Las claves de la pol¨¦mica Ley de Seguridad Interior en M¨¦xico
Los detractores denuncian que la iniciativa da demasiado poder a las Fuerzas Armadas. El Gobierno defiende que respalda su actuar contra la delincuencia


A grosso modo, la Ley de Seguridad Interior propone regularizar la presencia del Ej¨¦rcito y la Armada en las calles. Hace ya 11 a?os que el Ejecutivo dispone de las Fuerzas Armadas como si fueran cuerpos policiales. En 2006, el presidente Felipe Calder¨®n, del PAN, orden¨® el despliegue de miles de soldados en Michoac¨¢n para combatir a los c¨¢rteles del narcotr¨¢fico. Luego fueron otros estados. Desde entonces, m¨¢s de 750.000 efectivos del Ej¨¦rcito y la Armada han sustituido a la polic¨ªa en cientos de municipios de todo el pa¨ªs.
Decenas de miles de muertos despu¨¦s, buena parte de la oposici¨®n en el parlamento, as¨ª como organizaciones de la sociedad civil, cuestionan la pertinencia de aprobar una ley que, a su juicio, generar¨ªa m¨¢s violencia, m¨¢s violaciones a los derechos humanos y otorgar¨ªa un poder casi absoluto a las Fuerzas Armadas. Y m¨¢s teniendo en cuenta la cantidad de quejas que ha recibido estos a?os la Comisi¨®n Nacional de Derechos Humanos, por casos de tortura, desaparici¨®n forzada y homicidio cometidos supuestamente por militares. Se cuentan por miles.
La oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en M¨¦xico recuerda estos d¨ªas las palabras de su representante, Jan Jarab, en un discurso que dio al respecto en febrero: "Deber¨ªamos dar un paso m¨¢s atr¨¢s y preguntar, '?es la seguridad interior el marco conceptual adecuado para abordar los retos de criminalidad y violencia que enfrenta M¨¦xico?' El concepto de 'seguridad interior' se asocia a un entendimiento de la seguridad propio de los reg¨ªmenes autoritarios".
Muchos de los detractores del proyecto de ley coinciden con Jarab, al defender que los problemas son de fondo, de fundamento. En un dec¨¢logo que organizaciones mexicanas han difundido estos d¨ªas, se lee que "las definiciones [del proyecto] son imprecisas, y permiten que todo quepa en el concepto de seguridad interior".
Es una de las grandes cr¨ªticas. ?A qu¨¦ se refiere el Gobierno de Enrique Pe?a Nieto, del PRI, con seguridad interior? ?Alude al narco, a la delincuencia en general, a protestas y movilizaciones como las que vivi¨® el pa¨ªs a principios de a?o a cuenta del aumento del precio de los combustibles? Seg¨²n su propia definici¨®n, la seguridad interior es "una funci¨®n a cargo de los Poderes de la Uni¨®n, para resguardar la seguridad de sus habitantes, la plena vigencia del Estado de Derecho y la permanencia del orden constitucional".
Las organizaciones critican que la aprobaci¨®n de ley implicar¨ªa la militarizaci¨®n de facto del pa¨ªs; que, si pasa la ley, el Gobierno podr¨ªa declarar amenazas a la seguridad interior frente a cualquier situaci¨®n, ya sean problemas de delincuencia com¨²n, organizada o protestas sociales.
El PRI se ha encargado de desmentir este supuesto. Sus diputados han explicado que uno de los art¨ªculos de la ley proh¨ªbe expresamente que las Fuerzas Armadas repriman protestas sociales.
Por otro lado, la oposici¨®n en el parlamento, que hace meses parec¨ªa de acuerdo con el PRI, se ha desmarcado del partido de Gobierno y ha rechazado la aprobaci¨®n de la ley. Tanto el PAN como el PRD quer¨ªan que la ley fomente la capacitaci¨®n de polic¨ªas para que, en unos a?os, puedan encargarse de nuevo de la seguridad. Pero el PRI ha decidido dejarlo fuera.
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