Berl¨ªn y Par¨ªs pretenden dise?ar por su cuenta la reforma de la zona euro
Holanda y los pa¨ªses acreedores rechazan los planes de Bruselas para apuntalar la moneda ¨²nica
En 2008, el sistema s¨²bitamente traspas¨® sus l¨ªmites: a pesar de las promesas, no ha habido una refundaci¨®n ¡ªni siquiera media¡ª del capitalismo. En 2012, el euro estuvo cerca de saltar por los aires: el BCE y los socios de la eurozona salvaron los muebles, pero Europa es consciente de que tiene que reforzar la moneda ¨²nica. No ser¨¢ f¨¢cil. La cumbre europea ha fallado este viernes estrepitosamente en el primer intento serio una vez llegada la recuperaci¨®n, que deber¨ªa ser el momento adecuado para acometer obras mayores en la arquitectura del euro. Los l¨ªderes ningunean el paquete de propuestas de la Comisi¨®n Europea. El presidente franc¨¦s, Emmanuel Macron, parece conforme con rebajar sus ambiciones iniciales. Francia espera a la canciller Angela Merkel: Macron y Merkel dejaron claro que pretenden acordar por su cuenta la nueva arquitectura de la eurozona en 2018.
Hay qu¨ªmica entre Merkel y Macron, que el viernes no quiso aprovechar la debilidad interna de la canciller, en pleno proceso de formaci¨®n de Gobierno. Una vez haya coalici¨®n, los ministros de Finanzas de las dos riberas del Rin acordar¨¢n las medidas en las que hay consenso para avanzar, han explicado los dos mandatarios en una rueda de prensa conjunta. As¨ª que la cumbre del euro acaba en nada: los l¨ªderes volver¨¢n a reunirse en marzo, para aprobar la agenda de reformas a corto plazo. Las medidas m¨¢s ambiciosas ni siquiera tienen un calendario claro a d¨ªa de hoy. M¨¢s cumbres, m¨¢s agendas, m¨¢s calendarios: eso es todo por el momento.
"No estoy aqu¨ª para poner sobre la mesa mis teor¨ªas sobre la eurozona: no voy a proponer medidas que no tengan apoyo y puedan avanzar", ha apuntado un Macron que parec¨ªa reci¨¦n ca¨ªdo del caballo. A su lado, Merkel asent¨ªa satisfecha. La canciller ha evitado meterse en charcos. Ya llegar¨¢ su hora: "Tenemos distintas posibilidades para reformar la eurozona, pero adem¨¢s de integrarnos deber¨ªamos mejorar la competitividad", ha dicho. Competitividad es una palabra m¨¢gica: cuando los l¨ªderes no quieren comprometerse a nada, se la sacan de la manga de inmediato. Merkel prefiere esperar a que se despeje su horizonte pol¨ªtico: "Una vez se forme Gobierno emprenderemos la reforma del euro, que es un proceso. Hoy era solo el principio", ha dicho ante los periodistas.
No hay consenso para las reformas m¨¢s ambiciosas: "Hay que conseguir m¨¢s competitividad y m¨¢s convergencia", ha insistido Merkel, "pero meter m¨¢s dinero [en referencia al presupuesto anticrisis de la eurozona, que Berl¨ªn no quiere ver ni en pintura] no va a resolver los problemas de Europa. Con esos mimbres, Europa apenas puede dar pasos adelante en la uni¨®n bancaria, con el cortafuegos para el fondo de resoluci¨®n, que sirve para bajar la persiana en los bancos sin provocar una sacudida en el sector financiero. Podr¨ªa tambi¨¦n haber consenso para convertir el mecanismo de rescate en un Fondo Monetario Europeo (FME) con m¨¢s poder¨ªo. Y poco m¨¢s: ¡°El contexto pol¨ªtico no ayuda y la reforma de la Uni¨®n Econ¨®mica y Monetaria provoca grandes divisiones en este momento¡±, ha admitido una alta fuente europea.
Todo el mundo sabe lo que hace falta para apuntalar el euro: un presupuesto anticrisis, eurobonos y un FME con potencia de fuego como para rescatar Estados y bancos si hace falta. Pero nadie sabe c¨®mo convencer a los acreedores, que han tenido una crisis estupenda y defienden el statu quo. Merkel ha dado su palabra a Macron de que habr¨¢ un salto adelante. Pero Holanda avis¨® el jueves de por d¨®nde van los tiros: el primer ministro holand¨¦s, Mark Rutte, se niega en redondo a ese presupuesto anticrisis, a los eurobonos y solo acepta el Fondo Monetario si son los pa¨ªses quienes lo controlan, para que los rescates sean a cambio de duras condiciones. Holanda y Alemania tienen claro que no quieren m¨¢s solidaridad. Al contrario: la propuesta estrella en La Haya y Berl¨ªn es un mecanismo de reestructuraci¨®n autom¨¢tica de la deuda soberana que podr¨ªa provocar, seg¨²n Francia, Italia y Espa?a, una reedici¨®n de la crisis del euro.
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