¡°La coalici¨®n de Bachelet se desconect¨® de la clase media¡±
La psicoanalista cree que el fallo del centroizquierda fue no respetar el deseo los chilenos que adoran el consumo y no quieren reformas tan fuertes
Constanza Michelson (Vi?a del Mar, 1978) es una conocida psicoanalista chilena, autora de libros como 50 sombras de Freud y Neur¨®ticos. Cercana al centroizquierda, Michelson se ha convertido en un personaje medi¨¢tico y es columnista en The Clinic y El Huffington Post. Ella cree que la clave de estas elecciones est¨¢ en el fallo del centroizquierda, que no respet¨® el deseo de una parte de la clase media chilena, que adora el consumo y no quiere reformas tan fuertes, aunque est¨¢ convencida de que Michelle Bachelet acabar¨¢ siendo bien valorada en la historia chilena.
Pregunta. ?C¨®mo llega Chile a estas elecciones?
Respuesta. Como est¨¢ pasando en todos los pa¨ªses occidentales, hay una ca¨ªda abrupta del centroizquierda. Algo ocurri¨®, dej¨® de representar a la clase media, al pueblo. Es lo que sucedi¨® en EE UU con los dem¨®cratas.
P. ?Qu¨¦ quer¨ªa esa clase media que no le da el centroizquierda?
R. Hay un cierto maltrato de la ¨¦lite del centroizquierda hacia una clase social que le parece totalmente alienada en el consumo. Esa ¨¦lite ya pas¨® por ah¨ª en los noventa, ahora les interesan m¨¢s otras cosas, las comunidades ecol¨®gicas y esas historias. El socialismo se convirti¨® en una ¨¦tica y una est¨¦tica del buen gusto, ajena al consumismo. Pero hay una clase que emergi¨® que s¨ª lo quiere porque implica ascenso social. Hubo un punto clave en el Gobierno de Bachelet cuando apareci¨® el ministro de Educaci¨®n, [Nicol¨¢s] Eyzaguirre, y dijo algo brutal: que toda esta gente que est¨¢ aspirando a estos colegios particulares subvencionados, que son de clase media, son arribistas, que es pura supercher¨ªa querer tener un colegio con nombre en ingl¨¦s. Los trat¨® de vulgares y est¨²pidos. Eso revelaba el desprecio. Bachelet dijo que escuchaba a la calle, pero en realidad esa calle eran los estudiantes, que en s¨ª mismos tambi¨¦n son una vanguardia.
P. Bachelet lleg¨® con mucho apoyo popular. ?Qu¨¦ pas¨®?
R. Hay mucha gente detr¨¢s de las protestas, tambi¨¦n del movimiento No m¨¢s AFP [que reclama pensiones p¨²blicas en Chile, donde est¨¢n privatizadas], pero no todo el mundo ah¨ª aspira a lo mismo. Bachelet lee que la gente est¨¢ pidiendo gratuidad en la educaci¨®n, igualdad, pero cuando le dicen a la gente que le van a sacar la plata para ir a un fondo com¨²n para repartir las pensiones, muchos dicen, "no, yo no trabajo igual que el de al lado, yo trabajo m¨¢s y mi pensi¨®n debe ser m¨¢s alta".
P. ?Chile en realidad es de derecha y la izquierda ha sido un accidente?
R. No, no, se puede explicar con una distinci¨®n psicoanal¨ªtica. Uno no desea lo que dice que quiere. T¨² dices: ¡°Yo quiero tener una relaci¨®n estable¡±, pero siempre te metes en relaciones problem¨¢ticas. En pol¨ªtica pasa algo as¨ª. Chile, desde el discurso, siempre ha sido un pa¨ªs de centroizquierda. Sin embargo, corre paralelamente algo que tiene que ver con el ethos del neoliberalismo, que es el individualismo. Se ve en psicolog¨ªa. El progresismo empuja reformas sociales, el bien com¨²n, pero ?d¨®nde va la ¨¦lite? Al ¡°con¨®cete a ti mismo¡±, al mindfulness. Adem¨¢s, el discurso progresista se centra tanto en las minor¨ªas que deja fuera a esa clase media aspiracional. Y ah¨ª entra el populismo de derecha, que le habla de crecimiento, de desarrollo personal, que hoy d¨ªa en Chile es [Sebasti¨¢n] Pi?era.
P. ?Por qu¨¦ tiene tanto ¨¦xito Pi?era?
R. El neoliberalismo cal¨® hondo en la sociedad chilena, porque se ancla muy bien en el deseo humano, en el ¡°quiero tener m¨¢s¡±. Ese ¡°yo logr¨¦ esto, no me lo quiten¡± es una resistencia moral precisamente de la clase a la que m¨¢s beneficiar¨ªan las reformas de Bachelet. Esa gente que dice: ¡°?Por qu¨¦ me van a sacar el colegio en ingl¨¦s y me van a obligar a que mi hijo vaya a la escuela p¨²blica con ese vecino con el cual creo que tengo una diferencia?¡±. Est¨¢ instalado que si logr¨¦ un estado de vida, aunque est¨¦ muy endeudado para lograrlo, nadie me lo puede quitar. Es fuerte esa especie de orgullo. Y entonces llega la ¨¦lite de izquierda y le pide que renuncie, que vaya a la educaci¨®n p¨²blica, mientras ellos llevan a sus hijos al colegio franc¨¦s. ?Por qu¨¦ tendr¨ªan que aceptarlo?
P. Pero en Chile salen miles de personas a la calle a defender la educaci¨®n p¨²blica, las pensiones p¨²blicas. ?Hay dos pa¨ªses?
R. El activismo es potente y tiene poder comunicacional. Pero es una burbuja que aparentemente no es tan representativa.
P. ?Chile gira a la derecha?
R. Lo nuevo es que ha aparecido una derecha con un discurso imp¨²dico. Hasta ahora hac¨ªa el discurso del pragmatismo. Pero ahora no, ahora dice: ¡°Nos gusta el consumo, ?y qu¨¦?¡±. Pi?era es m¨¢s sobrio que [Donald] Trump, como buen chileno. Pero est¨¢ [Jos¨¦ Antonio] Kast, que representa lo que [Mario] Vargas Llosa llam¨® la derecha cavernaria chilena. Kast convierte a Pi?era en una derecha m¨¢s moderada.
P. ?Qu¨¦ queda del pinochetismo?
R. Est¨¢ Kast. Y bueno, el gran financiador de la pol¨ªtica chilena fue el yerno de Pinochet. Pero Chile ha ido cambiando como la sociedad mundial. Queda poco de esa cosa autoritaria, de seguir esperando un mes¨ªas que venga a salvarnos. La gente es m¨¢s individualista, se salva sola.
P. ?Qu¨¦ le pas¨® a Chile con Bachelet?
R. Cuando lleg¨® hubo un gran entusiasmo, tambi¨¦n estaba el contexto mundial, parec¨ªa que se estaba acabando una ¨¦poca, estaba Occupy Wall Street, la primavera ¨¢rabe, los indignados en Espa?a. Hab¨ªa una efervescencia. Por eso tuvo ese apoyo. Creo que ella no va a perder esa conexi¨®n con el pueblo. Ella es nuestra abeja reina. La conocimos en un tanque cuando era ministra de Defensa. Ella est¨¢ llena de traspi¨¦s, pero hay algo que ella aporta, esa idea del poder de la sonrisa, que tiene efecto. Creo que va a quedar como una de las presidentas m¨¢s importantes de la historia de Chile de todas maneras, la historia la va a enmendar.
P. ?Ni siquiera perdi¨® esa imagen con el esc¨¢ndalo de su hijo?
R. Creo que la intachabilidad no la perdi¨® nunca. La plata no le toc¨® nunca a ella. Le peg¨® el caso porque se la vio debilitada, se corri¨® el rumor de que iba a renunciar. Se la vio como una madre que iba a claudicar. Hay algo ah¨ª con el hijo que el centroizquierda no supo ver. Hay mucha gente como el hijo de Bachelet, al que le gusta el dinero, y ya. Eso muestra la desconexi¨®n del progresismo con gente incluso como el hijo de la presidenta.
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