¡°Ya hay una generaci¨®n que creci¨® entre basureros en Argentina¡±

Rodrigo Zarazaga es un personaje muy conocido en el mundo del poder argentino. Este cura jesuita fund¨® y dirige la Escuela de Liderazgo Pol¨ªtico CIAS, por la que pasan los cachorros de la nueva pol¨ªtica de uno y otro sector. Sigue dando misa cada semana en una villa y conoce como nadie el conurbano, ese ente complejo e hiperpoblado alrededor de Buenos Aires donde se concentran casi todos los problemas y tambi¨¦n la clave de cualquier elecci¨®n. Zarazaga lo ha descrito en un libro muy celebrado, Conurbano infinito (Siglo XXI).

Pregunta. ?Qu¨¦ es el conurbano?

Respuesta. Nadie lo conoce. Es un tercio de la poblaci¨®n argentina concentrada en un 0,5% de su territorio. Es inabarcable. Fue un cord¨®n industrial, de obreros, t¨ªpico basti¨®n del peronismo, que fue la expresi¨®n argentina del movimiento obrero organizado. Pero en el mundo del postrabajo se fragmenta y plantea dificultades nuevas. El nivel de pobreza es del 40%, en toda Argentina es el 30%. Son casi cinco millones de pobres concentrados ah¨ª. Tiene m¨¢s desocupaci¨®n y el 45% de los empleos son informales. El conurbano tiene una concentraci¨®n de votos que lo hace decisivo.

P. ?Es imposible para alguien no peronista triunfar en el conurbano?

¡°El conurbano describe la met¨¢fora de Argentina con una crueldad notable¡±

R. El PRO acaba de demostrar que no. Era una maquinaria peronista, pero se rompi¨® en los 90. Me acuerdo de un puntero me dijo que hab¨ªa pasado de trabajar para Chiche Duhalde a hacerlo para Cristina [Fern¨¢ndez de Kirchner] porque le ofrec¨ªan m¨¢s plata. "Cuando empezamos a descubrir que todos los de arriba lo hac¨ªan por dinero ?por qu¨¦ nosotros no?", me dijo. Comenz¨® a haber algo que estaba m¨¢s comercializado. Muchos punteros que te dicen que son peronistas pero que hoy no tienen problema de trabajar para Cambiemos. El conurbano tiene 33 municipalidades, el peronismo controla 19, el PRO 12 y 2 son de Massa. Si agrupas a las 19 peronistas ah¨ª gan¨® Cristina, a las 12 del PRO ah¨ª gan¨® [Esteban] Bullrich.

P. ?El conurbano es el s¨ªmbolo del fracaso argentino?

R. Me parece que describe la met¨¢fora del pa¨ªs con una crueldad notable. Es el fracaso del mundo, no sabemos c¨®mo generar trabajo, no es tan distinto en el resto de Am¨¦rica Latina. El conurbano est¨¢ lleno de espa?oles e italianos que cre¨ªan que ah¨ª iba a estar un futuro mejor.

P. Cuando est¨¢ en el conurbano ?siente que se ha roto el ascensor social?

R. Se ha roto, pero ya no encuentras a gente a la que se le trunc¨® la ilusi¨®n. Hay una generaci¨®n que es propia del conurbano, que ha vivido siempre de planes, de subsidios y una realidad muy fragmentada. Veo chicos jugando en el basurero, juntando cosas. Lo que para uno es insoportable para otros es la realidad cotidiana. Ya hay una generaci¨®n que creci¨® entre basureros.

P. Usted les cuenta a los ricos, a los empresarios, c¨®mo es el conurbano. ?Hay mucho desconocimiento?

¡°En Argentina se van formando dos guetos. El de la villa y el del country¡±

R. En Argentina se van formando dos guetos. El gueto de la villa y el gueto del country. La gente que se cree en el gueto del country no sabe lo que es vivir en el gueto de la villa. Y cuando uno le lleva una descripci¨®n, casi una pintura, con algunas an¨¦cdotas, algunas historias que le toc¨® a uno vivir hay mucha sorpresa. En el fondo, tal vez, parad¨®jicamente no sean tan distinto contarle a un lector en Espa?a que cont¨¢rselo a un empresario argentino.

P. ?Qu¨¦ an¨¦cdotas les cuentas y los descoloca?

R. ?ltimamente cuento una de una se?ora de una villa que me dec¨ªa el efecto que tiene para ella entrar siempre en la puerta de servicio en el departamento donde trabaja. En la casa donde nac¨ª, la se?ora que nos cuidaba a nosotros entraba por la puerta de servicio. Me hizo reflexionar. Hay gente de primera y de segunda. Despu¨¦s te quejas porque son resentidos.

P. ?Crees que hay dos pa¨ªses en este pa¨ªs?

R. Me parece que hay m¨¢s. Al final del d¨ªa nadie puede vivir encerrado en su propio gueto. Hay que generar m¨¢s puentes. A los empresarios en general les gusta mucho tomar casos exitosos: tal naci¨® en una villa y ahora es ingeniero en la Nasa. Un Messi aparece pero es uno. Se toman ejemplos exitosos para decir que salir de la pobreza es una cuesti¨®n de buena voluntad. Pero los condicionamientos estructurales son fabulosos. Es muy dif¨ªcil salir del conurbano.

P. ?El narcotr¨¢fico est¨¢ condicionando es realidad?

R. A m¨ª me ha pasado incluso ahora con el tema Maldonado [el ¨²ltimo desaparecido argentino] que la gente diga "bueno, ?y por mi sobrino qui¨¦n pide que muri¨® en un tiroteo?" es un tema presente en la vida diaria.

"El nivel de pobreza en el conurbano es del 40%, casi cinco millones de pobres concentrados ah¨ª"

P. En el libro habla del Estado argentino como un golem. ?La gente le tiene miedo al Estado, a la polic¨ªa?

R. Yo recuerdo cuando los j¨®venes de mi parroquia a lo que m¨¢s le ten¨ªan miedo cuando volv¨ªan de bailar de noche era que la polic¨ªa no le sacara las zapatillas o la campera de abrigo. Se entremezcla mucho. En las mismas ferias ilegales como La Salada la polic¨ªa cobra por seguridad y despu¨¦s uno la ve comprando cosas para sus hijos en los mismos puestos.

P. ?Qu¨¦ papel tiene la Iglesia? Se dice que el Papa controla el conurbano.

R. No, no creo. La Iglesia tambi¨¦n tiene much¨ªsimos problemas para lidiar con esta fragmentaci¨®n. Hay villas o barrios en los que el referente es un pastor, en otro un umbanda, en otro nadie y en otro s¨ª hay un cura villero. Yo celebro misa todo los domingos en una villa, la 31, y la cantidad de gente que me viene no llega al 2%. A m¨ª me resulta de ciencia ficci¨®n cuando se cree que la Iglesia controla el conurbano. El conurbano es tierra arrasada. Hay lugares en donde no hay mediador. En la capital se ve que lo malo es un puntero, un extorsionador, pero est¨¢ mucho peor el barrio que ni siquiera tiene un puntero.