Ahmadineyad reaparece cargando contra una de las familias m¨¢s influyentes de Ir¨¢n
El expresidente acusa a los hermanos Lariyani de estar detr¨¢s del ataque a la Embajada brit¨¢nica en 2011

Mahmud Ahmadineyad ha vuelto. Incapaz de adaptarse al retiro que aguarda a quienes ostentan un cargo una vez que concluye su mandato, el expresidente iran¨ª lleva un a?o buscando titulares y despertando todo tipo de conjeturas. Ahora ha puesto en su punto de mira a dos de los influyentes hermanos Lariyani, el presidente del Parlamento, Ali Lariyani, y el jefe del Poder Judicial, Sadegh Lariyani, a quienes acusa de corrupci¨®n y abuso de poder.
Ahmadineyad, que ejerci¨® entre 2005 y 2013, ha dicho que los Lariyani estuvieron detr¨¢s del ataque a la Embajada del Reino Unido en Teher¨¢n, en noviembre de 2011, con el fin de desprestigiar a su Gobierno. En una entrevista con el portal de noticias Dolate Bahar esta semana, tambi¨¦n afirma que Ali Lariyani, que encabez¨® el equipo negociador nuclear, desobedeci¨® sus ¨®rdenes y no permiti¨® que las conversaciones tuvieran ¨¦xito.
Dado el entusiasmo at¨®mico que profes¨® mientras estuvo en el poder, sorprende esa queja. Sin embargo, Ahmadineyad responsabiliza a su inveterado enemigo (y al sucesor de ¨¦ste en el equipo nuclear, Said Yalili) de haber hecho fracasar un preacuerdo alcanzado en 2009 por el que Teher¨¢n iba a intercambiar uranio poco enriquecido por barras de combustible para su reactor de investigaci¨®n.
Son declaraciones explosivas, incluso en un pa¨ªs como Ir¨¢n donde las luchas de poder alcanzan niveles sin parang¨®n para un sistema autocr¨¢tico. Pero las iras de Ahmadineyad se concentran sobre todo en la Judicatura. Denuncia que ¡°toma decisiones pol¨ªticas disfrazadas de jur¨ªdicas¡±, que no es independiente y que, a menudo, fabrica casos con intereses espurios. ¡°La corrupci¨®n en el Poder Judicial supera a la del resto de los poderes¡±, defiende el exmandatario, quien acusa a los hermanos de Sadegh Lariyani, el jefe de esa autoridad, de recibir sobornos para agilizar tr¨¢mites.
Aristocracia pol¨ªtica
Los Lariyani son lo m¨¢s cercano a la aristocracia pol¨ªtica que puede encontrarse en Ir¨¢n. Hijos del gran ayatol¨¢ Mirza Hashem Amoli, los cinco hermanos recibieron una exquisita formaci¨®n, que conjug¨® ciencia y religi¨®n. En diferentes niveles y ¨¢mbitos, todos ellos han alcanzado destacados puestos en la Rep¨²blica Isl¨¢mica.
Los m¨¢s conocidos son Ali, presidente del Parlamento desde 2008, jefe del equipo negociador nuclear (2005-2007) y exgeneral de los Pasdar¨¢n, y Sadegh, ayatol¨¢, jefe de la Judicatura y miembro de la Asamblea de Expertos. Les precede Mohammad Javad, matem¨¢tico de formaci¨®n (estudi¨® en Berkeley) y exdiplom¨¢tico, que asesora al l¨ªder supremo en pol¨ªtica exterior y es secretario del Consejo Superior de Derechos Humanos. Los tres nacieron en Nayaf (Irak), en cuyo seminario estudiaba su padre, y est¨¢n emparentados por matrimonio con otros influyentes cl¨¦rigos.
Los menores, Bagher y Fazel, nacieron ya en Qom. Bagher, que estudi¨® Medicina, es profesor de Endocrinolog¨ªa y presidente del Consejo de Pol¨ªtica M¨¦dica en la Universidad Azad. Fazel, m¨¢ster en F¨ªsicas y doctor en Filosof¨ªa de la Ciencia, es consejero del presidente de la Universidad Azad, adem¨¢s de miembro de otras instituciones, y fue agregado cultural en Canad¨¢.
¡°A mis hermanos nadie les unta. (¡) No he usurpado tierras a las afueras de Qom para montar una explotaci¨®n de ganado vacuno. No tengo el monopolio de la importaci¨®n de productos farmac¨¦uticos. No tengo una cuenta personal donde la gente ingresa las tasas, ni me quedo con los intereses que generan¡±, declara con indisimulada iron¨ªa Ahmadineyad, quien ya en su d¨ªa se hizo un nombre por su estilo populista y bomb¨¢stico.
Algunas de estas acusaciones no son nuevas. El diputado reformista Mahmud Sadeghi ya cuestion¨® al ministro de Justicia, hace un a?o en el Parlamento, sobre los rumores de que el jefe del Poder Judicial recib¨ªa las tasas de los procesos judiciales en 63 cuentas a su nombre y se quedaba con los intereses. Aquella intervenci¨®n motiv¨® que Sadegh reprochara a su hermano Ali (presidente de la C¨¢mara) que hubiera permitido que se suscitara el tema, y un intento de detener al diputado a pesar de la inmunidad parlamentaria.
¡°Con anterioridad, algunos miembros de la oposici¨®n, disidentes o familiares de afectados han hablado de esos problemas, pero es la primera vez que un cargo tan alto y con acceso a informaci¨®n confidencial critica tan duramente al Poder Judicial y dice que no tiene miedo a las consecuencias¡±, se?ala un analista iran¨ª, convencido de que Ahmadineyad no puede haber ido tan lejos sin tener pruebas.
De momento, ni el l¨ªder supremo, Ali Jamenei, ni el actual presidente, Hasan Rohan¨ª, han comentado sus invectivas. El portavoz de la Judicatura, Mohseni Ejei, ha salido al paso restando importancia a Ahmadineyad. ¡°Es un fanfarr¨®n al que hace tiempo que nadie quiere y eso le hace sufrir¡±, manifest¨® el pasado martes, sin entrar a desmontar sus acusaciones.
No obstante, y a pesar de su actual irrelevancia pol¨ªtica, Ahmadineyad a¨²n cuenta con simpatizantes entre las capas populares y muchos se preguntan cu¨¢les son sus intenciones. Volver al Gobierno ha quedado descartado despu¨¦s de que el a?o pasado, desoyendo el consejo del l¨ªder supremo, intentara concurrir a las elecciones y fuera descalificado por el Consejo de Guardianes.
Algunos analistas han visto en sus ataques a los Lariyani una maniobra de distracci¨®n ante las cr¨ªticas que, a ra¨ªz del reciente terremoto en la provincia de Kermanshah, ha suscitado el programa de viviendas sociales que promovi¨® durante su presidencia. Al parecer muchos de los edificios se derrumbaron o resultaron da?ados a causa de la mala calidad con que se construyeron. Pero ese asunto es s¨®lo el ¨²ltimo caso que pone en entredicho su reputaci¨®n o la de sus aliados. Y Ahmadineyad ya llevaba tiempo enfrentado con los influyentes hermanos.
En un reciente discurso en apoyo de Hamid Reza Baghaei, que fuera su vicepresidente y que est¨¢ siendo juzgado por malversaci¨®n de fondos p¨²blicos, dijo no querer que ¡°el pa¨ªs est¨¦ bajo control¡± de la familia Lariyani. Dados los rumores de que Ali Lariyani planea presentarse a las presidenciales en 2021 y de que Sadegh Lariyani se postula como sucesor de Jamenei, su ¨®rdago buscar¨ªa cerrarles el paso para proteger a su entorno, y quiz¨¢ allanar el camino a otros intereses. Es s¨®lo cuesti¨®n de tiempo que los Lariyani respondan a sus agravios.
La opini¨®n p¨²blica iran¨ª, por su parte, se muestra decepcionada porque cada bando saca a relucir los trapos sucios del otro no por el bien com¨²n sino para avanzar sus intereses. Muchos temen que, cuando muera Jamenei, esas luchas se hagan incontrolables.
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