El nuevo paisaje desde la ventana de un pol¨ªtico xen¨®fobo alem¨¢n: 24 monolitos en memoria del Holocausto
Un grupo de activistas instala una r¨¦plica del Memorial en recuerdo a las v¨ªctimas del genocidio junto a la casa de Bj?rn H?cke por sus comentarios despectivos sobre el monumento
La acci¨®n que pusieron en marcha en la madrugada del mi¨¦rcoles pasado un grupo de activistas del Centro por la Belleza Pol¨ªtica de Berl¨ªn (ZPS, por sus siglas en alem¨¢n) se llev¨® a cabo en medio de la noche y sin que nadie se diera cuenta de lo que estaba ocurriendo. Pero cuando la luz del d¨ªa alumbr¨® las calles de Bornhagen, un peque?o pueblo de 300 habitantes ubicado en el Land de Turingia, varios transe¨²ntes y el due?o de una casa famosa, pudieron contemplar el resultado de la clandestina visita del grupo.
Los activistas del colectivo hab¨ªan logrado instalar 24 monolitos, similares a los que se pueden ver en el famoso monumento para recordar a las v¨ªctimas del holocausto en Berl¨ªn. El sitio escogido fue un terreno bald¨ªo vecino a la casa que habita Bj?rn H?cke, un l¨ªder pol¨ªtico del partido Alternativa para Alemania y conocido en todo en el pa¨ªs por una frase que pronunci¨® en enero de este a?o en la ciudad de Dresde. "Nosotros los alemanes somos el ¨²nico pueblo del mundo que ha levantado un monumento de la verg¨¹enza en el coraz¨®n de su capital", dijo H?cke, que pertenece al ala m¨¢s radical de su partido, refiri¨¦ndose al famoso monumento que est¨¢ ubicado a un costado de la puerta de Brandeburgo en Berl¨ªn.
La frase provoc¨® una ola de rechazo en todo el pa¨ªs y convenci¨® al colectivo ZPS para poner en marcha una acci¨®n que se concret¨® en la madrugada del mi¨¦rcoles. Los activistas iniciaron una campa?a de crowfunding. En poco tiempo reunieron m¨¢s de 50.000 euros y hace diez meses alquilaron una casa vacia, vecina al hogar de H?cke.
Tendr¨¢ que disfrutar de esta vista todas las ma?anas mientras mira por la ventana, ya que considera el memorial del Holocausto como un monumento de la verg¨¹enza
"Tendr¨¢ que disfrutar de esta vista todas las ma?anas mientras mira por la ventana, ya que, como aprendiz pol¨ªtico del F¨¹hrer, considera el memorial del Holocausto como un monumento de la verg¨¹enza", dijo Philipp Ruch, responsable del Centro por la belleza pol¨ªtica y autor de la iniciativa. Adem¨¢s, el grupo colg¨® en YouTube un v¨ªdeo que titul¨® "el monumento del Holocausto visita a H?cke" y se?alaron con iron¨ªa que H?cke era un admirador secreto del Holocausto. "Por eso le estamos construyendo uno en la puerta de su casa", se?alaron.
La acci¨®n del colectivo se convirti¨® r¨¢pidamente en noticia y a lo largo del mi¨¦rcoles, llegaron al pueblo fot¨®grafos y camar¨®grafos para inmortalizar la presencia de los monolitos frente a la casa del l¨ªder pol¨ªtico. Pero estos tambi¨¦n provocaron una furiosa reacci¨®n de los vecinos de H?cke, que amenazaron con represalias a los periodistas.
La acci¨®n tambi¨¦n llam¨® la atenci¨®n de la polic¨ªa local, que aun no sabe como reaccionar. Los monolitos est¨¢n ubicadas en un terreno privado y tampoco obstruyen la circulaci¨®n. Pero la acci¨®n del colectivo est¨¢ a punto de convertirse en un problema pol¨ªtico en el estado federado.
El presidente del Parlamento regional, el democratacristiano Christian Carius, exigi¨® al gobierno regional que pusiera fin a la acci¨®n del colectivo y ordenara el retiro de los monolitos. "Bajo el disfraz de la libertad art¨ªstica ha llevado a cabo un escandaloso ataque a la integridad de una persona, de su familia y de su privacidad", dijo el pol¨ªtico.
El colectivo no parece estar preocupado por las amenazas, ni de la iniciativa del presidente del parlamento regional. En varias entrevistas, sus lideres afirmaron que la iniciativa tendr¨¢ una duraci¨®n de dos a?os y ofrecieron a Bern H?cke un pacto de caballeros. "Pondremos fin a la iniciativa de Bj?rn H?cke, al igual como lo hizo Willy Brandt en Varsovia, si se arrodilla ante el memorial en Berl¨ªn o en Bornhagen y pide perd¨®n por los cr¨ªmenes cometidos en la segunda guerra mundial", se?alaron.
Bj?rn H?cke, por el momento guarda silencio, mientras contempla desde la ventana de su casa la famosa r¨¦plica del memorial del Holocausto, pero su partido ya estudia acciones legales para acabar con la acci¨®n del colectivo.
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