Berl¨ªn rechaza las reformas del euro que proponen Macron y Juncker
Alemania dinamita la posibilidad de un presupuesto de la eurozona para combatir las crisis
Alemania no quiere un presupuesto del euro, ni un seguro de desempleo com¨²n, ni mutualizar la deuda europea. Y solo se aviene a crear un Fondo Monetario Europeo si al rescatar pa¨ªses estos se someten a una estricta condicionalidad en forma de reformas. Un documento del Ministerio de Finanzas al que ha tenido acceso EL PA?S rechaza de plano las reformas m¨¢s ambiciosas de la zona euro que han propuesto en las ¨²ltimas semanas Par¨ªs y Bruselas.
Nein, nein, nein, mil veces nein. El Gobierno alem¨¢n rechaza de plano las propuestas m¨¢s ambiciosas de reforma de la zona euro que han lanzado en las ¨²ltimas semanas el nuevo Gobierno del franc¨¦s Emmanuel Macron y la Comisi¨®n Europea de Jean-Claude Juncker. Berl¨ªn, en un documento al que ha tenido acceso este peri¨®dico, dinamita la posibilidad de un presupuesto de la eurozona con potencia de fuego como para combatir las crisis. Desestima la propuesta de activar un seguro de desempleo com¨²n. Desecha la idea de poner en marcha un superministro de la zona euro. No quiere ver ni en pintura la mutualizaci¨®n de deuda, que considera incluso contraproducente. Y como mucho se aviene a convertir el Mede (el mecanismo de rescate de la UE) en un Fondo Monetario Europeo, pero si y solo si los pa¨ªses que necesiten ayudas aceptan una ¡°estricta condicionalidad¡± en forma de reformas estructurales, la gran obsesi¨®n de Merkel, Sch?uble y compa?¨ªa.
Alemania no quiere nada de eso: prefiere, por contra, robustecer la flexiausteridad que ha caracterizado la mediocre respuesta de la eurozona a la Gran Recesi¨®n. Berl¨ªn pretende reforzar las reglas fiscales que obligaron a adoptar una austeridad excesiva en plena crisis, y quiere quitarle a la Comisi¨®n las labores de vigilancia presupuestaria para d¨¢rselas a ese nuevo Fondo Monetario intergubernamental, con un sello claramente alem¨¢n. Como guinda, aboga por poner las reglas de control de la deuda p¨²blica a la altura de las de d¨¦ficit (en un torpedo dirigido a Italia, con un endeudamiento del 130% del PIB) y apuesta por poner en marcha un mecanismo de reestructuraci¨®n de la deuda soberana que podr¨ªa elevar las primas de riesgo en el Sur de Europa, a juzgar por las reacciones de los Gobiernos perif¨¦ricos, como Espa?a, en los ¨²ltimos meses.
Wolfgang Sch?uble, el todopoderoso ministro de Finanzas que est¨¢ a punto de dejar el cargo para presidir el Parlamento alem¨¢n, deja con ese documento de apenas tres p¨¢ginas un testamento europeo sencillamente brutal. Si esa postura triunfa ¡ªy las ideas alemanas han modelado en los ¨²ltimos a?os la pol¨ªtica econ¨®mica de la UE¡ª, las reformas de la eurozona que persiguen tanto Macron como Juncker est¨¢n lejos de hacerse realidad. Sch?uble, de paso, pavimenta el camino para la nueva coalici¨®n de Gobierno: lo que quiere el Ministerio de Finanzas alem¨¢n para la eurozona es, grosso modo, pr¨¢cticamente todo el programa de los liberales, que junto a Los Verdes negocian con la canciller Merkel para formar coalici¨®n. El tr¨ªo democristianos-liberales-verdes puede dificultar las reformas de la Uni¨®n Econ¨®mica y Monetaria: m¨¢s a¨²n si el sustituto de Sch?uble es uno de los liberales que suenan (Christian Lindner o Wolfgang Kubicki, con ideas muy distintas de las de Macron) o si el elegido es el socialcristiano Marcus S?der, mucho m¨¢s duro que Sch?uble.
Frente a la ambici¨®n de Juncker y Macron, el documento alem¨¢n prefiere un ¡°approach pragm¨¢tico¡±. En plata: nada de presupuesto para la eurozona, nada de seguro de desempleo com¨²n y nada de mutualizaci¨®n de deuda, que ¡°crear¨ªa los incentivos equivocados y pondr¨ªa en riesgo la estabilidad de la zona euro¡±. Un eurobono, se llame como se llame, ¡°solo servir¨ªa para repetir los errores del pasado¡±, seg¨²n ese texto.
Alemania prefiere el status quo, con reformas y reglas fiscales duras, sencillas y predecibles. Y un nuevo Mecanismo de rescate (Mede) reforzado que proporcione ¡°apoyo financiero temporal a quien lo solicite bajo una estricta condicionalidad en forma de reformas¡±. Ese nuevo Fondo Monetario deber¨ªa rearmarse con un nuevo mecanismo de reestructuraci¨®n de deuda ¡°para mejorar la informaci¨®n sobre el riesgo¡± de los bonos soberanos en la zona euro, que permita ampliar los plazos de amortizaci¨®n en caso de dificultades en un pa¨ªs. Berl¨ªn, adem¨¢s, se opone a que el Mede se use como colch¨®n fiscal para cerrar bancos y para el futuro fondo de garant¨ªa de dep¨®sitos europeos si antes no se reducen los riesgos asociados a la deuda soberana.
Alemania lleva varios a?os siendo muy cr¨ªtico con la aplicaci¨®n de las reglas fiscales por parte de Bruselas, pero ese texto pone los ataques negro sobre blanco. Berl¨ªn cree que el marco normativo es hoy ¡°complejo y poco predecible¡±. Apuesta por desarrollar las reglas para limitar la deuda p¨²blica e imponer controles similares a los que la Comisi¨®n establece por los excesivos d¨¦ficits. Y cree que la propuesta estrella de Juncker y Macron, un presupuesto de la eurozona anticrisis o un seguro de desempleo, ¡°no es necesario para dar estabilidad a la Uni¨®n Monetaria¡±, contra el criterio de los economistas del FMI, la OCDE y de la gran mayor¨ªa de las casas de an¨¢lisis. Berl¨ªn apunta que basta con revisar el actual presupuesto de la UE para que los fondos estructurales y de cohesi¨®n se otorguen en funci¨®n de las reformas. Alemania cree que los Estados miembros tendr¨¢n que rascarse el bolsillo para rellenar el agujero del Brexit, y bastar¨ªa con reenfocar el presupuesto de la UE ¡ªcon un v¨ªnculo entre los fondos de cohesi¨®n y las inevitables reformas¡ª aprovechando ese cambio, algo a lo que se oponen numerosos Estados miembros.
Las primeras reacciones llegaron en la rueda de prensa del Eurogrupo, en Luxemburgo. Y, de momento, la m¨²sica que interpretan las instituciones ¡ªsalvo la Comisi¨®n¡ª tiene claramente la partitura de Berl¨ªn. ¡°El Mede ha hecho un buen trabajo y en el futuro ampliar¨¢ su radio de influencia a la prevenci¨®n de crisis¡±, dijo anoche el jefe del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem. Ese sintagma, ¡°prevenci¨®n de crisis¡±, aparece palabra por palabra en el documento alem¨¢n. ¡°A¨²n es pronto para saber si el futuro Mede har¨¢ labores de supervisi¨®n fiscal¡±, abund¨® el director de esa instituci¨®n, el alem¨¢n Klaus Regling. Solo el comisario Pierre Moscovici defendi¨® el rol actual de Bruselas en la vigilancia fiscal.
?Qui¨¦n lidera Europa? Se supone que Macron es la figura emergente, y que Merkel ha salido debilitada de las elecciones. Se supone que tanto Francia como Alemania est¨¢n de acuerdo en revivir el eje franco-alem¨¢n. Y se supone que Merkel va a apoyar a Macron si Par¨ªs se atreve de una vez con las reformas. Frente a tanta suposici¨®n, este lunes apareci¨® el primer documento del Ejecutivo alem¨¢n sobre la nueva UE que deber¨ªa rearmarse para que la pr¨®xima crisis no se lleve por delante seis d¨¦cadas de construcci¨®n europea. Si ese texto es solo el testamento de Sch?uble y Merkel convence a su Gobierno de que el euro necesita algo m¨¢s que parches, a¨²n hay esperanza, dec¨ªa este lunes una fuente europea. ¡°Si en lugar del testamento de Sch?uble es el acta de nacimiento del nuevo Gobierno alem¨¢n, tenemos un problema¡±, cierran las mismas fuentes.
El largo adi¨®s a la troika
¡°Nada volver¨¢ a ser como antes¡±, dec¨ªa este lunes el ministro griego Euclides Tsakalotos sobre el adi¨®s de su colega alem¨¢n, Wolfgang Sch?uble, despu¨¦s de las hagiograf¨ªas que le dedicaron Jeroen Dijsselbloem (Eurogrupo) y Klaus Regling (Mede) tras la reuni¨®n de los ministros de Finanzas. Regling dio alguna pista de por qu¨¦: el largo adi¨®s a la troika est¨¢ m¨¢s cerca. ¡°Hay acuerdo para que en futuros rescates sean el Mede y la Comisi¨®n quienes se encarguen de los programas¡±, dijo Regling. Eso dejar¨ªa fuera al BCE y al FMI.
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