El mayor cerco que queda en Siria
Las 400.000 personas que se encuentran sitiadas en Guta viven una situaci¨®n cr¨ªtica
¡°El sufrimiento en la Guta oriental [situada a 15 km al noreste de Damasco] ha alcanzado un punto cr¨ªtico¡±, ha alertado este lunes Robert Mardini, director para Oriente Medio del Comit¨¦ Internacional de la Cruz Roja (CICR). Sitiada por las tropas regulares sirias desde 2013, la Guta oriental es el mayor de los cercos que quedan en Siria. A pesar de que en julio entr¨® en vigor la zona de desescalada que incluye esta regi¨®n, el repunte de los combates y bombardeos han dejado a unas 400.000 personas desprovistas de asistencia m¨¦dica y expuestas a la preocupante escasez de alimentos.
¡°Hemos visitado la Guta oriental en agosto y en noviembre, por lo que hemos podido observar una degradaci¨®n muy importante de la situaci¨®n humanitaria con el cierre de numerosos mercados y el consiguiente incremento de precios. Ahora los enfrentamientos son constantes y esta poblaci¨®n se ha convertido en reh¨¦n de los diferentes bandos y moneda de cambio para las negociaciones¡±, dice al tel¨¦fono y desde Damasco Ingy Sedky, responsable de comunicaci¨®n de CICR en Siria.
¡°La bolsa de pan cuesta hoy 8,5 euros cuando dos meses atr¨¢s se pagaba 50 c¨¦ntimos de euro¡±, asegura Sedky. La escasez de v¨ªveres ha disparado los precios en la Guta Oriental y amenaza con provocar nuevas muertes por inanici¨®n, en particular entre los m¨¢s fr¨¢giles como lactantes o ancianos, hoy dependientes de la ayuda humanitaria. La ONU junto a la Media Luna Roja han logrado realizar el pasado mes dos entregas de alimentos a 7.000 de los cercados. La situaci¨®n humanitaria empeor¨® en julio, cuando las tropas regulares sellaron el paso de Al Wafidin restringiendo la entrada de productos alimenticios b¨¢sicos como la harina. Y ello, tras que los t¨²neles empleados por los traficantes fueran capturados por fuerzas pro-gubernamentales a principios de 2017¡±, precisa en su p¨¢gina web la organizaci¨®n Siege Watch.
A la acechante hambruna se a?ade la falta de atenci¨®n m¨¦dica que ha dejado a cientos de enfermos y al menos seis heridos sin opciones de tratamiento alguno. Situaci¨®n que corre el riesgo de empeorar conforme el crudo invierno se asienta en unos hogares faltos de combustible.
M¨¢s de seis a?os de bombardeos, guerras intestinas y ataques qu¨ªmicos
El repunte de los combates en la Guta oriental tuvo lugar el pasado 14 de noviembre cuando el Ej¨¦rcito regular sirio lanz¨® una operaci¨®n a¨¦rea para frenar la ofensiva insurrecta. Esta regi¨®n agr¨ªcola fue de las primeras en sumarse a la ola de protestas que estallaron en el pa¨ªs en marzo de 2011. Y fue de las primeras en sufrir la represi¨®n y posterior levantamiento armado, especialmente en la localidad de Duma donde hoy habitan unas 100.000 personas.
Tras seis a?os de bombardeos que han reducido a la horizontal gran parte de las infraestructuras y hospitales, la poblaci¨®n all¨ª atrapada no solo se expone a los cazas y la hambruna, sino que son v¨ªctimas tambi¨¦n de las luchas intestinas. La ¨²ltima protagonizada el pasado mes de mayo por las principales facciones islamistas que se disputan el control de un pu?ado de barrios: Tahrir al Sham, Faylaq Al Rahman, Fat¨¢ Al Sham (filial local de Al Qaeda ) y Jeish al Islam (respaldado por Saud¨ª Arabia). Los expertos estiman que estos grupos suman un total de entre 30.000 a 40.000 combatientes a los que? Amnist¨ªa Internacional ha denunciado por los abusos cometidos contra? civiles.
Tras la expulsi¨®n del Estado Isl¨¢mico de Raqqa y Deir Ezzor ¡ªambas al noreste del pa¨ªs¡ª, y con el frente sur silenciado por el acuerdo sellado entre Teher¨¢n-Mosc¨²-Ankara, la Guta Oriental se impone hoy como el mayor cerco del pa¨ªs. Conforme las tropas de Bachar al Asad apoyadas por sus aliados han recuperado dos tercios del territorio nacional, los focos de guerra se concentran en Idlib -¨²ltima provincia siria ¨ªntegramente bajo control insurrecto y situada en la frontera oeste con Turqu¨ªa- y en los suburbios de la capital siria con Duma como epicentro.
Al igual que ocurriera en otros asedios del pa¨ªs, ya fuese en Homs o Alepo, las aviaciones siria y rusa bombardean ambas localidades, mayoritariamente pobladas por civiles, con el objetivo de forzar una rendici¨®n de los grupos opositores armados, entre los que alegan se encuentra Fat¨¢ al Sham. Estas facciones han rechazado toda propuesta de evacuaci¨®n al caj¨®n de sastre insurrecto en el que se ha convertido la provincia de Idlib dado que est¨¢n enemistados con las dos principales fuerzas all¨ª dominantes que les superan en n¨²mero. Entre medias, los civiles les sirven de escudo humano.
Fue en esta regi¨®n tambi¨¦n donde tuvo lugar el peor ataque qu¨ªmico sufrido en Siria que en agosto de 2013 mat¨® a cerca de 1.400 personas. Tanto la ONU como la UE han responsabilizado al Gobierno de Bachar el Asad de la masacre con gas sar¨ªn, mientras que Damasco y Mosc¨² han acusado a los rebeldes.
Finalizando el s¨¦ptimo a?o, la contienda siria se ha cobrado m¨¢s de 320,000 vidas, un tercio de ellas civiles. A pesar de que la guerra ha entrado en una fase de baja intensidad a nivel nacional, el mes de septiembre fue el m¨¢s mort¨ªfero del a?o con 3.000 muertos. Al menos 996 civiles han perdido la vida el pasado mes incrementando la demoledora cifra de 10.034 muertos en 2017, seg¨²n datos de la Red Siria para los Derechos Humanos, cercana a la plataforma opositora siria.
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