Trump y Abe presentan un frente unido ante Corea del Norte
El presidente estadounidense se queja durante su visita oficial a Jap¨®n del desequilibrio en la balanza comercial entre los dos pa¨ªses
¡°La era de la paciencia estrat¨¦gica se ha acabado¡±. As¨ª lo ha reiterado el presidente de EE UU, Donald Trump, en una rueda de prensa en Tokio junto al primer ministro nip¨®n, Shinzo Abe, dominada por la tensi¨®n en torno al programa de armamento de Corea del Norte. Ambos l¨ªderes, que presumen de mantener una excelente sinton¨ªa personal, quisieron hacer gala de su posici¨®n conjunta al respecto y presentar un frente unido ante Pyongyang.
Tanto Trump como Abe, que se deshicieron en sonrisas el uno hacia el otro durante su comparecencia, son partidarios de una l¨ªnea dura para conseguir que Corea del Norte renuncie a la fabricaci¨®n de armas nucleares y al desarrollo de misiles de diverso alcance. El presidente estadounidense ha mantenido una ret¨®rica constantemente belicosa hacia Pyongyang, y ha llegado a amenazar con el uso de la fuerza. Una posici¨®n que Tokio ve¨ªa con preocupaci¨®n si llegara a hacerse realidad de modo unilateral: por proximidad su territorio ser¨ªa, sin duda, blanco de la represalia norcoreana.
C¨®mo responder a un programa que ya ha hecho sobrevolar en dos ocasiones en lo que va de a?o cohetes por encima de territorio japon¨¦s ha sido uno de los grandes asuntos dominantes en el almuerzo de trabajo y reuni¨®n ampliada que los dos mandatarios han celebrado este lunes, dentro de la gira de Trump por el este asi¨¢tico. Ante el exterior, no han presentado fisuras.
Jap¨®n ¡°est¨¢ al cien por cien¡± con Estados Unidos y su pol¨ªtica de mantener ¡°todas las opciones encima de la mesa¡± en este asunto, ha afirmado Abe, que ha anunciado nuevas sanciones contra una treintena de personalidades norcoreanas. Jap¨®n, ha sostenido, derribar¨¢ cohetes norcoreanos si lo cree necesario. Trump, por su parte, ha destacado que ¡°las pruebas nucleares ilegales y los lanzamientos de misiles bal¨ªsticos escandalosos suponen una amenaza a una gran civilizaci¨®n y a la paz internacional y la estabilidad¡±.
El presidente estadounidense dio por finiquitada la ¡°paciencia estrat¨¦gica¡±, la pol¨ªtica seguida por su predecesor, Barack Obama, a la hora de responder a la escalada de armamento norcoreano. ¡°Hay quien dice que mi ret¨®rica es muy fuerte, pero miren los 25 a?os que hemos tenido de ret¨®rica d¨¦bil, y vean d¨®nde estamos ahora¡±, indic¨®. Trump pas¨® por alto el hecho de que desde su llegada a la Casa Blanca Corea del Norte ha redoblado a¨²n m¨¢s la velocidad del desarrollo de su programa, y ha conseguido dotarse de un misil intercontinental en un plazo m¨¢s corto de lo que calculaban los expertos a comienzos de este a?o.
El comercio fue otro de los grandes asuntos abordados en la reuni¨®n entre ambos. Trump, que a su llegada al poder anunci¨® la salida de EE. UU. del ambicioso acuerdo comercial TPP que une ambas orillas del Pac¨ªfico, se lament¨® de los d¨¦ficits comerciales de su pa¨ªs, uno de los temas recurrentes de su pol¨ªtica econ¨®mica. Jap¨®n, seg¨²n ¨¦l, ha sido el ganador ¡°durante muchas d¨¦cadas¡± del desequilibrio bilateral; unos desequilibrios que ¡°hay que negociar de manera amistosa¡±, sostuvo.
?Una manera de resolverlo? Trump apunt¨® una v¨ªa: "el primer ministro de Jap¨®n va a comprar una cantidad masiva de armamento estadounidense, como deber¨ªa". Abe, por su parte, prometi¨® que su pa¨ªs importar¨¢ m¨¢s productos estadounidenses.
La jornada del presidente estadounidense en Jap¨®n se vio sacudida por la matanza en una iglesia de Texas, en la que un exsoldado abri¨® fuego contra la congregaci¨®n y dej¨® al menos 26 muertos. Tanto Abe como Trump dedicaron palabras de condolencia en su rueda de prensa. Aunque el inquilino de la Casa Blanca insisti¨® en considerar el suceso un problema de ¡°salud mental¡± y ¡°no un problema de armas¡±.
La gira asi¨¢tica de Trump continuar¨¢ este martes en Corea del Sur, donde visitar¨¢ una base militar de su pa¨ªs y pronunciar¨¢, el mi¨¦rcoles, un discurso sobre su visi¨®n de la pol¨ªtica exterior estadounidense en la regi¨®n. El largo viaje -el m¨¢s largo de un presidente estadounidense al extranjero desde los tiempos de George Bush padre, como han remarcado los funcionarios de la Casa Blanca- le llevar¨¢ tambi¨¦n a China, para reunirse con el presidente Xi Jinping, y a Vietnam y Filipinas para participar en una serie de cumbres regionales.
El presidente y el emperador
Durante la ma?ana, Trump y su esposa, Melania, hab¨ªan acudido a una audiencia con los emperadores japoneses; un evento que hab¨ªa suscitado cierto nerviosismo entre los funcionarios nipones ante la posibilidad de que el presidente estadounidense cometiera alg¨²n error protocolario en una de las cortes de comportamiento m¨¢s r¨ªgido.
Obama hab¨ªa causado consternaci¨®n en su pa¨ªs cuando, en su momento, salud¨® a Akihito con una profunda reverencia: en opini¨®n de los comentaristas conservadores, pod¨ªa interpretarse como una humillaci¨®n ante el jefe de Estado de un antiguo pa¨ªs enemigo.
Todo acab¨® saliendo bien: Trump no se inclin¨® hacia el emperador y se limit¨® a saludarle con un apret¨®n de manos. La televisi¨®n japonesa mostr¨® im¨¢genes de ambos jefes de Estado dialogando con cordialidad a trav¨¦s de un int¨¦rprete, mientras la emperatriz Michiko y Melania Trump parec¨ªan hacer lo mismo sin necesidad de recurrir a la traducci¨®n.
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