Asia espera a Trump con el aliento contenido

Asia aguarda con expectaci¨®n la primera gira del impredecible presidente estadounidense. Los aliados de EE UU esperan gestos que demuestren que esa regi¨®n le importa a Donald Trump y que quiere mantener la presencia de su pa¨ªs. Hasta ahora, las se?ales han sido, cuando menos, contradictorias. Y China, cuyo presidente, Xi Jinping, acaba de ser coronado como el l¨ªder m¨¢s poderoso de su pa¨ªs desde los a?os 70, ha dejado claro que est¨¢ dispuesto a llenar cualquier vac¨ªo que deje Washington.

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El vac¨ªo siempre se llena

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En el reciente Congreso del Partido Comunista que le renov¨® el mandato para al menos cinco a?os m¨¢s, Xi asegur¨® que su pa¨ªs buscar¨¢ convertirse en ¡°un l¨ªder global en lo que respecta a la influencia internacional y a un amplio poder¨ªo nacional¡±. A diferencia de EE UU, China se presenta ahora como la gran potencia defensora de la globalizaci¨®n, del libre comercio, de la lucha contra el cambio clim¨¢tico. Cuestiones dominantes en las cumbres regionales de a?os previos, como las disputas de soberan¨ªa en el mar del sur de China, han quedado acalladas.

Y aunque la pujanza china pueda suscitar reticencias entre sus vecinos, Xi tambi¨¦n se presenta como un l¨ªder fiable. Al contrario de Trump, al que incluso sus aliados perciben con aprensi¨®n ante la posibilidad de que un cambio de humor pueda generar un momento embarazoso, en el mejor de los casos, o toda una crisis.

El presidente estadounidense ya caus¨® una profunda decepci¨®n entre sus aliados a la zona cuando, apenas llegado al poder, se baj¨® en marcha del TPP, el ambicioso pacto de libre comercio que conectaba ambas orillas del Pac¨ªfico, pero exclu¨ªa a China. Aunque parece haber reculado de sus exigencias de que socios como Tokio o Se¨²l pagaran los gastos de la protecci¨®n estadounidense, ha seguido desconcertando con amenazas como la de anular el tratado de libre comercio vigente con Corea del Sur.

Vista la trayectoria, es dif¨ªcil que los pa¨ªses de la regi¨®n apoyen sus propuestas m¨¢s all¨¢ de lo que dicte la buena educaci¨®n. Su iniciativa ¡°Indo-Pac¨ªfico abierto y libre¡± parece que vaya a tener poco recorrido, m¨¢s all¨¢ de un simple cambio de nombre a la regi¨®n que hasta ahora se conoc¨ªa generalmente como ¡°Asia-Pac¨ªfico¡±. Ni siquiera India, el pa¨ªs al que se pretende incluir con la nueva denominaci¨®n, se ha mostrado excesivamente entusiasta de una alianza firme con Washington.

La ret¨®rica beligerante de Trump contra Corea del Norte y su l¨ªder Kim Jong-un han causado tambi¨¦n inquietud ante la posibilidad de que pudiera desencadenar un conflicto en el que sus dos mejores aliados en la regi¨®n, Jap¨®n y Corea del Sur, quedar¨ªan especialmente mal parados.

No es casualidad que, precisamente ahora, Pek¨ªn y Se¨²l hayan dado oficialmente por enterrada el hacha de guerra que China blandi¨® cuando su vecino despleg¨® a comienzos de este a?o el escudo antimisiles THAAD. O que Jap¨®n busque una reuni¨®n trilateral. Corea del Norte preocupa y las tres capitales tienen mucho inter¨¦s en evitar que Pyongyang pueda dar pasos que desestabilicen gravemente la regi¨®n.