El Gobierno de Trump favorece a las grandes empresas petroleras a costa de protecciones medioambientales
En siete meses, la Administraci¨®n ha eliminado o derogado seis leyes a petici¨®n del lobby del petr¨®leo y el gas
El Gobierno de Estados Unidos vuelve a ser un aliado del contaminante negocio de las empresas petroleras y de gas. A lo largo de los ¨²ltimos meses, la Administraci¨®n de Donald Trump, que en junio se retir¨® del Acuerdo de Par¨ªs, ha cumplido con numerosas peticiones del sector energ¨¦tico para eliminar importantes leyes destinadas a limitar la poluci¨®n del agua y el aire. El giro del republicano en este asunto con respecto a Barack Obama se cristaliz¨® en junio, cuando Estados Unidos se retir¨® del Acuerdo de Par¨ªs, y est¨¢ personificado por el l¨ªder de esa Agencia, Scott Pruitt, un esc¨¦ptico del cambio clim¨¢tico.
El Instituto de Petr¨®leo Americano, el lobby de referencia para la industria del gas y el petr¨®leo, envi¨® en mayo a la Agencia para la Protecci¨®n del Medioambiente de Estados Unidos una lista de leyes que consideran indeseables para sus negocios. En concreto, destacaron ocho regulaciones. Siete meses despu¨¦s, la Administraci¨®n de Trump ha eliminado o retrasado seis de ellas.
La influencia es clara. Junto a la lista de leyes inc¨®modas para el sector, un alto ejecutivo del Instituto de Petr¨®leo Americano envi¨® una carta pidiendo al Gobierno que alterara las regulaciones para ¡°promover el acceso al petr¨®leo y gas natural a nivel nacional, facilitando el proceso con normativas que sean rentables¡±. Entre otras cosas, el lobby ¡ªque representa a m¨¢s de 625 empresas de la industria¡ª solicitaba la suspensi¨®n de regulaciones en torno a las consecuencias de las fugas de petr¨®leo en operaciones de perforaci¨®n o la eliminaci¨®n de medidas que limitan las emisiones de metano y otros gases.
El responsable es el director de la agencia medioambiental, Scott Pruit, un esc¨¦ptico del cambio clim¨¢tico que durante su posici¨®n anterior, como fiscal general de Oklahoma, favoreci¨® los intereses del sector energ¨¦tico y lleg¨® a presentar hasta 14 demandas contra la agencia que ahora dirige. Tal y como hizo en su Estado, Pruitt aboga por reducir y descentralizar la agencia, concediendo m¨¢s autonom¨ªa a cada gobierno estatal para establecer las regulaciones que afectan a la contaminaci¨®n y las actividades empresariales. En 2011, una investigaci¨®n de The New York Times revel¨® que enviaba cartas cr¨ªticas contra el Gobierno de Barack Obama a petici¨®n de grandes petroleras como Devon Energy.
Entre otras de las peticiones que ha cumplido Pruitt se encuentran el retraso de regulaciones para mejorar la seguridad en plantas qu¨ªmicas o la reevaluaci¨®n de medidas que limitan la contaminaci¨®n del aire en las plantas energ¨¦ticas, seg¨²n un estudio de The Guardian. ¡°Es evidente que para ellos el petr¨®leo, el gas y la industria del carb¨®n van por encima del pueblo americano, de la salud ciudadana y las organizaciones medioambientales¡±, afirm¨® Liz Gannon, exdirectora de comunicaciones de la Agencia.
M¨¢s all¨¢ de la Agencia medioambiental, la simpat¨ªa hacia el sector energ¨¦tico radica directamente del Despacho Oval. Trump ha retirado a EE UU del pacto mundial contra el cambio clim¨¢tico y firmado una orden ejecutiva para eliminar las protecciones de contaminaci¨®n en r¨ªos y fuentes de agua natural. A principios de este mes, el presidente orden¨® la mayor reducci¨®n de reservas naturales en la historia del pa¨ªs, abriendo la puerta a la explotaci¨®n de actividades como la extracci¨®n del gas y petr¨®leo, la miner¨ªa o la tala en tierras hist¨®ricamente protegidas.
El declive de la Agencia medioambiental
M¨¢s de 700 empleados de la Agencia han abandonado sus puestos desde que Trump tom¨® posesi¨®n en enero. Muchos de ellos son cient¨ªficos o especialistas desmotivados con la llegada de Pruitt y el brusco cambio de direcci¨®n que ha dado el Gobierno de Trump con respecto a la protecci¨®n al medioambiente. Seg¨²n una investigaci¨®n de ProPublica y el Times, la Administraci¨®n tambi¨¦n est¨¢ solicitando acceso copias de correos electr¨®nicos para detectar funcionarios que se opongan a la visi¨®n del secretario y del presidente. El estudio revela que quieren recortar hasta 3.200 puestos, un 20% de la Agencia. La mayor¨ªa de los empleados que ya han dimitido, se han retirado o han aceptado paquetes de destituci¨®n no ser¨¢n reemplazados, una decisi¨®n de la Agencia coherente con la promesa de Trump de reducir el Gobierno federal. Tras 37 a?os como empleada, Ronnie B. Levin, investigadora principal de la contaminaci¨®n derivada de la pintura y la gasolina, dimiti¨® en noviembre, indignada por los cambios. "Esto es lo que quieren. Que la gente sea m¨¢s d¨®cil y est¨¦ m¨¢s desmotivada con su trabajo en la Agencia", afirm¨® al Times.
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