22 de octubre se definen dos cosas. Una, que ya parece segura, es confirmar que el macrismo vino para quedarse, que no es un accidente. ¡°No ganamos por casualidad en 2015 porque no hab¨ªa otros, este cambio es muy profundo¡±, insiste Marcos Pe?a, mano derecha de Macri. ¡°Les pido a todos que se alejen del escepticismo y del pesimismo cr¨®nico para hacer las cosas que lleg¨® la hora de hacer¡±, clama el propio Macri ante los empresarios.

La consolidaci¨®n del poder del presidente es un hecho. Pero hay otra cosa en juego en estas elecciones: qui¨¦n liderar¨¢ la oposici¨®n. Cristina Kirchner ha vuelto con ese objetivo, ser la jefa de la oposici¨®n. Y todos los peronistas que aspiran a ese puesto, que son varios, entre ellos algunos destacados como el gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, se est¨¢n moviendo para que ella pierda el domingo 22 y as¨ª poder ellos aspirar a ser el candidato que se opondr¨¢ a Macri en 2019. Por eso la expresidenta necesita una victoria o al menos una derrota por la m¨ªnima para evitar que sea el propio peronismo, un movimiento creado por y para el poder que no acepta perdedores, la devore r¨¢pidamente. Ante esta posibilidad de derrota, ella ya est¨¢ empezando a se?alar que ¡°la transparencia de los comicios no est¨¢ garantizada¡±.

Pese a que se juegan tantas cosas, la campa?a transcurre en sordina, sin gran entusiasmo, porque la mayor parte del poder argentino ya da por hecha la victoria. De hecho, Macri est¨¢ tan crecido que est¨¢ rompiendo con todos los manuales de campa?as electorales. Ha anunciado abiertamente que despu¨¦s de los comicios habr¨¢ una fuerte subida de tarifas, esto es que a la gente le subir¨¢ la luz, el gas, el combustible, el agua. Y ni siquiera eso le ha hecho caer en las encuestas. Por si fuera poco, ha admitido que est¨¢ encima de la mesa la posibilidad de una reforma laboral para bajar el costo argentino, aunque insiste en que no ser¨¢ ni mucho menos tan radical como la pol¨¦mica reforma brasile?a. Adem¨¢s, se ha puesto en campa?a contra las ¡°mafias sindicales¡± y ha dejado caer que tiene una lista con 562 personas que son las que impiden el crecimiento del pa¨ªs con sus frenos en distintos sectores.

Macri est¨¢ muy confiado porque todos los analistas se?alan que la ola a su favor es imparable en este momento. Solo un dato en la ¨²ltima semana ha mostrado que a¨²n se le podr¨ªan complicar las cosas: la inflaci¨®n ha vuelto a repuntar, con el 1,9% mensual. Es precisamente esta inflaci¨®n la que est¨¢ machacando a los barrios populares donde Cristina tiene el coraz¨®n de sus votantes. La crisis econ¨®mica es la ¨²ltima esperanza de la expresidenta para evitar la peor derrota de su larga y exitosa carrera pol¨ªtica.