¡°No s¨¦ si Macri vino para quedarse, pero la pobreza s¨ª¡±
La respetada intelectual analiza la reconfiguraci¨®n del peronismo y los cambios del pa¨ªs en los ¨²ltimos dos a?os
El 22 de octubre, Mauricio Macri se enfrenta a su primera gran prueba: las elecciones de medio t¨¦rmino, que renuevan buena parte del Congreso. Su gran rival es Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner, que se presenta a senadora en Buenos Aires. EL PA?S presenta una serie de entrevistas a empresarios, activistas, intelectuales y artistas para analizar la situaci¨®n del pa¨ªs
Beatriz Sarlo (Buenos Aires, 1942) es una de las intelectuales m¨¢s conocidas y respetadas de Argentina. Vinculada a la izquierda, Sarlo mira atenta la transformaci¨®n del peronismo y duda que Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner pueda volver al poder, independientemente de los votos que saque este domingo. Desde su oficina, un luminoso apartamento en el centro de Buenos Aires donde los libros han ocupado hasta la cocina, Sarlo cree que el macrismo forma parte de los "experimentos" pol¨ªticos surgidos en los ¨²ltimos a?os en Am¨¦rica Latina.
Pregunta. ?C¨®mo ve a Argentina con el macrismo?
Respuesta. Todav¨ªa no tenemos tiempo para ser expertos en esta cosa tan rara que es el macrismo. Lo que me interesa es que vamos hacia una reconfiguraci¨®n del peronismo. Lo que fue una l¨ªnea que recorri¨® los ¨²ltimos 60 a?os de la Argentina es qu¨¦ iba sucediendo con esa plataforma, pr¨¢cticamente una especie de portaviones donde vos aterrizabas con tus poderes locales.
P. Por primera vez no todo gira alrededor del peronismo
R. Por primera vez hay un proceso que es diferente dentro del peronismo. La que tuvo el liderazgo central en los ¨²ltimos 10 a?os, Cristina [Fern¨¢ndez de Kirchner] est¨¢ de salida, no importa cu¨¢ntos votos saque. Los dirigentes pol¨ªticos de varias provincias se han pronunciado sobre la escasa posibilidad que tiene ella de ser protagonista en la reorganizaci¨®n del peronismo. Uno puede explicarlo por el tipo de personalidad pol¨ªtica de Cristina, el extremo aislamiento en el cual gobern¨®. Las elecciones que gan¨® Macri en realidad las perdi¨® la conducci¨®n de Cristina.
"Cristina est¨¢ de salida, no importa cu¨¢ntos votos saque"
P. ?Por qu¨¦ por primera est¨¢ pasando esto?
R. Estamos viendo el establecimiento trabajoso y no muy atractivo a mi juicio de uno de esos partidos del nuevo tipo que se encuentran por estas latitudes. Mir¨¢s a Europa y los partidos no son as¨ª. Vos mir¨¢s el socialismo alem¨¢n, la socialdemocracia y no es as¨ª. En Espa?a es lo mismo, es como si el patio de cada uno de los partidos se conservara. En Latinoam¨¦rica es donde aparecen estos experimentos. El radicalismo desapareci¨®, se ofrend¨® en el altar de Macri.
P. ?Puede haber un cambio de fondo argentino hacia cierta ortodoxia?
R. ?Que los argentinos no quieran m¨¢s populismo distributivo? El 30% de los que viven de los subsidios necesitan eso, como nosotros necesitamos nuestros sueldos o lo que nos pagan los diarios por nuestras colaboraciones. Despu¨¦s est¨¢n las capas medias, que tienen un car¨¢cter casquivano, van por sus intereses.
"Las capas medias tienen un car¨¢cter casquivano, van por sus intereses"
P. Ha definido al macrismo como kirchnerismo chic.
R. Ese es el estilo, pero creo que ni siquiera es eso. Est¨¢ encontrando su forma. Quiz¨¢s sea absolutamente realista en un pa¨ªs en el que nadie est¨¢ buscando grandes mensajes, donde todo el mundo quiere tranquilidad. Aunque a uno le parezca de poco peso pol¨ªtico y le parezca que la historia de los pa¨ªses la hacen los dirigentes con peso pol¨ªtico, como Merkel, que un a?o dice "los griegos van a tener que pagar hasta que sangren" y tres a?os despu¨¦s dice "ac¨¢ vienen los exiliados" y Alemania recibe un mill¨®n. Esa es una dirigente para m¨ª.
P. ?Macri no?
R. Pero en la Argentina tampoco puede haber eso. La Argentina a diferencia de lo que Macri le dice a la gente todo el d¨ªa es un pa¨ªs muy poco importante para el resto del mundo. Eso de decir "salimos afuera y nos dijeron que qu¨¦ maravilla es la Argentina" es porque son normas de cortes¨ªa. ?Qu¨¦ trajo de Davos? Nada. Me parece muy pobre ideol¨®gicamente decirle a la gente que es un gran pa¨ªs. Sobre todo cuando no lo sos. Lo que ten¨¦s que decir es c¨®mo podemos ser un peque?o pa¨ªs. Por suerte tenemos 40 millones de habitantes y bastante m¨¢s territorio que Chile, y que tenemos algunas que otras ventajas.
P. ?Ve alg¨²n cambio de fondo?
"Me parece muy pobre ideol¨®gicamente decirle a la gente que es un gran pa¨ªs cuando no lo sos"
R. Lo que me parece dif¨ªcil es que bajen las expectativas de consumo en Argentina. O con el menemismo o con el kirchnerismo o con lo que venga. Ahora zarpa todo el mundo a Chile en una segunda campa?a a los Andes, pr¨¢cticamente falta San Mart¨ªn para comprar plasmas. Me parece dif¨ªcil que se bajen las expectativas de consumo en un pa¨ªs que tiene un 30% de gente que consume por debajo de lo necesario para la supervivencia decente.
P. ?La gente se acostumbr¨® a vivir con la pobreza?
R. El choque fue muy fuerte en la d¨¦cada del 90 para nosotros. En el a?o 93, 94, estaba en el puente de Pompeya mirando para la ciudad y veo entrar por primera vez a los cartoneros. Ese fue un shock y el otro fue dos o tres a?os m¨¢s tarde, cuando empezaron los saqueos, mirar con desconfianza racial e identitaria a la gente por la calle. Las capas medias vuelven a lo suyo. Nadie quiere vivir en el estado de servicio social. Salvo que seas cat¨®lico o militante. Por eso Macri est¨¢ as¨ª. No pide nada, ni siquiera que entiendas un discurso que tenga una frase con una proposici¨®n subordinada, una concesiva y una consecutiva. Nada te pide.
P. ?Es c¨®modo tener un gobernante como Macri?
"Macri no te pide nada, ni siquiera que entiendas un discurso con una frase compleja"
R. Para ciertos sectores en tanto no se vean perjudicados sus ingresos, s¨ª, sin dudas. ?C¨®mo no va a ser c¨®modo tener personas que van abrazando viejas y se?oras de 50 a?os que salen a la puerta de barrios pobres y dicen que conocieron la realidad haciendo ese ejercicio? Es extraordinario. "Yo conozco much¨ªsimo, miro al tipo que est¨¢ durmiendo en la puerta de mi casa y me doy cuenta de todo". Sabemos que no se conoce una sociedad as¨ª, pero ?c¨®mo no va a emocionar eso?
P. ?Este proceso puede cambiar algo?
R. Creo que los pobres han llegado por primera vez para quedarse. Esa s¨ª que es la gran diferencia con el periodo en el cual primero yo crec¨ª y despu¨¦s fui joven. No se pueden reincorporar porque es un mundo que est¨¢ en ebullici¨®n, que est¨¢ en cambio, que son los pibes que no van a la escuela. Gente que no vio trabajar a su madre, a su padre. La pobreza vino para quedarse. ?C¨®mo sac¨¢s de la condici¨®n de v¨ªctima a una chica que tiene a su primer hijo a los 14 a?os, su segundo a los 17? Est¨¢n condenados. Con la bendici¨®n del Papa, eso s¨ª, creced y multiplicaos.
P. No tiene claro si Macri vino para quedarse, pero cree que la pobreza s¨ª, que es el gran cambio.
R. Estoy convencida.
P. ?La izquierda argentina se acab¨®?
R. Unen fue una alternativa que yo consider¨¦ muy interesante, que fue la uni¨®n del partido radical que siempre tuvo un ala socialdem¨®crata. Esa alianza es la que destruy¨® Carri¨® en primer lugar y Sanz en segundo. No tiene chance ahora.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.