Trump obvia en p¨²blico los derechos humanos durante su visita a China
El presidente de EE UU ha podido hacer uso de Twitter durante su estancia en el pa¨ªs asi¨¢tico
Un d¨ªa antes de que el presidente de EE UU, Donald Trump, aterrizara en China, mor¨ªa Yang Tongyan a los 56 a?os. Este activista y escritor chino hab¨ªa pasado la ¨²ltima d¨¦cada de su vida en prisi¨®n. Condenado a doce a?os de c¨¢rcel en 2006 por reclamar derechos humanos y democracia en sus obras, solo fue puesto en libertad condicional en agosto, ya muy enfermo de un tumor cerebral. En ninguna de sus comparecencias en p¨²blico durante sus dos d¨ªas de estancia en Pek¨ªn Trump ha aludido a su caso, ni al de ning¨²n otro disidente en China. Al menos en presencia de la prensa, el presidente estadounidense ha ignorado el asunto.
Hasta ahora, los derechos humanos hab¨ªan sido uno de los asuntos constantes que los presidentes estadounidenses m¨¢s recientes sacaban a relucir en p¨²blico en sus visitas a China, con m¨¢s o menos ostentaci¨®n por su parte y con m¨¢s o menos irritaci¨®n por parte de sus anfitriones.?
Antes de comenzar la gira presidencial por Asia, el consejero de seguridad nacional, H R McMaster, ya hab¨ªa dejado claro que cualquier atenci¨®n que se prestara a estas cuestiones no se har¨ªa en p¨²blico. ¡°?Cu¨¢nto ayuda el pegar gritos sobre esto? No ha sido efectivo en la historia reciente en cualquier caso¡±, coment¨® en una rueda de prensa la semana pasada.
En su comparecencia ante la prensa junto al presidente chino, Xi Jinping, Trump no sac¨® a relucir el caso de Liu Xia, la viuda del premio Nobel Liu Xiaobo, que permanece en paradero desconocido desde el funeral de su esposo en junio pasado. Un grupo de prominentes escritores, como Margaret Atwood o Philip Roth, le hab¨ªa pedido en una carta su intercesi¨®n por ella.
La ¨²nica vaga alusi¨®n a las libertades fundamentales en esas declaraciones lleg¨® cuando expres¨® su apoyo a las reformas en el ¨¢mbito econ¨®mico, ¡°las libertades individuales y el Estado de derecho¡±.
El propio desarrollo de la comparecencia ante la prensa supuso un cambio con respecto a otras visitas presidenciales. Hasta ahora, las distintas administraciones estadounidenses generalmente hab¨ªan insistido en que se permitieran preguntas de la prensa. En 2014, durante una visita de Estado del presidente Barack Obama, un periodista de The New York Times?interpel¨® a Xi Jinping sobre el uso de la pol¨ªtica de visados para castigar a la prensa extranjera cr¨ªtica con el Gobierno. Una pregunta que molest¨®, y mucho, al l¨ªder chino.
La portavoz de la Casa Blanca Sarah Huckabee Sanders ha alegado que no hubo una rueda de prensa al uso porque los anfitriones chinos se opusieron. Aunque esta resistencia de los organizadores chinos es habitual, en un tuit, el antiguo portavoz de Obama Jay Carney ha recordado que la Casa Blanca tambi¨¦n puede insistir: ¡°una vez tuve que decirles a los funcionarios chinos que el presidente no acudir¨ªa a la comparecencia ante la prensa a menos que hubiera sesi¨®n de preguntas. Se echaron atr¨¢s¡±.
On behalf of @FLOTUS Melania and I, THANK YOU for an unforgettable?afternoon and evening?at the?Forbidden City in Beijing, President Xi and Madame Peng Liyuan. We are looking forward to rejoining you tomorrow morning! https://t.co/ma0F7SHbVU
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) November 8, 2017
Ir¨®nicamente, el presidente estadounidense s¨ª hac¨ªa uso de su libertad de expresi¨®n recurr¨ªa a su herramienta de comunicaci¨®n favorita, la red social Twitter, para transmitir mensajes de agradecimiento a su anfitri¨®n por la gran hospitalidad recibida. ¡°Presidente Xi, gracias por una ceremonia de bienvenida tan incre¨ªble ?Fue un despliegue verdaderamente memorable e impresionante!¡±.
Twitter, como la gran mayor¨ªa de las redes sociales occidentales, est¨¢ bloqueado en China. Las redes sociales chinas est¨¢n censuradas; la difusi¨®n a trav¨¦s de ellas de cr¨ªticas, siquiera leves, al Gobierno puede acarrear duras penas de prisi¨®n.
Durante el mandato de Xi Jinping, el control sobre Internet y sobre la sociedad civil se ha agigantado. Se han producido redadas contra abogados de derechos humanos, representantes de organizaciones no gubernamentales se han visto detenidos, feministas que pretend¨ªan protestar contra el toqueteo en los transportes p¨²blicos fueron acusadas de ¡°alteraci¨®n del orden p¨²blico¡± y arrestadas durante un mes. El acad¨¦mico uigur Ilham Tohti ha sido condenado a cadena perpetua acusado de alentar el separatismo.
Mientras Trump se encuentra en la capital, los disidentes chinos han visto aumentar estos d¨ªas el control sobre ellos. El activista He Depu declaraba a Radio Free Asia que ¡°todos los disidentes est¨¢n ahora sometidos a vigilancia¡±.
¡°Aunque no hab¨ªa muchas expectativas sobre Trump, es muy inc¨®modo ver que esta visita simplemente trata de negocios. Al no plantear temas de derechos humanos, no har¨¢ m¨¢s que ayudar a que China refuerce su influencia internacional en la rebaja de los est¨¢ndares generales de derechos humanos, lo que es terrible para la comunidad internacional¡±, opina Patrick Poon, investigador para China de Amnist¨ªa Internacional. ¡°Imaginen lo que pasar¨ªa si la distorsionada representaci¨®n china de los derechos humanos se convirtiera en lo normal. Ser¨ªa una pesadilla para todas las sociedades¡±.
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