El Papa proh¨ªbe la venta de cigarrillos en el Vaticano a partir de 2018
Los empleados de la Santa Sede pod¨ªan comprarlos en una tienda libre de impuestos en el Estado pontificio
A partir del pr¨®ximo enero, el ¨²nico humo del Vaticano ser¨¢ el de la fumata de la Capilla Sixtina. La Santa Sede inform¨® este jueves de que el Papa ha decidido prohibir la venta de tabaco a empleados, religiosos y diplom¨¢ticos a partir de 2018. ¡°El motivo es muy simple: la Santa Sede no puede cooperar con una pr¨¢ctica que da?a claramente la salud de las personas¡±, inform¨® el portavoz papal, Greg Burke, en un comunicado. Solo hay otros dos Estados en el mundo que hayan prohibido la venta de cigarrillos: But¨¢n y Turkmenist¨¢n.
El peque?o Estado ha ido eliminando poco a poco algunos privilegios y adapt¨¢ndose, a veces adelantadamente, a algunas normas internacionales. De hecho, el Vaticano aprob¨® en 2002, antes que Italia, una ley que prohib¨ªa fumar en locales p¨²blicos, aunque segu¨ªa permitiendo la venta de cigarrillos con descuento en su tienda interna, el lugar donde abastece a sus residentes de algunos productos b¨¢sicos.
Fuente de ingresos
Los superventas, como sucede en este tipo de peque?os Estados, siempre han sido los productos farmac¨¦uticos, la gasolina y el tabaco. Los empleados y jubilados del Vaticano, que son unas 6.000 personas, pueden adquirirlos en un centro comercial de dos pisos, situado en la antigua estaci¨®n ferroviaria a un precio m¨¢s bajo, con un descuento de casi el 20%.
La venta de tabaco, y ah¨ª reside la importancia del gesto, ¡°supon¨ªa una fuente de ingresos para la Santa Sede¡±, agreg¨® Burke. Una v¨ªa extra para cuadrar las complicadas cuentas. "A pesar de que la venta de cigarrillos a empleados y jubilados a un precio reducido constituye una buena fuente de ingresos para la Santa Sede, ning¨²n beneficio es leg¨ªtimo si cuesta la vida a la gente", a?ad¨ªa la nota.
El papa Francisco, que sufri¨® graves problemas en un pulm¨®n cuando era joven, nunca ha fumado. Adem¨¢s, siempre ha mostrado su clara oposici¨®n al enriquecimiento de los Estados con la venta de productos il¨ªcitos o da?inos para la salud.
Los Estados Pontificios fueron los primeros en importar la planta de tabaco y algunos grabados y pinturas antiguas muestran a un Papa mientras fuma. El paso del tiempo ha terminado llev¨¢ndoles a recordar que, seg¨²n la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS), el tabaco causa m¨¢s de siete millones de muertes al a?o en todo el mundo.
But¨¢n, un diminuto reino en el Himalaya, prohibi¨® fumar en p¨²blico y la venta del tabaco en 2004. De su parte, la rep¨²blica centroasi¨¢tica de Turkmenist¨¢n vet¨® el comercio de cigarrillos el a?o pasado.
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