La muerte lleg¨® en el viaje perfecto
Cinco de los ocho muertos forman parte de un grupo de 10 argentinos que celebraban 30 a?os de su graduaci¨®n
Era el plan perfecto. Tanto que llevaban prepar¨¢ndolo casi un a?o. Diez amigos de toda la vida, compa?eros del colegio, paseaban juntos en bicicleta por Nueva York para celebrar una fecha especial: los 30 a?os trascurridos desde su graduaci¨®n en el Instituto Polit¨¦cnico Superior General San Mart¨ªn de Rosario, el Poli, una de las escuelas m¨¢s conocidas de la ciudad de Lionel Messi, del Che Guevara y de Roberto Fontanarrosa. Durante esos 30 a?os el grupo se hab¨ªa mantenido como una pi?a. Se juntaban a menudo, organizaban encuentros grandes cada a?o. Pero este era muy especial. La fotograf¨ªa que muestra a ocho miembros del grupo con la misma camiseta en la que se lee ¡°libre¡± justo antes de tomar el avi¨®n desde Rosario hacia EEUU da idea de la euforia por el viaje que les devolv¨ªa de alguna manera a la adolescencia.
Un amigo que habl¨® con ellos el d¨ªa antes de partir asegura que estaban felices como ni?os. La mayor¨ªa son empresarios, ingenieros o arquitectos con importantes responsabilidades pero viv¨ªan este momento como el m¨¢s importante del a?o. ¡°El Poli es como una gran familia, una hermandad sin distinci¨®n de clases sociales, porque es p¨²blico. Cada a?o vamos todos a la escuela con el taburete que tallamos nosotros cuando ¨¦ramos alumnos. Es un centro p¨²blico que crea una pertenencia muy fuerte. Para nosotros no es extra?o que fueran a Nueva York juntos despu¨¦s de 30 a?os. Todos mantenemos el v¨ªnculo. Esta noche iremos todos a la escuela. Es una locura, hab¨ªa ido a celebrar la amistad, a hacer algo bueno, eran todos buena gente, y est¨¢n muertos, se me revuelve el coraz¨®n. Estamos conmocionados¡±, cuenta a EL PA?S Lali Racca, ex alumna de la misma generaci¨®n que conoc¨ªa a dos de los fallecidos. Su hija tambi¨¦n es alumna, como algunos de los hijos de los fallecidos en el atentado de Nueva York, cinco de ellos argentinos de este mismo grupo.
En Argentina casi toda la vida social se articula en torno a los grupos de amigos y los asados. En este el v¨ªnculo era tan fuerte que uno de ellos, el m¨¢s exitoso, el empresario Ariel Erlij, de 48 a?os, propietario de la firma Ivanar, que se dedica a la producci¨®n y comercializaci¨®n de productos sider¨²rgicos, financi¨® parte del viaje de otros compa?eros, algo que seg¨²n Vacca es frecuente entre exalumnos del Poli. Erlij organiz¨® todo. Era una gran fiesta. Pero acab¨® de forma tr¨¢gica.
Murieron el pr¨®prio Erlij, Hern¨¢n Diego Mendoza, Diego Enrique Angelini, Alejandro Dami¨¢n Pagnucco, y Hern¨¢n Ferruchi, todos entre 48 y 49 a?os. ¡°Era mucho m¨¢s que un gran padre y un gran empresario, era sobre todo, una gran persona que supo inculcar su perseverancia y compromiso en cada aspecto de su vida¡±, se?alaba un comunicado de los trabajadores de la empresa de Erlij. El viaje deb¨ªa terminar con una gran fiesta en Rosario el viernes para celebrar los 30 a?os, donde se unir¨ªan todos los que no pudieron ir. Algunos miembros del grupo se echaron atr¨¢s en el ¨²ltimo momento.
Todo fue rapid¨ªsimo, seg¨²n relataron a sus amigos los supervivientes. El cami¨®n conducido por el asesino pas¨® por encima de los fallecidos y los destroz¨®. Los dem¨¢s se salvaron por cent¨ªmetros. Uno de ellos, Mart¨ªn Marro, qued¨® herido en el atentado pero pudo salvar la vida y est¨¢ fuera de peligro. Marro era precisamente el principal motivo por el que hab¨ªan elegido EEUU como destino. Los dem¨¢s se quedaron en Argentina, pero Marro se instal¨® en Boston hace unos a?os. As¨ª que la excusa de reencontrarse con ¨¦l, tambi¨¦n miembro de la promoci¨®n del 87, era perfecta para organizar un viaje que comenz¨® el s¨¢bado y ten¨ªa que durar una semana pero se trunc¨® el martes de forma brutal.
Fue terrible, pero pudo haber sido peor. Muchos vecinos de la zona comentaban el mi¨¦rcoles que el atentado podr¨ªa haber causado una tragedia mayor. Que fuera la tarde de Halloween ayud¨® a que ese carril bici del barrio de Tribeca no estuviera tan concurrido como es habitual. Se trata de una zona junto al r¨ªo Hudson especialmente codiciada por corredores y ciclistas en esta ¨¦poca del a?o, un oto?o en que las temperaturas a¨²n son suaves. Aun as¨ª, cuando Lloyd Mitchell lleg¨® all¨ª con su c¨¢mara nada m¨¢s o¨ªr lo ocurrido, el camino parec¨ªa el paisaje posterior a una cruenta batalla: ¡°Solo hab¨ªa caos, cuerpos tirados por todas partes y gente gritando y llorando¡±, explica frente al mismo lugar de los hechos, hoy vac¨ªo, acordonado y lleno de silencio. Seis de las v¨ªctimas murieron en el acto, las otras dos lo hicieron una vez llegados al Hospital Presbiteriano del Bajo Manhattan.
El ataque tambi¨¦n se cobr¨® la vida de una mujer belga de 31 a?os, Ann-Laure Decadt, madre de una ni?a de tres a?os. El mi¨¦rcoles a¨²n faltaban dos fallecidos por identificar. El alcalde de la ciudad, Bill de Blasio, dijo que todos ellos, independientemente de d¨®nde nacieron o de d¨®nde ven¨ªan, ser¨ªan neoyorquinos para siempre.
Las familias argentinas, destrozadas, estaban viajando ayer a Nueva York para repatriar los cad¨¢veres. Algunas a¨²n no hab¨ªan encontrado la manera de contarle a sus hijos adolescentes que sus padres hab¨ªan muerto de la manera m¨¢s terrible imaginable en un viaje de placer con sus amigos. Todos necesitaron la ayuda de psic¨®logos para tratar con los ni?os.
¡°Es un momento es terrible, estaban celebrando la amistad 30 a?os despu¨¦s de salir del colegio¡±, se?ala a EL PA?S el canciller argentino, Jorge Faurie. ¡°Los hemos visto en Espa?a, donde tambi¨¦n hubo v¨ªctimas argentinas, en Francia, Alemania, B¨¦lgica, ahora en EEUU. Esta violencia irracional, esta campa?a de terrorismo islamista que no se sabe qu¨¦ reclama, nos har¨¢ reforzar la coordinaci¨®n entre pa¨ªses, pero debemos saber que la seguridad al 100% no existe y que lo peor que podemos hacer es darnos por vencidos, decir no voy viajar, no voy a salir, por lo que me pueda pasar. Nosotros ya tuvimos los atentados de la AMIA y la embajada de Israel [en los 90], ahora tenemos argentinos afectados en distintos atentados. No existe la seguridad total, ni siquiera en EEUU, pero no podemos cambiar nuestra forma de vida¡±, insiste el canciller. ¡°En Argentina pensamos que estamos tan lejos de los atentados, que esas son cosas del primer mundo, y ahora estamos en el medio de esto. Es una locura¡±, remata Vacca.
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