La renegociaci¨®n del TLC se prolonga hasta 2018 por los grandes escollos

Las probabilidades de que el gran tratado comercial de Estados Unidos, Canad¨¢ y M¨¦xico pase a mejor vida han tomado fuerza al acabar la cuarta ronda de negociaci¨®n con tres grandes escollos sobre la mesa. Las discusiones se prolongar¨¢n m¨¢s de lo esperado, hasta el primer trimestre de 2018, pese a que estaba previsto que concluyeran en diciembre, debido a lo alejado de las posturas. La Administraci¨®n de Donald Trump ha puesto ya negro sobre blanco unas condiciones que preocupan los otros dos socios: quiere m¨¢s contenido estadounidense en los autom¨®viles para poder considerarlo producto local, que el actual mecanismo de resoluci¨®n de conflicto desaparezca y que, cada cinco a?os, el acuerdo termine de forma autom¨¢tica salvo que los socios firmen lo contrario.

El negociador jefe de EE UU, Robert Lighthizer, el ministro de Econom¨ªa mexicano, Ildefonso Guajardo y la titular de Exteriores canadiense, Chrystia Freeland, se presentaron ante la prensa despu¨¦s de siete d¨ªas de conversaciones ¨¢speras con cara de poca alegr¨ªa. Lighthizer se declar¨® "sorprendido y decepcionado" con lo que calific¨® de "resistencia al cambio" por parte de los dos pa¨ªses vecinos. "Nafta ha causado un enorme d¨¦ficit comercial en Estados Unidos y decenas de miles de empleos en el sector manufacturero", se?al¨® el estadounidense, entonando el mismo discurso del arranque de estas conversaciones.

La renegociaci¨®n del Tratado de Libre Comercio del Am¨¦rica del Norte (Nafta, por sus siglas en ingl¨¦s) comenz¨® el pasado agosto en Washington, celebr¨® su segunda y tercera ronda en M¨¦xico y Canad¨¢, respectivamente, y estos d¨ªas ha regresado a la capital estadounidense. Se discuten nuevas reglas de juego para una zona de libre comercio que el a?o pasado movi¨® 1,2 billones de d¨®lares.

El calendario fijaba diciembre como fecha final del proceso y ahora se ha prolongado hasta el primer trimestre del pr¨®ximo a?o, aunque nadie descarta ya que todo tampoco que se acorte, que alguno de los socios se levante de la mesa y los tres vuelvan a regirse por el marco general de la Organizaci¨®n Mundial del Comercio, con el regreso de los aranceles.

Guajardo ha insisitido en expresar optimismo a lo largo del proceso, destacando en las rueda de prensa todo lo que les une a sus vecinos estadounidenses. Este martes se mantuvo en esa l¨ªnea, recalcando que M¨¦xico afronta las conversaciones como "una negociaci¨®n de ganancia mutua" frente a una "situaci¨®n de p¨¦rdida mutua". En esta l¨ªnea, llam¨® a seguir trabajando juntos para "conseguir equilibrios". Los tres volver¨¢n a verse en la ciudad de M¨¦xico el 17 de noviembre, para la quinta ronda.

La Administraci¨®n de Trump lleg¨® el pasado agosto a la mesa al ataque, advirtiendo de que la Nafta hab¨ªa fracasado para muchos estadounidenses y de que la reforma del acuerdo tendr¨ªa que ser profunda para que Estados Unidos, su socio m¨¢s poderoso, permaneciera en ¨¦l. A la defensiva estaban Canad¨¢ y sobre todo M¨¦xico. Esta es una negociaci¨®n que los mexicanos prefer¨ªan evitar a toda costa, aunque el discurso p¨²blico s¨ª acepta ahora que un acuerdo comercial de hace 23 a?os necesita modernizarse con los cambios experimentados en cada pa¨ªs y la digitalizaci¨®n de la econom¨ªa.

Las tres grandes condiciones que pone EE UU son identificadas como l¨ªneas rojas para los mexicanos. La relacionada con la industria automovil¨ªstica resulta la m¨¢s perjudicial. Trump quiere elevar el porcentaje de composici¨®n norteamericana (es decir, procedente de cualquier de los tres pa¨ªses socios) en los veh¨ªculos del 62,5% actual, que es lo que fija ahora el Nafta, hasta el 85%. Adem¨¢s, el 50% los materiales tienen que provenir espec¨ªficamente en factor¨ªas estadounidenses. La cuesti¨®n es si de estos requisitos se beneficiar¨ªan los trabajadores estadounidenses o, en buena medida, lo de las f¨¢bricas asi¨¢ticas, que podr¨ªan recibir m¨¢s pedidos de las marcas americanas para reducir costes.

Las postura de Trump ha recibido cr¨ªticas dentro de su propio pa¨ªs. M¨¢s de 300 empresas estadounidenses enviaron la semana pasada una carta a la Casa Blanca reclamando a su Gobierno que mantenga el Nafta. Y el editorial de The Wall Street Journal, la biblia de los negocios, dec¨ªa que finiquitar el pacto supondr¨ªa el mayor error econ¨®mico desde que Nixon quebr¨® Bretton Woods e impuso controles de precios y sueldos.