¡°La trampa de la polarizaci¨®n es atractiva en pol¨ªtica y fatal para Colombia¡±
El exalcalde de Medell¨ªn, sobre la posible alianza con Claudia L¨®pez y Jorge Enrique Robledo: "Tenemos que revisar muy bien lo que estamos haciendo juntos"
Sergio Fajardo es candidato a la Presidencia de Colombia por el movimiento c¨ªvico Compromiso Ciudadano. Como alcalde de Medell¨ªn, donde naci¨® en 1956, impuls¨® hace una d¨¦cada una renovaci¨®n profunda de la ciudad que en el pasado fue s¨ªmbolo mundial del narcotr¨¢fico. Posteriormente, fue gobernador del departamento de Antioquia y desde hace unos meses es el aspirante m¨¢s valorado, seg¨²n las encuestas, en la convulsa precampa?a de las elecciones presidenciales de mayo de 2018. Matem¨¢tico y profesor, Fajardo defiende sin matices la reconciliaci¨®n del pa¨ªs tras la firma de los acuerdos de paz con las FARC. Reh¨²ye las etiquetas y el encasillamiento ideol¨®gico y se propone cambiar la cultura pol¨ªtica de Colombia. Es partidario de concurrir a esos comicios en coalici¨®n con el Partido Verde, encabezado por Claudia L¨®pez, y el Polo Democr¨¢tico de Jorge Enrique Robledo. Esta entrevista se realiz¨® en Bogot¨¢ el mi¨¦rcoles pasado, horas antes de una reuni¨®n con sus posibles aliados. Tras esa cita se torci¨® la negociaci¨®n. El candidato, autor del libro El poder de la decencia (Ariel), explica ahora desde la Feria del Libro de Guadalajara (FIL) cu¨¢les son sus expectativas.
Pregunta. La divisi¨®n de los colombianos es uno de los principales problemas del pa¨ªs. Usted no tiene la f¨®rmula m¨¢gica para resolver este problema. ?Pero se le ocurre una forma, incluso un talante pol¨ªtico, para mitigar este clima a corto plazo?
Respuesta. Yo creo en la reconciliaci¨®n, no podemos caer en la trampa de la polarizaci¨®n en Colombia. Es una trampa atractiva, no para m¨ª, pero s¨ª dentro del contexto de la pol¨ªtica. Santos, Uribe, s¨ª y no, derecha, izquierda. La definici¨®n para m¨ª es: dos bandos, amigos y enemigos. Con los amigos la relaci¨®n del afecto, con el enemigo la rabia y la agresi¨®n. Y esa trampa es fatal para Colombia. Tenemos una historia y a medida que crecen las agresiones verbales, ahora con el cap¨ªtulo donde la verdad es lo m¨¢s pisoteado que hay en t¨¦rminos de la discusi¨®n pol¨ªtica, van aumentando las agresiones y las mentiras para referirse a los enemigos. La historia de Colombia nos ha mostrado que pasamos bastante r¨¢pido de la agresi¨®n verbal a la violencia f¨ªsica. Es un peligro muy grande y ser¨ªa el peor error hist¨®rico como sociedad cerrar un cap¨ªtulo para abrir otro de violencia.
P. Pero, ?existe una soluci¨®n viable?
R. La pedagog¨ªa de la paz tiene que tener una condici¨®n para la reconciliaci¨®n. Tenemos que ser capaces de entender y respetar a los que est¨¢n en desacuerdo con nosotros, a los que dijeron no al proceso de paz. Por ejemplo, el Huila, una regi¨®n en donde gan¨® el no, con m¨¢s del 70%. Ese departamento se va a beneficiar enormemente de que las FARC no est¨¦n, pero si uno pregunta por qu¨¦ votaron por el no, dicen que tienen miedo, que tienen deseos de venganza, sienten desconfianza. Uno tiene que entender eso, no descalificarlo. Adem¨¢s, la otra debilidad muy grande es que no se ha sabido llegar al territorio.
P. La reconciliaci¨®n es la clave, para usted.
R. Dentro de la reconciliaci¨®n yo hablo tambi¨¦n de un gran proyecto de cultura ciudadana para la convivencia y la legalidad, dos conceptos muy maltrechos en la sociedad colombiana. La gente tiene derecho a sentir que puede caminar por su ciudad. Con eso avanzamos hacia la reconciliaci¨®n. Tenemos que entender que a Colombia debemos que cuidarla porque es muy f¨¢cil volver hacerla explotar. La Justicia Especial (JEP) es para tramitar un conflicto muy grande y no para el terreno de la venganza contra el otro, requiere mucha sabidur¨ªa el pa¨ªs para esas cosas.
P. Y aparte de la polarizaci¨®n, ?cu¨¢les son las urgencias del pa¨ªs?
R. Hay indignaci¨®n por la corrupci¨®n. Yo llevo 18 a?os en la pol¨ªtica y desde entonces empezamos a luchar contra la corrupci¨®n, pero ahora vemos una transformaci¨®n.? Habitualmente la gente sabe de la corrupci¨®n y cada quien sabe qui¨¦nes son los corruptos de su pueblo. Pero lo que pas¨® ac¨¢ con Odebrecht hizo que toda Colombia se integrara alrededor del tema de la corrupci¨®n. Ya no es el corrupto local sino que est¨¢n hablando de un tema nacional. Todos est¨¢n diciendo lo mismo: ¡°Nos est¨¢n robando¡±. Adem¨¢s, las regiones no se sienten conectadas con un poder central. Y en t¨¦rminos pol¨ªticos la gente dice que nos han gobernado siempre los mismos con las mismas. Y es cierto en los ¨²ltimos 16 a?os. Primero ?lvaro Uribe. Despu¨¦s vino Santos y muchas personas que trabajaron en un Gobierno, trabajaron en el otro. Han sido las mismas personas conduciendo al pa¨ªs, solo con una discrepancia alrededor de la paz, pero los mismos.?
P. Hace hincapi¨¦ en la corrupci¨®n. Pero, ?c¨®mo afrontar algo que se ha metido hasta en las altas instancias de la justicia?
R. En Colombia tenemos un mal y es que creemos que todos los problemas se resuelven con una nueva ley. La corrupci¨®n llega al Estado colombiano por las elecciones. De la manera como se gana, se gobierna. Ac¨¢ se roba con puestos, con contratos. La lucha empieza en las elecciones. Nosotros no elegimos corruptos ni pagamos un peso por un voto. Cuando no se paga, no hay que llegar a entregar el Estado. Nuestra propuesta es: 'Ni un puesto ni un contrato para un congresista'. El reto es cambiar la pol¨ªtica. Se puede. Nos dicen que es imposible, pero yo creo en ello, por eso mi campa?a se llama Se puede.
P. Usted tambi¨¦n estuvo se?alado. La Contralor¨ªa de Antioquia le embarg¨® algunos bienes, mientras se investiga un supuesto sobrecosto en la construcci¨®n de estaciones de polic¨ªa cuando usted fue gobernador.
R.? A m¨ª me han puesto cerca de 135 investigaciones de las cuales ya he pasado por 100. No descalifico a los que me est¨¢n investigando, as¨ª sepa que lo que hay detr¨¢s de cada caso. Esta vez, el ¨²nico caso en el que me he manifestado p¨²blicamente es sobre el contralor del departamento de Antioquia por las declaraciones que daba sobre m¨ª. Adem¨¢s de falsas, han sido tendenciosas. La vida es justa y, como creo en la verdad, as¨ª se demore, vemos c¨®mo ese se?or est¨¢ investigado, esa es la prueba m¨¢xima. Tengo enfrente a una persona que est¨¢ siendo investigada.
P. En el municipio de Yopal, hace una semana, un ensayo de lo que podr¨ªa ser su coalici¨®n con los verdes y el Polo gan¨® al Centro Democr¨¢tico.
R. Lo qu¨¦ pas¨® en Yopal es bien bonito. Fue extraordinario. Una muestra de que las cosas se pueden hacer. Ahora estamos en un problema, c¨®mo definimos qui¨¦n representa esta coalici¨®n. Yo quiero ser la persona que la represente. Igual quiz¨¢ alguno de ellos quiere serlo. Estamos en esta discusi¨®n, es una discusi¨®n dif¨ªcil.?
P. Pero despu¨¦s de su ¨²ltima reuni¨®n con Claudia L¨®pez y Sergio Fajardo, los planes parecen haber cambiado.
R. Este viernes nosotros ¨ªbamos a presentar las cerca de un mill¨®n de firmas que recogimos por toda Colombia en cabeza del movimiento que yo lidero, Compromiso Ciudadano, para presentar mi nombre para ser candidato. Y s¨²bitamente me llaman de los medios para hablarme de unas declaraciones de Claudia L¨®pez con unas afirmaciones con respecto de que se hab¨ªa roto esa coalici¨®n y que el responsable era yo. Eso es muy sorprendente. Porque nosotros el mi¨¦rcoles en la noche nos reunimos en mi casa, donde estuvieron Ang¨¦lica Lozano con Claudia L¨®pez, Antonio Navarro, Jorge Robledo y yo. Y estuvimos discutiendo acerca de c¨®mo iba a ser nuestra coalici¨®n. Pero tenemos unas diferencias. Ellos dicen que para escoger la persona que lidere esta coalici¨®n se debe hacer, en las elecciones al Congreso de la Rep¨²blica en el mes de marzo, una consulta entre nosotros. Yo digo que es urgente escogerla lo m¨¢s pronto posible. No hemos podido ponernos de acuerdo.
P. ?Qu¨¦ pas¨®?
R. Esa noche decidimos que nos ¨ªbamos a reunir el pr¨®ximo mi¨¦rcoles para ver c¨®mo avanz¨¢bamos de mi¨¦rcoles a mi¨¦rcoles y que otras personas diferentes pudieran mirar la situaci¨®n y nos ayudaran a analizar alternativas. Estaba esperando a llegar al mi¨¦rcoles por la ma?ana. Yo me sorprendo con esa declaraci¨®n, califico el evento como bizarro, estramb¨®tico, incre¨ªble. Ocurri¨® algo extraordinario. Esto que pas¨® y c¨®mo pas¨® tiene un mensaje muy grande y tenemos que revisar muy bien lo que estamos haciendo juntos. Este no es un problema trivial, ocurri¨® algo extraordinario y hay que mirarlo con todo el rigor. No voy a ventilarlo en p¨²blico. Pero que pas¨® algo extraordinario, pas¨®, y que esto no es intrascendente. Vamos a ver qu¨¦ pasa.
P. ?Hay posibilidades de salvarlo?
R. Vamos a ver.
P. Usted reh¨²ye la izquierda y la derecha.
R. Yo no creo en esas categor¨ªas. Macron estaba chiquito y nosotros ya hab¨ªamos roto con esa idea de izquierda y derecha. Hemos gobernado hablando de principios, de problemas. Yo sinceramente no creo en esa clasificaci¨®n, adem¨¢s creo que es obsoleta y dentro entre contexto todo el mundo hace un esfuerzo por tratar de clasificar porque la vida es esto o esto. Nosotros rompimos con eso hace rato.
P. ?Har¨ªa cambios en los acuerdos de paz?
R. Nosotros estamos a favor de los acuerdos. Hay que cuidar a Colombia, que funcione. Reparando los errores cometidos. Este no es un proceso de paz para la venganza. La persona que a m¨ª me inspira se llama Nelson Mandela.
P. Colombia sigue teniendo un serio problema de violencia en las zonas rurales y los asesinatos de los l¨ªderes sociales no cesan. C¨®mo piensa afrontar esta emergencia.
R. Llegando al territorio. Empezando por la seguridad y por los servicios b¨¢sicos del Estado que no ha estado all¨ª. El programa J¨®venes con futuro [promovido en Antioquia y Medell¨ªn] es algo que no hemos hecho en nuestro pa¨ªs para que los j¨®venes no entren en el mundo de la violencia. Y hay una cantidad de j¨®venes que est¨¢n ah¨ª a punto de entrar en el mundo de la violencia.
P. ?C¨®mo actuar¨ªa ante la deriva de Maduro en Venezuela?
R. La conducci¨®n en este momento es razonable. Colombia debe reconocer que estamos frente a una dictadura del siglo XXI. Tiene que hacer p¨²blica esta posici¨®n de rechazar una dictadura en el contexto internacional de los organismos multilaterales, pero esa no tiene que ser la excusa para que Maduro convierta a Colombia en su problema. Nosotros, con 2.300 kil¨®metros de frontera, necesitamos un cierto sentido de la responsabilidad.
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