¡°La involuci¨®n en la lucha contra la impunidad planea sobre Guatemala¡±

Desde su proclamaci¨®n en 1821 como Estado, Guatemala ha sido uno de los pa¨ªses m¨¢s desiguales del mundo hasta llegar a situarse en la casilla 14 del r¨¢nking de naciones con mayor diferencia de ingresos, seg¨²n cifras del Banco Mundial. A la consolidaci¨®n de un sistema con poca movilidad social y el f¨¦rreo control de las ¨¦lites sobre el Gobierno, se ha sumado la emergencia de mafias que han cooptado sectores clave de las instituciones y las han puesto a su servicio. El desbarajuste lleg¨® a tal extremo que Estados Unidos lo ha considerado como un peligro para su propia estabilidad. Ante ello y con el apoyo de la ONU, la primera potencia mundial respald¨® la creaci¨®n en 2006 de la Comisi¨®n Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (Cicig).

La llegada al pa¨ªs del prestigioso magistrado colombiano Iv¨¢n Vel¨¢squez (Medell¨ªn, 1955) al frente de la Comisi¨®n en 2014 parec¨ªa ser el punto de arranque de un proceso prometedor. La Cicig marchaba sobre ruedas hasta que las investigaciones alcanzaron a empresarios, militares de alto rango, pol¨ªticos y sus familiares, entre ellos un hijo y el hermano del presidente guatemalteco, Jimmy Morales, acusados de haber defraudado a Hacienda. Pero la gota que rebas¨® la copa fue la solicitud de Vel¨¢squez y la fiscal general, Thelma Aldana, el pasado agosto de despojar de su inmunidad al presidente para investigarle por delitos electorales. Entonces Morales desat¨® una crisis pol¨ªtica tras declarar persona non grata al magistrado y ordenar su expulsi¨®n del pa¨ªs, una medida que ha sido suspendida por la justicia.

Pregunta. ?Es posible una involuci¨®n en la lucha contra la corrupci¨®n?

Respuesta. S¨ª. Estamos en un momento que podr¨ªa ser incluso definitivo para un proceso que podr¨ªamos calificar de liberaci¨®n del Estado de la captura a la que ha sido sometido por parte de las redes criminales. Hay una reacci¨®n fuerte en contra de la lucha para eliminar la corrupci¨®n. Si estos sectores logran frenar este proceso, se podr¨ªan perder d¨¦cadas en la construcci¨®n de un mejor pa¨ªs.

Esto lo saben muy bien quienes se oponen tan f¨¦rreamente a la lucha contra la corrupci¨®n. En algunos foros he escuchado que esta es la batalla final y que si las mafias pierden esta batalla perder¨¢n la guerra. En consecuencia, est¨¢n dispuestos a hacer lo que sea necesario por salir victoriosos. Saben perfectamente cu¨¢les ser¨ªan las consecuencias de perder la impunidad con que act¨²an.

P. ?Qu¨¦ pasos considera necesarios para neutralizarlos?

R. Ser¨¢ determinante la elecci¨®n del nuevo fiscal general. Creo que su escogencia ser¨¢ un tema casi definitorio. De acuerdo con el acierto que salga con su elecci¨®n, podr¨¢ pensarse en el avance real o en el retroceso de la lucha por la recuperaci¨®n del Estado. Porque un fiscal que no est¨¦ comprometido en la lucha contra la corrupci¨®n y la impunidad, o que sea un obst¨¢culo para las acciones en ese sentido implicar¨ªa, si no un retroceso, s¨ª una par¨¢lisis para el avance de las actividades realizadas.

P. ?Tiene Guatemala instituciones lo suficientemente s¨®lidas para enfrentar ese reto?

R. Es este momento son realmente d¨¦biles. Particularmente en el sistema de justicia, y en varios sentidos. El sistema de justicia es f¨¢cilmente permeable a las influencias, a las presiones, al control. Podr¨ªa decirse que no es independiente de los otros organismos del Estado.

P. ?Hay alg¨²n riesgo de que esto se traduzca, en el corto o mediano plazo, en el retiro de la Cicig del pa¨ªs?

R. Espero que esta situaci¨®n no ocurra. Guatemala dio una muestra muy significativa de autocr¨ªtica, de humildad, cuando plante¨® la conformaci¨®n de la Cicig. Mientras haya un inter¨¦s y una esperanza, la comunidad internacional continuar¨¢ su apoyo a Guatemala.

P. La labor de la Cicig hace que Guatemala sea vista como un paradigma, digno de ser replicado en otros pa¨ªses. ?Ve factible el establecimiento de comisiones contra la impunidad en otras naciones?

R. Como una forma de colaboraci¨®n de la comunidad internacional con un pa¨ªs espec¨ªfico, el modelo de la Cicig es provechoso. Naturalmente, tendr¨ªa que acomodarse la manera como est¨¦n dise?adas las instituciones de ese pa¨ªs. Pero la idea central de tener un grupo de expertos internacionales, que con una experiencia multinacional en el combate del crimen organizado aporte a instituciones nacionales, ser¨ªa de mucha utilidad.