Nueva York 2017: en esta ciudad ya se puede bailar
Este martes se aprob¨® una orden municipal que elimina la ley del cabaret. Esta norma se adopt¨® en 1926 para limitar el consumo ilegal de alcohol
Bailar por la noche en un bar cualquiera de Nueva York est¨¢ prohibido desde hace casi un siglo. La ciudad que nunca duerme cuenta, de hecho, con solo 27 locales en los que est¨¢ permitido mover el esqueleto. El tr¨¢mite burocr¨¢tico para obtener la licencia es imposible, por no hablar de todas las normativas de seguridad que existen. Eso se acab¨® este martes, 31 de octubre, con la aprobaci¨®n de una orden municipal que elimina la ley del cabaret.
¡°Es simplemente rid¨ªculo¡±, se?ala el concejal Rafael Espinal, autor de la propuesta para abolir la norma, ¡°se puede reprimir el ruido, las actividades il¨ªcitas o que los locales no sean seguros. Pero no bailar¡±. La ley, a?ade el dem¨®crata de Brooklyn, penaliza al peque?o emprendedor. El alcalde Bill de Blasio, que se presenta el pr¨®ximo martes a la reelecci¨®n, lo apoy¨® en su particular batalla.
La ley del cabaret data de 1926. Se adopt¨® para limitar el consumo ilegal de alcohol durante los a?os de la Prohibici¨®n. Los grupos que defienden los derechos de las minor¨ªas y de la comunidad homosexual llevan a?os denunciando que esta ley fue utilizada en el pasado para cerrar establecimientos. Es lo que se hizo durante las tres d¨¦cadas con los bares de jazz en Harlem, seg¨²n cuentan los historiadores.
La legislaci¨®n se usa poco estos d¨ªas, pero los detractores cuentan que es muy oportuna para cerrar locales ¡°indeseables¡±. La violaci¨®n de la normativa conllevaba la p¨¦rdida del permiso para la venta de alcohol, lo que hace imposible llevar adelante el negocio de cualquier bar o discoteca. Espinal propone que en su lugar se cree una figura que haga de intermediario entre los due?os de los bares, los vecinos y la ciudad.
Actualmente hay 25.000 locales de ocio en la ciudad contando bares, restaurantes y salas de fiestas. Esta legislaci¨®n arcaica fue una de las preferidas por la administraci¨®n de Rudy Giuliani en su batalla por poner la gran metr¨®poli en orden. El problema no es solo que fuera muy restrictiva. Es que adem¨¢s se aplicaba de una manera impredecible e inconsistente. Eso la convert¨ªa en una ley peligrosa.
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Las modificaciones de la ley
Entre 1940 y 1967, por ejemplo, Nueva York requer¨ªa bajo esta ley que los artistas que actuaban en cabar¨¦s y los empleados que trabajaban en ese tipo de establecimientos tuviesen tambi¨¦n una licencia. Para conseguirla deb¨ªan someterse a entrevistas y no tener antecedentes penales y luego renovar peri¨®dicamente la licencia.
Grandes estrellas como Ray Charles o Billie Holiday no pudieron actuar en la ciudad durante partes de sus carreras tras haber perdido su licencia por problemas con la ley.
Frank Sinatra se neg¨® durante un tiempo a cantar en la Gran Manzana por la obligaci¨®n de solicitar ese permiso, algo que consideraba "indigno".
Tras caer casi en el olvido durante la d¨¦cada de los setenta y ochenta, en 1990 el alcalde Rudy Giuliani -conocido aliado del presidente, Donald Trump-, recuper¨® la ley para utilizarla como parte de su pol¨¦mica campa?a contra el crimen en la ciudad.
La NYC Coalition Artist se?alan en este sentido que hab¨ªa determinados locales que por su ¡°demograf¨ªa¡± atra¨ªan m¨¢s la atenci¨®n de las fuerzas del orden. Ponen como ejemplo actuaciones musicales de grupos hip-hop. Estos grupos se?alan, adem¨¢s, que la prohibici¨®n chocaba frontalmente con la Primera Enmienda de la Constituci¨®n, que garantiza la libertad de expresi¨®n.
El voto en el consejo municipal para repeler la anticuada norma fue un¨¢nime. El alcalde debe estampar su firma en la decisi¨®n para que se haga efectiva y pueda sacar de la ilegalidad de una vez para siempre a la vibrante cultura nocturna que hace ¨²nica a la ciudad de Nueva York, un negocio que por cierto mueve 10.000 millones de d¨®lares anuales.
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