Ledezma, una voz id¨®nea para despertar conciencias
Antonio Ledezma ya est¨¢ en Madrid. Despu¨¦s de su sorprendente fuga, uno de los pol¨ªticos valientes y decentes con que cuenta Venezuela, ha recuperado su libertad de acci¨®n. Desde el primer momento, anunci¨® que su exilio ser¨¢ activo y que har¨¢ campa?a por el mundo contra la perversa revoluci¨®n bolivariana.
Desde hace meses, Maduro est¨¢ ganando la guerra a la oposici¨®n democr¨¢tica. Ni las sangrientas represiones, ni las sanciones, ni si quiera la reciente suspensi¨®n de pagos ha hecho aflojar el pu?o de hierro con el que el heredero de Hugo Ch¨¢vez maltrata a su pueblo.
Con la oposici¨®n dividida y el invento de la Asamblea Constituyente en marcha, la salida del abismo -as¨ª lo ha se?alado con acierto Ledezma en sus primeras declaraciones- en el que viven 30 millones de venezolanos no se vislumbra. En este enfrentamiento civil, unos d¨ªas el parte de guerra es favorable, y otros no. La noticia de la liberaci¨®n de Ledezma -que nunca fue condenado-, m¨¢s all¨¢ del alivio que supone para ¨¦l y su familia, no necesariamente tiene por qu¨¦ ser un rev¨¦s para el gobierno de Caracas.
A nivel internacional, Maduro tiene poco o nada que rascar en las opiniones p¨²blicas de las democracias occidentales. Y Rusia, Cuba y China -como Corea del Norte- no van a dejar de estar a su lado. Es por ello que al chavismo le preocupa tanto el frente interno. Es ah¨ª donde el r¨¦gimen puede tratar de aprovechar esta salida de Ledezma para dividir a¨²n m¨¢s a la oposici¨®n. Hoy esta se encuentra partida en dos. Los que piensan que negociar con el gobierno puede ser inteligente, y los que no. Todos aspiran y luchan a brazo partido para recuperar la democracia. Las primeras declaraciones de Ledezma han sido cr¨ªticas con los opositores que promueven el di¨¢logo. Eso es lo peor que le podr¨ªa pasar a la bancada democr¨¢tica: que alguien con la autoridad de Antonio Ledezma airee p¨²blicamente la desgraciada divisi¨®n opositora.
Ledezma puede ser una voz id¨®nea para volver a despertar muchas conciencias que han vuelto a relajarse -sino dormirse- ante la dram¨¢tica batalla por la libertad que se libra en Venezuela. Pero deber¨¢ ser prudente con no dar carnaza a lo que podr¨ªa ser una jugada castrista-estalinista: dar altavoz a las cr¨ªticas de un lado de la oposici¨®n al otro, para debilitarla.
Ledezma debe recibir todo el apoyo pol¨ªtico espa?ol. El asilo de forma inmediata, y ojal¨¢ la nacionalidad por carta de naturaleza, para que goce de todas las facilidades para operar aqu¨ª y en cualquier otro pa¨ªs.
Estoy seguro que el pr¨®ximo 13 de diciembre ser¨¢, junto a Julio Borges, Presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, el que recoger¨¢ el premio S¨¢jarov, el m¨¢s importante despu¨¦s del Nobel, que se concede a la oposici¨®n. Ojal¨¢ el protocolo europeo no olvide incluir al padre de Leopoldo L¨®pez, que representa a los 350 presos de conciencia que siguen privados de libertad. Fueron ellos, padre e hijo, los que nos abrieron los ojos a tantos y tantos europeos para entender lo que estaba pasando en nuestra naci¨®n hermana.
Durante nuestra ¨²ltima visita a Caracas, Alberto Ruiz Gallard¨®n y yo pudimos visitar a Antonio Ledezma, preso en su propio domicilio. Nos pidi¨® ayuda para recuperar la libertad, al tiempo que mostraba temor ante cualquier represalia que pudiera sufrir. Hoy ese temor a ser represaliado lo tienen Leopoldo L¨®pez y los dem¨¢s presos pol¨ªticos que siguen atrapados en las garras del depredador bolivariano. Estoy seguro que Ledezma va a ser, para ellos y para nosotros, un motivo de esperanza de que la libertad, de una forma u otra, est¨¢ siempre al alcance de la mano.
Javier Cremades es abogado y miembro del equipo de defensa de Leopoldo L¨®pez.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.