El n¨²mero de denuncias contra la violencia sexual crece en Per¨²
Surgen nuevas activistas contra la violencia de g¨¦nero, entre ellas, familiares de v¨ªctimas de feminicidio y colectivos antiacoso
Herminia Loa tiene 53 a?os y diez de ellos los pas¨® buscando a Nicol¨¢s V¨¢squez, el asesino de su hija Melva Evangelista Loa. En 2006, V¨¢squez mat¨® por celos a su pareja y cort¨® el cad¨¢ver con un machete. El hombre fue detenido y condenado a 20 a?os de prisi¨®n y al pago de 1.500 d¨®lares de reparaci¨®n civil. ¡°No quisiera que nadie viviera eso, hemos gastado 200.000 soles (61.700 d¨®lares) en estos a?os buscando, y en medicinas porque estoy mal. El abogado no nos avisaba qu¨¦ estaba pasando. Estamos aqu¨ª para que a otras v¨ªctimas no les ocurra¡±, refiere a EL PA?S Loa, luego de participar en una reuni¨®n de organizadoras de la marcha ¡®Ni una menos¡¯ que se celebrar¨¢ este s¨¢bado en Per¨².
En la protesta miles se manifestar¨¢n por segundo a?o consecutivo con el lema "Ni una menos" por varios motivos, uno de ellos es que las denuncias por violencia sexual se han incrementado. El bolet¨ªn estad¨ªstico m¨¢s reciente del ministerio p¨²blico report¨® 15.552 denuncias por delitos contra las mujeres entre enero y septiembre de 2016, y 17.182 denuncias en el mismo per¨ªodo este a?o. La movilizaci¨®n ciudadana concluir¨¢, como en 2016, frente a Palacio de Justicia.
Sandy Evangelista, hermana de Melva explica que el asesino ha conseguido un beneficio penitenciario de 5x1 (redenci¨®n de cinco d¨ªas de trabajo o educaci¨®n por uno de condena) y va a salir en tres a?os. ¡°Esa es nuestra indignaci¨®n contra el Poder Judicial que nos da la espalda a las v¨ªctimas¡±, afirma.
#Per¨²Pa¨ªsDeVioladores
Entre octubre y noviembre la etiqueta #Per¨²Pa¨ªsdeVioladores ha cobrado fuerza en las redes sociales y ha sido tendencia, luego de la difusi¨®n de diversos casos de violencia de g¨¦nero. El m¨¢s impactante fue el v¨ªdeo de un joven que arrastraba a su pareja por la acera de un barrio acomodado de Lima, luego de una discusi¨®n en la que el hombre la amenaz¨® de muerte. La grabaci¨®n fue registrada por una vecina, quien luego la subi¨® a Facebook.
En octubre, dos exparejas de un asesor pol¨ªtico de un partido de izquierda denunciaron en los medios sociales las agresiones f¨ªsicas y psicol¨®gicas de las que fueron objeto. D¨ªas antes, una conductora de televisi¨®n denunci¨® en la comisar¨ªa a su pareja por golpes y violencia psicol¨®gica, y el caso se volvi¨® viral debido a que el agresor era profesor universitario y columnista de temas econ¨®micos.
En el mismo mes, una empadronadora del Censo Nacional 2017 fue violada en Lima por un hombre que la hizo pasar a la casa con enga?os. La agresi¨®n dej¨® en evidencia que el Instituto Nacional de Estad¨ªstica e Inform¨¢tica no ten¨ªa un protocolo de seguridad para las mujeres, pese a que en 2013 otra trabajadora de la entidad tambi¨¦n fue violada durante un empadronamiento en la misma ciudad.
Y en paralelo con las denuncias de violencia sexual del productor estadounidense Harvey Weinstein, en Lima, el director de teatro Guillermo Castrill¨®n ha sido denunciado en los medios sociales por acoso y violencia sexual en perjuicio de actrices a quienes dirigi¨® o capacit¨® en talleres.
Lima es la quinta ciudad m¨¢s peligrosa para las mujeres seg¨²n una encuesta realizada por Thomson Reuters y divulgada el mes pasado, que consult¨® con expertos sobre violencia sexual, acceso a salud, pr¨¢cticas culturales y oportunidades econ¨®micas.
La abogada feminista Jeannette Llaja explica que de acuerdo a un c¨¢lculo demogr¨¢fico a partir de la Encuesta Demogr¨¢fica y de Salud Familiar 2015, m¨¢s de 160.000 peruanas sufrieron violencia sexual por parte de su pareja. ¡°En cifras oficiales, la prevalencia de la violencia solo se mide (registra) dentro de la relaci¨®n de pareja, del resto no sabemos. Si todas las v¨ªctimas denunciaran, no habr¨ªa sistema de justicia que se diera abasto¡±, asegura.
Seg¨²n Llaja, el Gobierno solo ha dado respuestas medi¨¢ticas a una demanda social m¨¢s visible. ¡°Por ejemplo, el Gobierno ha creado ¨Chace un mes¨C una nueva comisi¨®n de alto nivel para erradicar la violencia contra la mujer, pero no est¨¢ sustentada en una norma; y ya exist¨ªa otra, creada por ley por este Gobierno para el mismo fin¡±. La experta sostiene que faltan juzgados especializados en el ¨¢mbito penal, pues all¨ª las denuncias ¡°se caen, los fiscales no est¨¢n haciendo una debida labor de investigaci¨®n, por ejemplo, el Instituto de Medicina Legal no sabe medir la afectaci¨®n de la salud mental en el caso de violencia psicol¨®gica¡±.
Nuevos colectivos
Ante un Estado sin respuestas suficientes, nuevos grupos de activistas han surgido. En la Universidad Nacional de Ingenier¨ªa (UNI), un colectivo logr¨® destituir, en junio, a un profesor que acos¨® a ocho alumnas. Tania Luj¨¢n, miembro de UNIdas por una educaci¨®n libre de violencia de g¨¦nero, indica a este diario que enfrentaron varios obst¨¢culo en este caso: ¡°las estudiantes tem¨ªan represalias y ten¨ªan verg¨¹enza de admitir el acoso, no hab¨ªa un protocolo de actuaci¨®n frente a este tipo de quejas. Adem¨¢s, en la resoluci¨®n rectoral de destituci¨®n, colocaron los nombres de las denunciantes, demostrando nuevamente la ineficacia de la universidad en cuidar el anonimato y protecci¨®n de las agraviadas¡±.
En esta universidad tradicionalmente los hombres son mayor¨ªa, entre estudiantes, docentes y autoridades, pese a ello, en el colectivo UNIdas, tambi¨¦n hay varones.¡°Tambi¨¦n participan compa?eros de la UNI, son aliados en esta lucha y a partir de estos sucesos, decidieron emprender un colectivo de nuevas masculinidades en la universidad¡±, dice Luj¨¢n.
El grupo Rastros, de activismo ciudadano, tambi¨¦n se sum¨® por primera vez a las expresiones contra la violencia de g¨¦nero, con un performance y un v¨ªdeo hecho en la v¨ªspera de que Per¨² clasificara al Mundial de F¨²tbol Rusia 2011. Once j¨®venes vistieron el uniforme del equipo peruano de f¨²tbol, pero con la cifra de violaciones sexuales impreso en la espalda. Luego llevaron una pancarta con el mensaje ¡®Per¨² pa¨ªs de violadores¡¯ a las escalinatas del Palacio de Justicia.
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