El programa de armamento al que Kim Jong-un concede toda prioridad
El nuevo misil intercontinental, parad¨®jicamente, podr¨ªa abrir una nueva oportunidad de di¨¢logo, seg¨²n algunos expertos
La prueba del misil intercontinental norcoreano Hwasong-15, capaz de llegar a cualquier punto del territorio estadounidense, ha puesto de manifiesto los r¨¢pidos progresos que ha logrado el programa de armamento de un pa¨ªs empobrecido pero que ha antepuesto su desarrollo militar a cualquier otra meta. Unos progresos que, parad¨®jicamente, los expertos consideran que pueden abrir la puerta a las negociaciones.
El misil, que en la prueba del mi¨¦rcoles alcanz¨® una altura de 4.475 kil¨®metros, puede golpear casi cualquier territorio del planeta. Las ¨²nicas excepciones son Am¨¦rica Latina y una peque?a franja del suroeste africano. Corea del Norte ha asegurado que est¨¢ dotado de una ojiva gigante, capaz de resistir el extremo calor y la fricci¨®n de la entrada en la atm¨®sfera terrestre en el descenso.
Aunque los analistas difieren acerca del nivel de desarrollo del programa de misiles norcoreano, y si ya cuenta con un veh¨ªculo fiable en el reingreso a tierra, ninguno duda de que este armamento ha avanzado a pasos agigantados. ¡°Han invertido un mont¨®n de los recursos que ten¨ªan disponibles en este programa y a lo largo de las ¨²ltimas d¨¦cadas han creado una infraestructura de misiles completa¡±, apunta el experto Zhao Tong, del Centro Carnegie-Tsinghua en Pek¨ªn.
Corea del Sur calcula que su vecino del norte destina en torno a un 25% de su PIB, unos 10.000 millones de d¨®lares de un total de 40.000 millones, a su gasto militar. Las ocho rondas de sanciones internacionales, que pronto ser¨¢n nueve si Estados Unidos y sus aliados logran imponerse en el Consejo de Seguridad de la ONU, no han hecho mella aparente en los avances. El r¨¦gimen de Kim Jong-un est¨¢ dispuesto a renunciar al comercio con el resto del mundo y al desarrollo de su industria en beneficio de un armamento que considera indispensable para defender a su r¨¦gimen de ataques externos. En los ¨²ltimos ensayos bal¨ªsticos, Pyongyang ha gastado m¨¢s de 300 millones de d¨®lares (250 millones de euros), seg¨²n el espionaje surcoreano.
En Pyongyang, la capital donde residen los privilegiados del r¨¦gimen, esas renuncias no son evidentes. La econom¨ªa ha crecido en los ¨²ltimos a?os, seg¨²n reconoce Corea del Sur, y se vive un auge de la construcci¨®n que ha incluido diversos centros de ocio. Pero el reciente caso de un soldado desertor norcoreano, al que se le encontraron granos de ma¨ªz crudo en el est¨®mago y lombrices en el aparato digestivo, parece apuntar que ni siquiera los militares, uno de los grupos privilegiados del r¨¦gimen, se libran de penurias.
¡°El dinero no es el obst¨¢culo¡± para el programa de armamento norcoreano, que ya super¨® hace tiempo la etapa en la que las sanciones y la falta de recursos financieros pod¨ªan afectarlo, apunta Zhao. Para Corea del Norte, dice el experto, ¡°el gran obst¨¢culo para el desarrollo de su armamento es el tiempo. Mientras tengan tiempo, podr¨¢n resolver los problemas t¨¦cnicos que a¨²n les faltan por solucionar, uno por uno¡±.
En opini¨®n de algunos analistas, a¨²n les quedan por resolver aspectos t¨¦cnicos complicados. Aunque Pyongyang asegura que s¨ª, no est¨¢ claro que haya dominado la tecnolog¨ªa para garantizar el regreso del misil a tierra y lograr que impacte en el punto deseado sin sufrir da?os en el camino.
¡°La cuesti¨®n es que Corea del Norte no necesita perfeccionar el veh¨ªculo de retorno y conseguir que sea 100% fiable. Una ojiva nuclear es algo tan potente que, aunque solo tenga un 10% de posibilidades de ¨¦xito, ya tiene la suficiente capacidad disuasoria como para que Estados Unidos deba tomarse la amenaza en serio: no puede confiar en que fallar¨¢¡±, explica Zhao.
En cualquier caso, los analistas estadounidenses y surcoreanos calculan que, si no antes, Pyongyang podr¨ªa contar con un arma fiable capaz de atacar cualquier ciudad estadounidense en menos de dos a?os. Al anunciar el ¨¦xito de la prueba del mi¨¦rcoles, el r¨¦gimen declar¨® que ya ha completado su programa y es ahora un Estado nuclear, parte de un selecto club que incluye, adem¨¢s de los cinco miembros del Consejo de Seguridad de la ONU ¡ªEE UU, Francia, Reino Unido, China y Rusia¡ª, a India, Pakist¨¢n e Israel.
Aunque a simple vista no lo parezca, este mensaje puede abrir una puerta al di¨¢logo, en opini¨®n de algunos expertos. Seg¨²n Lu Chao, de la Academia de Ciencias Sociales de Liaoning (China), con el lanzamiento y la proclamaci¨®n, Corea del Norte ¡°espera atraer la atenci¨®n de Estados Unidos, forzarle a reconocerle como pa¨ªs poseedor de armas nucleares y abrir negociaciones con ellos¡± de igual a igual.
¡°Puede representar una oportunidad para la diplomacia¡±, concuerda Zhao. Corea del Norte, recuerda, a¨²n puede desarrollar mucho m¨¢s su programa de armamento, desde misiles que se puedan lanzar desde submarinos -dificultando as¨ª su detecci¨®n- hasta cohetes portadores de varias cabezas nucleares. Pero si la declaraci¨®n de este mi¨¦rcoles quiere decir que se conforma con la capacidad que ya ha adquirido, ¡°ser¨¢ algo muy esperanzador para reducir las tensiones, un signo de autocontrol¡±.
¡°Ser¨ªa interesante si el resto de las partes implicadas (en la disputa sobre el armamento norcoreano), Rusia, China, Estados Unidos, Jap¨®n, Corea del Sur, est¨¢n dispuestos a aprovechar esta oportunidad y tratar con Corea del Norte para averiguar qu¨¦ quieren decir¡±, si renuncian a m¨¢s pruebas o si quieren continuar el desarrollo de misiles intercontinentales o de otro tipo, a?ade el experto. ¡°Si simplemente le restamos importancia y no tratamos de hablar con ellos, nos arriesgamos a perder una oportunidad potencialmente importante. Ya lo hicimos antes y ser¨ªa una pena repetir ese error¡±.
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