Trump promociona su club de golf ante el Parlamento de Corea del Sur

Donald Trump subi¨® al estrado. El Parlamento de Corea del Sur le escuchaba. Era un momento clave de su gira asi¨¢tica, un discurso para afianzar la cooperaci¨®n ante la amenaza nuclear de Corea del Norte. Pero el presidente de Estados Unidos se quit¨® la gorra presidencial para retornar a su personalidad showman y no pudo evitar promocionar, de paso, su club de golf en Nueva Jersey, donde han pasado numerosos fines de semana desde que se mud¨® a Washington.

¡°El torneo de golf de mujeres U.S. Open fue celebrado este a?o en el Trump National Golf Club en Bedminster, Nueva Jersey y da la casualidad que lo gan¨® una gran golfista coreana¡±, dijo Trump con pausas entre cada palabra, como si estuviera presentando un premio. ¡°Y las cuatro mejores: ?uno!, ?dos!, ?tres!, ?cuatro! eran de Corea del Sur. Enhorabuena¡±, dijo Trump alej¨¢ndose del micr¨®fono, aplaudiendo y mirando a los legisladores, buscando su reconocimiento.

El presidente trataba de elogiar los logros y avances de los coreanos, algo que gust¨® entre el p¨²blico. Pero para sus cr¨ªticos, los comentarios fueron otra demostraci¨®n de un mandatario incapaz de acoplarse a la diplomacia internacional y la solemnidad de una intervenci¨®n sobre un asunto clave como el norcoreano. M¨¢s all¨¢, lo consideran otra prueba m¨¢s de que la empresa de Trump est¨¢ generando millones de d¨®lares a causa de que su fundador es ahora la persona m¨¢s poderosa del mundo.

En Haw¨¢i, al inicio de la gira asi¨¢tica, el presidente pas¨® por su hotel antes de marcharse de la isla, algo que no estaba previsto en el calendario y que seg¨²n la portavoz fue una decisi¨®n de ¨²ltima hora. Desde que lleg¨® a la Casa Blanca en enero, el republicano ha hecho una continua promoci¨®n impl¨ªcita de sus propiedades. De las 73 veces que ha jugado al golf desde que es presidente, solo en dos de ellas no lo ha hecho un club suyo: uno en EE UU y otro en Jap¨®n, seg¨²n el pormenorizado recuento de la web Trump Golf Count. Adem¨¢s, el presidente ha pasado 95 de 277 d¨ªas de presidencia en una propiedad suya, seg¨²n The New York Times.

Hace menos de un a?o, cuando gan¨® las elecciones, el republicano se distanci¨® y desvincul¨® del manejo de su conglomerado empresarial. Sin embargo, sigue recibiendo beneficios econ¨®micos. Su hotel en Washington se ha convertido en un nuevo centro de influencia, recaudando dos millones de d¨®lares en beneficios en ocho meses de funcionamiento.

Desde que lleg¨® a la Casa Blanca, abogados y dem¨®cratas han presentado demandas alegando que esto supone un conflicto de inter¨¦s y viola las normas ¨¦ticas del Ejecutivo. En marzo los due?os de un restaurante le denunciaron por competencia desleal de su hotel. Hasta ahora ninguna ha prosperado.