La OTAN y la UE se al¨ªan frente a los ciberataques

Ciberataques y desinformaci¨®n amenazan los cimientos de las dos principales organizaciones occidentales, la OTAN y la Uni¨®n Europea. Sus responsables han a?adido nuevas ¨¢reas de cooperaci¨®n a las que ya desempe?an desde el a?o pasado en ese dominio. Al igual que en ese primer intento, las llamadas amenazas h¨ªbridas ¡ªlas que desestabilizan los pa¨ªses sin emplear m¨¦todos convencionales de ataque¡ª centran la cooperaci¨®n de las dos entidades con sede en Bruselas.

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Los ministros de Exteriores la OTAN y de la UE han dado ya el visto bueno a este nuevo paquete de 34 medidas, que pretende mejorar lo que se hace hasta ahora. La creciente inquietud que generan los intentos de influencia externa en pa¨ªses de estas dos organizaciones (con campa?as que alientan el terrorismo o con intentos de interferir en elecciones) obliga a aumentar los esfuerzos. ¡°La OTAN y la UE pueden ahora intercambiar alertas sobre ciberataques y virus en tiempo real¡±, ilustr¨® el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg durante la cita ministerial que concluy¨® este mi¨¦rcoles en Bruselas.

El texto insta a intercambiar m¨¢s informaci¨®n ¡ªun terreno siempre escurridizo, especialmente la confidencial¡ª y a afinar los esfuerzos contra las noticias falsas, especialmente las que pueden incitar al terrorismo. Tambi¨¦n se buscan ¡°potenciales sinergias¡± en la lucha contra los ataques cibern¨¦ticos, en particular en los equipos de respuesta r¨¢pida que albergan por separado la UE y la OTAN.

Ambas organizaciones citan con libertad la necesidad de mejorar la comunicaci¨®n estrat¨¦gica en la lucha antiterrorista, con el Estado Isl¨¢mico (ISIS, por sus siglas en ingl¨¦s) como principal foco de inquietud. M¨¢s sutil es la otra amenaza, la que emana de fuerzas dif¨ªciles de identificar que influyen en los procesos democr¨¢ticos de pa¨ªses europeos y de los aliados (en buena medida, los mismos). En ese campo, las referencias son siempre indirectas.

Mucho por hacer

¡°Atribuir [esos intentos de desestabilizaci¨®n] es una decisi¨®n de los Estados miembros y la UE no re¨²ne informaci¨®n de inteligencia en este terreno. Pero escuchamos lo que nos dicen los Estados y est¨¢ claro que en los ¨²ltimos a?os hay tanto campa?as de desinformaci¨®n como ciberataques contra las instituciones democr¨¢ticas en la UE¡±, aseguraba el comisario europeo de Seguridad, Julian King, en un reciente encuentro con EL PA?S.

Fuentes aliadas admiten que queda mucho por hacer en un terreno en el que Rusia lleva ventaja. La UE y la OTAN han querido avanzar en los ¨²ltimos meses. La Alianza considera los ciberataques como episodios que pueden desencadenar la necesidad de defensa colectiva. Y la UE ha acordado que un incidente grave en el ciberespacio obligue a los Estados miembros a prestar asistencia militar al pa¨ªs que lo sufre. En el terreno de la contrapropaganda, Bruselas acaba de acordar por primera vez un modesto presupuesto (800.000 euros en 2018) para la unidad que lucha contra la desinformaci¨®n de actores externos.

Los dirigentes de la UE y de la OTAN conf¨ªan en mejorar estas habilidades. Para coordinarlas, han creado un centro de excelencia contra amenazas h¨ªbridas que opera desde septiembre en Finlandia. Pese a todo, algunos obst¨¢culos entorpecen los avances. Entre ellos, los recelos de Turqu¨ªa (miembro de la OTAN que vive un periodo de hostilidad con Europa) a estrechar lazos.