¡®Romper el silencio¡¯, una confesi¨®n de 22 periodistas mexicanos ante las agresiones

La ma?ana del 7 de octubre de 2007 tres repartidores de peri¨®dicos que trabajaban para el diario El Imparcial del Istmo fueron acribillados. Martha Izquierdo, quien trabajaba en el Estado de Oaxaca como corresponsal del diario nacional Reforma, lleg¨® a cubrir la nota hasta la autopista donde hab¨ªan encontrado los cuerpos dentro de un coche. En el lugar, custodiado por militares y polic¨ªas, la periodista recibi¨® una llamada que desat¨® su angustia. "Pinche periodista, la que sigues eres t¨², deja de publicar chingaderas o te va a cargar la verga", le advirti¨® un hombre con acento norte?o. La mujer se subi¨® a su auto y se regres¨® a Ciudad Ixtepec, donde viv¨ªa, en un trayecto de 45 minutos que le parecieron eternos.

Al llegar a su casa tom¨® una maleta con unas cuantas pertenencias y sali¨® del Estado con el apoyo del medio donde trabajaba. "Nunca hab¨ªa sentido tanto miedo, no dejaba de pensar que al llegar a la Ciudad de M¨¦xico me dijeran que hab¨ªan matado a mi esposo, a mis hermanos, o que alguien me estuviera esperando para querer hacerme algo", cuenta Martha Izquierdo en entrevista con este medio. El relato de la periodista, titulado Entre el miedo y la pasi¨®n, est¨¢ recopilado en el libro Romper el Silencio, una publicaci¨®n que re¨²ne las historias de 22 periodistas de diversos Estados de M¨¦xico que cuentan las amenazas y el hostigamiento que viven a diario.

Martha, una periodista de 45 a?os, fue una de las primeras reporteras en documentar los secuestros de migrantes por parte del crimen organizado en su trayecto hacia Estados Unidos abordo del tren conocido como La Bestia. Tambi¨¦n fue una de las que mayor cobertura les dio a las ejecuciones y los enfrentamientos entre polic¨ªas y delincuentes que se agudizaron con la llegada del c¨¢rtel Los Zetas a Juchit¨¢n, y cont¨® la colusi¨®n de estos criminales con las autoridades. "Meses despu¨¦s de aquella llamada regreso a mi Estado por decisi¨®n m¨ªa, pero casi no sal¨ªa de mi casa, no dejaba de ver los retrovisores en el auto y las amenazas siguieron, fue horrible¡±, dice. A partir de entonces tom¨® la decisi¨®n de dejar de cubrir tantos temas de violencia y crimen organizado.

Desde el 2007 que comenz¨® a recibir las primeras amenazas, ¨¦stas no han cesado. Actualmente est¨¢ en el mecanismo de protecci¨®n a periodistas del Gobierno federal porque el a?o pasado un alcalde la amenaz¨®. Martha hab¨ªa dado a conocer que el mun¨ªcipe desv¨ªo recursos p¨²blicos del Ayuntamiento a su bolsillo. ¡°Dos hombres me dejaron un recado con el velador de la radio (donde trabaja) para que dejara de estar chingando. Por eso estoy bajo el mecanismo¡±, explica.

El libro fue publicado por la Brigada para leer en libertad, una asociaci¨®n dedicada a fomentar la lectura, y est¨¢ editado por Alejandro Almaz¨¢n, Daniela Rea y Emiliano Ruiz Parra, periodistas radicados en la Ciudad de M¨¦xico. La idea la ten¨ªan desde principios de a?o, pero cobr¨® m¨¢s fuerza tras el asesinato del periodista Javier Valdez ocurrido en Sinaloa en mayo de este a?o. "Convocamos a colegas de los Estados con dos preguntas muy simples: ?Qu¨¦ significa hacer periodismo en una zona violenta? y ?Qu¨¦ a perdido la sociedad cuando se ha agredido a periodistas?",?cuenta Emiliano Ruiz Parra.

El resultado es un libro?de cr¨®nicas donde los reporteros escriben desde el g¨¦nero de la confesi¨®n y adquieren un protagonismo que no hab¨ªan tenido. "Solicitamos los textos en un momento donde muchos de ellos ya hab¨ªan procesado (toda la violencia que vivieron) y pod¨ªan contar esas historias". En algunos casos?escriben con un sentimiento de culpa al no poder publicar ciertos temas ante el miedo por las amenazas o el hostigamiento. "Este libro quer¨ªa escuchar las historias de los reporteros de los estados, que los ten¨ªamos o los tenemos un poco olvidados y se hizo con una carga emocional muy fuerte, con el riesgo que implicaba hacerlo todo tan r¨¢pido", expone Ruiz Parra.

Otro de los testimonios que contiene la publicaci¨®n es el de la periodista Patricia Mayorga, que tuvo que salir de Chihuahua d¨ªas despu¨¦s de que mataran a su colega Miroslava Breach en marzo de este a?o. ¡°Me sirvi¨® escribirlo (el relato) porque es darle forma a esto que estoy viviendo¡±, dice en entrevista con este diario. Ella y Miroslava compart¨ªan coberturas y tem¨¢ticas. Ambas documentaron la narcopol¨ªtica en el Estado y el desplazamiento de los tarahumaras en la sierra, por eso Patricia tuvo que salir de su tierra d¨ªas despu¨¦s del homicidio de su amiga y actualmente se encuentra exiliada. ¡°Encontrarme con otros periodistas en sus textos me hizo sentir menos sola porque aunque hay mucha gente cerca y muchas organizaciones, el desplazamiento es un proceso muy solitario¡±, manifiesta.

El libro se present¨® el pasado 21 de octubre en la Feria del Libro del Z¨®calo, en la Ciudad de M¨¦xico, donde varios de los reporteros que colaboraron expusieron la forma de hacer periodismo en sus Estados, donde no s¨®lo enfrentan amenazas, sino p¨¦simas condiciones laborales. Durante el evento, Gerardo Romo Arias, de Zacatecas, pidi¨® solidaridad con el gremio. "Yo a lo que aspiro es que seamos hoy m¨¢s solidarios en la vida que en la muerte y este testimonio, este documento, es ese grito. Es hoy cuando tenemos que ser solidarios, y no cuando tengamos que estar en las tumbas", expres¨®.