Macron apela a la juventud de Argelia para superar los traumas del pasado
El presidente franc¨¦s viaja al pa¨ªs norteafricano para reforzar los lazos econ¨®micos y la lucha antiterrorista
En su primera visita a Argelia, pa¨ªs colonizado por Francia durante 130 a?os y separado tras una guerra cruenta, el presidente franc¨¦s Emmanuel Macron busc¨® el mi¨¦rcoles la complicidad de la juventud local para que ambos pa¨ªses dejen de ser ¡°rehenes del pasado¡± y ¡°miren juntos al futuro¡±. Aparte de Alemania, quiz¨¢ no haya ning¨²n otro pa¨ªs tan entrelazado con los traumas franceses, y 55 a?os despu¨¦s de la independencia, este pasado todav¨ªa marca a ambas sociedades. La visita de Macron deb¨ªa durar unas doce horas y centrarse en las relaciones econ¨®micas y la cooperaci¨®n antiterrorista. Despu¨¦s volar¨¢ a Qatar, segunda etapa de la gira internacional del presidente.
¡°Durante la colonizaci¨®n hubo combates, hubo faltas y cr¨ªmenes, hubo grandes acontecimientos e historias felices¡±, dijo Macron en una entrevista con el diario El Watan. ¡°Pertenezco a una generaci¨®n de franceses para quienes los cr¨ªmenes de la colonizaci¨®n europea son incontestables y forman parte de nuestra historia¡±.
El presidente sostiene en la entrevista que ¡°como jefe de un Estado que coloniz¨® una parte de ?frica pero tambi¨¦n de una generaci¨®n que no conoci¨® este periodo¡±, es consciente de que ¡°Francia es depositaria de este pasado¡±. Y, sin embargo, se declara convencido de que la responsabilidad de esta nueva generaci¨®n es ¡°no dejarse atrapar¡± en este pasado sino ¡°conocer esta historia y construir un futuro com¨²n y una esperanza¡±.
Macron ten¨ªa prisa por viajar Argelia, as¨ª que prefiri¨® no esperar a que se organizase una visita de Estado, con toda la pompa y la log¨ªstica que esta exige, y se decidi¨® por una visita fugaz, una visita "de trabajo y amistad", como la describ¨ªa el El¨ªseo. La decisi¨®n de visitar primero a Marruecos, rival de Argelia, en junio, poco despu¨¦s de llegar al cargo, molest¨® en Argel.
Macron pase¨® por las calles de la capital, se reuni¨® con la sociedad civil y con j¨®venes argelinos y mantuvo encuentros con los l¨ªderes del pa¨ªs, entre ellos el presidente Abdelaziz Bouteflika, en delicado estado de salud y casi desaparecido de la luz p¨²blica. Las im¨¢genes, si las hay, de Macron con Bouteflika, que a los 80 a?os le dobla en edad, se escrutar¨¢n como los kremlin¨®logos analizaban las fotos de los geront¨®cratas del Kremlin en la URSS.
El presidente franc¨¦s encontr¨® un pa¨ªs en una situaci¨®n incierta, no s¨®lo por la inc¨®gnita del liderazgo , sino por el desempleo elevado, la ca¨ªda del precio del petr¨®leo que ha da?ado la econom¨ªa y el repunte de la emigraci¨®n. Francia, hasta hace poco socio comercial privilegiado, debe hacer frente ahora al empuje de China en la regi¨®n. Al mismo tiempo, requiere la ayuda de Argel en la lucha contra el terrorismo en la regi¨®n del Sahel.
La visita llega despu¨¦s de un viaje de Macron al ?frica subsahariana, donde insisti¨® en el mismo mensaje: Francia quiere tratar de t¨² a t¨² y sin paternalismo a los pa¨ªses que estuvieron bajo su esfera colonial, y el cambio generacional que Macron representa ¡ªes el presidente franc¨¦s m¨¢s joven de la historia¡ª permitir¨¢ el cambio.
Las relaciones bilaterales son estrechas ¡ªlos m¨¢s optimistas comparan su potencial con el de la amistad franco-alemana¡ª pero conflictivas. Argelia es una herida en Francia, donde viven millones de personas ¡ªfranceses e inmigrantes¡ª que, directa o indirectamente, tienen v¨ªnculos con Argelia: pieds-noirs o residentes en Argelia de ascendencia europea que se marcharon tras la independencia; jud¨ªos argelinos cuyos antepasados viv¨ªan en aquellas tierras desde tiempo inmemorial y tambi¨¦n se decidieron por emigrar a la metr¨®poli; excombatientes y sus familiares; harkis o argelinos que lucharon con las fuerzas franceses, y finalmente los millones de argelinos de religi¨®n y cultura musulmana que han inmigrado a Francia en las ¨²ltimas d¨¦cadas.
El c¨®ctel de memorias ¡ªalgunas contradictorias y dif¨ªciles de reconciliar¡ª sobrevuela desde la independencia la sociedad francesa y su pol¨ªtica. Desde los yihadistas aut¨®ctonos que se educaron en los agravios del colonialismo y la guerra, hasta el nacionalismo del FN, que se nutre de muchos votantes nost¨¢lgicos de la Argelia francesa, Argelia es un pasado a¨²n presente en Francia. A esto se a?ade el conflicto entre la memoria de la guerra en Francia y en Argelia.
Macron es el primer presidente franc¨¦s nacido despu¨¦s de la independencia de 1962 ¡ªbastante despu¨¦s en su caso: 1977¡ª y por eso puede estar en una posici¨®n privilegiada para contribuir al cierre de las heridas. Ni vivi¨® la guerra ni tiene v¨ªnculos directos con Argelia, y esto puede permitirle ver las relaciones bilaterales ¡ªy la memoria del conflicto¡ªcon un desapasionamiento mayor que algunos de sus predecesores.
"No estoy aqu¨ª para juzgar a quienes vivieron en el pasado", dijo a un grupo de j¨®venes, seg¨²n informa Reuters. "Vuestra generaci¨®n no debe permitirlo. [Culpar al pasado] no es una excusa para lo que ocurre hoy".
Macron introdujo el debate sobre la memoria de la guerra ¡ªy se gan¨® la simpat¨ªa de muchos argelinos¡ª durante la campa?a electoral que en mayo le llev¨® al El¨ªseo, al calificar el colonialismo como un crimen contra la humanidad. Esta vez no ha repetido la pol¨¦mica expresi¨®n, pero dice a El Watan: ¡°Mis convicciones (¡) no han cambiado desde que fui elegido presidente de la Rep¨²blica¡±. La posibilidad de pedir perd¨®n por aquellos cr¨ªmenes se plantea hoy.
En otra entrevista, esta con la agencia TSA, se declara dispuesto a un gesto que se le reclamaba desde Argelia: la restituci¨®n de los cr¨¢neos de argelinos a los que el ej¨¦rcito franc¨¦s mat¨® en el siglo XIX, conservados en el Mus¨¦e de l'homme de Par¨ªs. ¡°Deseo que reavivemos la relaci¨®n con el trabajo de memoria entre ambos pa¨ªses, que nos decidamos por la restituci¨®n de los cr¨¢neos, lo decidir¨¦, estoy preparado¡±.
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