Europa: Jerusal¨¦n primero
EE UU se ha convertido en un riesgo estrat¨¦gico de primera magnitud para el proyecto europeo
Con el reconocimiento unilateral de Jerusal¨¦n como capital de Israel, Estados Unidos acent¨²a su deterioro estrat¨¦gico e incluso moral. Esta supuesta v¨ªa para acelerar la paz no es solo un ejercicio de cinismo: tambi¨¦n es una caricatura del America First. En realidad, se trata de un Israel First: a cambio del regalo incondicional a Netanyahu, EE UU no obtiene nada: ninguna garant¨ªa de que habr¨¢ un proceso y que ¨¦ste conducir¨¢ a alguna parte. EE UU da la espalda otra vez a Naciones Unidas y al mundo, exacerba el agravio a los palestinos, y hace la vida m¨¢s insegura.
En diciembre de 2016, Obama permiti¨® que el Consejo de Seguridad condenase los asentamientos israel¨ªes (Resoluci¨®n 2334). La mayor presi¨®n reca¨ªa sobre el lado m¨¢s fuerte porque se pretend¨ªa una negociaci¨®n, no una rendici¨®n. Pero claro, Trump no sabe que contin¨²an las construcciones en Jerusal¨¦n Este; ni siquiera parecen preocuparle mucho Israel ¡ªdonde solo Netanyahu gana con esto¡ª ni su aliado saud¨ª ¡ªal cual pone en un aprieto¡ª ni Turqu¨ªa, que se aleja de EE UU.
El ninguneo a la Uni¨®n Europea se ha convertido en el new normal. Primero fue el acuerdo de Cambio Clim¨¢tico de Par¨ªs; luego, el acuerdo nuclear con Ir¨¢n. Ahora se le hurta a Europa una voz en el proceso de paz: primero se impone Jerusal¨¦n, luego vendr¨¢n migajas de Cisjordania, y al final cualquier cosa. Lo que est¨¢ en juego es el llamado poder normativo de Europa. Si saltarse el derecho internacional y los consensos sale tan barato, entonces ?qu¨¦ nos queda a los europeos? Merkel lo dijo tras la cumbre de la OTAN de mayo, y seguramente lo piensa a¨²n: Europa ya no puede confiar en Washington para su seguridad. De hecho, EE UU se ha convertido en un riesgo estrat¨¦gico de primera magnitud para el proyecto europeo. Pero a nuestros l¨ªderes? ¡ªcomo al documento de estrategia de la Alta Representante Mogherini¡ª les cuesta asumir que existe un desacuerdo fundamental con Washington. Que una relaci¨®n sana con esta Administraci¨®n es imposible. Y lo peor est¨¢ por llegar: a medida que las cosas se le compliquen en casa, Trump buscar¨¢ cobrarse presas f¨¢ciles en el exterior.
La buena noticia es que existe oportunidad. Francia puede fijar el tono de la nueva Europa en este asunto y recoger la herencia del maltrecho liderazgo estadounidense en Oriente Medio. La arrogancia de Netanyahu en el Consejo de Ministros de Exteriores europeo ha puesto a todos de acuerdo. Macron ha exigido el fin de los asentamientos: ahora cabe una iniciativa de paz inspirada en el plan franc¨¦s de 2016. ?ste est¨¢ aparcado, pero puede reactivarse si el armisticio entre Ham¨¢s y Al Fatah cristaliza en un interlocutor palestino fiable. Dicho plan contar¨ªa con el apoyo de Rusia, China y los pa¨ªses ¨¢rabes, posiblemente sin Washington al principio; pero la UE no se puede dejar arrastrar por su impredecible aliado. En Jerusal¨¦n, Europa se juega su relanzamiento o su fracaso.
Vicente Palacio es Director del Observatorio de Pol¨ªtica Exterior de la Fundaci¨®n Alternativas
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