Canad¨¢, sin una ley contra la violencia de g¨¦nero
El pa¨ªs norteamericano sufre tambi¨¦n los estragos de la violencia hacia las mujeres ind¨ªgenas
Canad¨¢ aparece a?o con a?o en los primeros lugares de distintos ¨ªndices de desarrollo y calidad de vida, sin embargo, no cuenta con una ley federal sobre violencia de g¨¦nero contra las mujeres. Es el ¨²nico pa¨ªs de Am¨¦rica que no tiene un instrumento como este. Las distintas formas en que se ejerce esta violencia son sancionadas por el c¨®digo criminal, seg¨²n el Ministerio de Justicia. Tal es el caso de agresiones f¨ªsicas, psicol¨®gicas y sexuales. El c¨®digo contempla disposiciones para proteger a las v¨ªctimas (como condiciones de liberaci¨®n y ¨®rdenes de alejamiento) y considera estas formas de violencia como agravantes al momento de dictar sentencia. No obstante, centros de investigaci¨®n y organismos comunitarios critican esta situaci¨®n. ¡°No se toma en cuenta a las mujeres como una poblaci¨®n en riesgo. Tampoco se evocan factores relacionados con las din¨¢micas de g¨¦nero¡±, se?ala Manon Monastesse, copresidenta de la Red canadiense de casas de refugio para mujeres. Actualmente en seis provincias y tres territorios ya han adoptado leyes locales sobre violencia dom¨¦stica.
Estad¨ªsticas Canad¨¢, la agencia estatal de estad¨ªstica, publica cada cinco a?os informaci¨®n sobre violencia dom¨¦stica. De 2009 a 2014, unas 760,000 personas, el 4% de los 19,2 millones de canadienses con pareja o ex pareja, se?alaron haber sufrido agresiones. En 2004, fue el 7%. A pesar de que la violencia afecta a hombres y mujeres, de acuerdo a este informe, los casos m¨¢s graves fueron el doble entre la poblaci¨®n femenina. A su vez, el 68% de las v¨ªctimas recopiladas por la polic¨ªa han sido mujeres. El Instituto Canadiense de Investigaciones sobre las Mujeres y otras voces m¨¢s han expresado que hay fallas metodol¨®gicas en este informe y que los n¨²meros son en realidad m¨¢s elevados. Holly Johnson, profesora de criminolog¨ªa en la Universidad de Ottawa, ha mostrado en distintos textos que estos datos no establecen un v¨ªnculo entre violencia y g¨¦nero, y que algunos tipos de agresi¨®n son contabilizados con menor intensidad de la que verdaderamente tuvieron.
Canad¨¢ ha destacado en el mundo por la condici¨®n de las mujeres en importantes temas como el aborto, el nivel educativo y la representaci¨®n en la esfera pol¨ªtica. En el ¨ªndice Mujeres, paz y seguridad, elaborado este a?o por la Universidad de Georgetown y el Instituto de Investigaciones sobre la Paz de Oslo, el pa¨ªs norteamericano figura en el s¨¦ptimo puesto, mientras que un estudio en 2014 de la organizaci¨®n TrustLaw lo ubic¨® como el miembro del G-20 con las mejores condiciones de vida para las mujeres.
Textos acad¨¦micos e informes oficiales subrayan sin embargo dos asignaturas pendientes: la disparidad salarial y la violencia de g¨¦nero. La sociedad canadiense no es inmune a las agresiones hacia sus mujeres. ¡°La violencia sigue present¨¢ndose en todos los sectores sociales. Recibimos a mujeres mayores, a madres j¨®venes con ni?os, a inmigrantes. La situaci¨®n es especialmente preocupante entre los grupos ind¨ªgenas¡±, comenta Monastesse. ¡°La tasa de ocupaci¨®n en nuestros centros es casi del 100%. Esto es positivo por un lado, ya que vemos que las v¨ªctimas buscan ayuda, pero al mismo tiempo refleja que persiste la violencia.
Violencia contra las mujeres ind¨ªgenas
Las mujeres ind¨ªgenas son las m¨¢s afectadas por la violencia de g¨¦nero. Un informe de la Polic¨ªa Montada de Canad¨¢ indica que entre 1980 y 2014, 1.049 mujeres aut¨®ctonas fueron asesinadas, mientras que 175 han desaparecido. Una de ellas es Claudette Osborne, madre de cuatro hijos e integrante del pueblo cree. Ten¨ªa 21 a?os de edad cuando fue vista por ¨²ltima vez en julio de 2008 en Winnipeg.
Los datos de 2015 y 2016 no se conocen a¨²n. Las mujeres ind¨ªgenas representan el 4.3% de la poblaci¨®n femenina del pa¨ªs, pero tienen una tasa de homicidio del 16% y de desapariciones del 11.3%. La pobreza, el desempleo y la discriminaci¨®n son caldo de cultivo para esta violencia. Amnist¨ªa Internacional, Human Rights Watch, y la Asociaci¨®n Canadiense de Salud P¨²blica han expresado su preocupaci¨®n por este escenario.
El gobierno del primer ministro Justin Trudeau present¨® en junio una estrategia para prevenir y combatir la violencia de g¨¦nero, con un presupuesto de 111 millones de d¨®lares canadienses (unos 86 millones de d¨®lares) para los pr¨®ximos cinco a?os, a modo de recopilar datos m¨¢s precisos, crear programas de prevenci¨®n y apoyo, y mejorar las respuestas del sistema judicial.
En diciembre de 2015, Trudeau anunci¨® la puesta en marcha de una comisi¨®n de investigaci¨®n sobre los asesinatos y las desapariciones de mujeres ind¨ªgenas. La iniciativa, aplaudida en un principio, ha tenido que enfrentar escollos y se?alamientos. Seis integrantes de esta comisi¨®n renunciaron en los ¨²ltimos meses. El modelo se ha centrado en la recopilaci¨®n de testimonios y la redacci¨®n de un informe, pero ha dejado de lado asuntos relacionados con la procuraci¨®n de justicia. Muchas familias pensaron que se reabrir¨ªan investigaciones sobre casos espec¨ªficos, mandato que no tiene la comisi¨®n. ¡°Es necesario un compromiso pol¨ªtico muy firme, una gran voluntad para modificar aspectos estructurales que favorecen la violencia hacia las mujeres¡±, comenta Monastesse.
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