?Estalla el Lava Jato argentino?
Algunos de los grandes empresarios del pa¨ªs empiezan a figurar por sus problemas judiciales
¡ª?Ser¨¢ que va a ir preso?
¡ªNo me jodas.
¡ªDicen que cae esta semana.
¡ªVer para creer.
Ese di¨¢logo, con infinitas variaciones de forma y entonaci¨®n, se repiti¨® decenas de veces en el mundillo empresarial, pol¨ªtico y financiero de Buenos Aires en estos d¨ªas. Las dudas, los rumores, la comidilla se refer¨ªan a Jorge Brito, uno de los hombres m¨¢s ricos y poderosos de la Argentina. Brito es el titular del segundo banco del pa¨ªs, su fortuna supera los 1.000 millones de d¨®lares y ha sido en los ¨²ltimos 20 a?os uno de los hombres de negocios m¨¢s influyentes, padrino de clubes de f¨²tbol, de candidatos a presidentes, anfitri¨®n de veladas fastuosas con todo el jet set argentino, casi todo el mundo le debe alg¨²n favor. La mera posibilidad de que vaya preso refleja un fen¨®meno novedoso para la Argentina: algunos de sus grandes empresarios y ejecutivos empiezan a figurar en las noticias por sus problemas judiciales.
Brito est¨¢ vinculado a una de las explosivas pesquisas, por la cual ya est¨¢ detenido Amado Boudou, el exvicepresidente de Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner. Boudou est¨¢ acusado de haber armado desde el poder pol¨ªtico una operaci¨®n para quedarse con la empresa que fabrica los billetes. En el contexto de esta investigaci¨®n, un ¨ªntimo amigo suyo, llamado Alejandro Van Der Broele, se present¨® como arrepentido. Entre las personas a las que acus¨® figura, justamente, el banquero. Cuando se conoci¨® la acusaci¨®n, Brito pidi¨® licencia en la conducci¨®n de su banco. Unos d¨ªas despu¨¦s, el juez decidi¨® convocarlo como sospechoso.
El problema para Brito es que, desde hace unas semanas, los jueces federales de la Argentina han adoptado una doctrina que les habilita para detener gente por la mera sospecha de que puedan interferir en las causas que los involucran. As¨ª las cosas, el exvicepresidente pasa sus d¨ªas tras las rejas porque el juez que lo investiga consider¨® que a¨²n tiene poder y relaciones para trabar la investigaci¨®n, aunque no haya probado ninguna maniobra directa de su parte en este sentido. Si eso ocurre con un pol¨ªtico ca¨ªdo en desgracia, mucho m¨¢s se aplica al segundo banquero del pa¨ªs, cuyo poder es casi comparable al de un presidente. Para colmo, desde el juzgado difunden la supuesta evidencia de que, a diferencia de Boudou, a Brito se le habr¨ªan detectado maniobras para modificar pruebas.
Brito creci¨® mucho cuando los presidentes eran Carlos Menem y N¨¦stor Kirchner. Luego, Cristina Fern¨¢ndez lo acus¨® de conspirar en su contra. La relaci¨®n entre Brito y el presidente Mauricio Macri es francamente mala.
Toda Latinoam¨¦rica ha sido conmovida en los ¨²ltimos a?os por las derivaciones de la investigaci¨®n conocida como Lava Jato, que en Brasil derrumb¨® un Gobierno y que transform¨® a la empresa m¨¢s poderosa de la regi¨®n, Odebrecht, en un s¨ªmbolo mundial de la corrupci¨®n empresarial. Odebrecht es un fantasma para todos los empresarios del continente: si les sucedi¨® a ellos, cualquiera puede caer. Por eso, estos movimientos alrededor de Brito producen sudor en varias espaldas. ?Y si Brito cae? ?Y si para obtener mejores condiciones se transforma ¨¦l mismo en un arrepentido? Por ahora, parece un escenario lejano: ?lo ser¨¢?
El exvicepresidente pasa sus d¨ªas tras las rejas porque el juez que lo investiga consider¨® que a¨²n tiene poder para trabar la investigaci¨®n, aunque no haya probado ninguna maniobra.
Brito no es el ¨²nico caso de un empresario argentino en problemas. Los hermanos Cirigliano, poderos¨ªsimos capos del transporte p¨²blico en la Argentina, est¨¢n condenados por una tragedia que caus¨® 52 muertes. Aldo Roggio y Carlos Wagner, dos de los grandes ganadores de la obra p¨²blica, deber¨¢n declarar a principios de diciembre. La causa internacional conocida como FIFA Gate ha reabierto investigaciones sobre los due?os de las transmisiones deportivas del f¨²tbol argentino. Son todos intocables, gente que nunca crey¨® que recibir¨ªa una citaci¨®n desde los tribunales.
El exvicepresidente Boudou era un hombre que combinaba una buena formaci¨®n econ¨®mica con un v¨ªnculo asiduo con la vida nocturna y con algunas figuras del rock. Esa combinaci¨®n de condiciones le permiti¨® escalar r¨¢pidamente en el poder kirchnerista. Cuando, en 2011, Cristina lo design¨® como su vicepresidente, todo hac¨ªa pensar que ser¨ªa su sucesor en la Casa Rosada. Boudou paseaba cantando con bandas de rock por todo el pa¨ªs. Se desplazaba en motos car¨ªsimas, vest¨ªa campera de cuero. Las j¨®venes militantes suspiraban por ¨¦l. Si hay algo de cierto con la suerte es que cambia. Boudou ya lo sabe. Brito intentar¨¢ que con ¨¦l, al menos, la suerte no sea tan cruel.
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