Liberia vota en la segunda vuelta con el exfutbolista Weah como favorito
El pa¨ªs africano se enfrenta a unas elecciones que pueden marcar el primer cambio pac¨ªfico de poder en 73 a?os
Los liberianos han votado este martes para decidir qui¨¦n debe suceder a Ellen Johnson Sirleaf a la presidencia del pa¨ªs, en unas elecciones que pueden marcar el primer cambio pac¨ªfico de poder en 73 a?os. La segunda vuelta se celebra con siete semanas de retraso ¡ªdespu¨¦s que la Comisi¨®n Nacional Electoral aplazara la votaci¨®n tras recibir denuncias de irregularidades¡ª, en un cara a cara que se disputa entre el exfutbolista George Weah y el actual vicepresidente, Joseph Boakai.?
Urnas el d¨ªa despu¨¦s de Navidad para unos comicios que aspiran a afianzar la paz en Liberia. George Weah juega su m¨¢s valiosa final en plenas fiestas navide?as. El exfutbolista liberiano, considerado entre los mejores jugadores de la historia del continente africano, enfila como favorito la recta final de su carrera presidencial, con una segunda vuelta de las elecciones, este martes, en la que la participaci¨®n ha sido mucho m¨¢s t¨ªmida que en la primera. Para conseguir su reto, Weah tiene que superar a Joseph Boakai, el actual vicepresidente.?
En un pa¨ªs de mayor¨ªa cristiana y muy devoto, la decisi¨®n de celebrar las elecciones en una fecha tan peculiar ha cambiado la imagen de largas colas matutinas que protagonizaron la votaci¨®n de la primera vuelta ¡ªcelebrada el pasado mes de octubre¡ª por escenas de colegios semides¨¦rticos, con un goteo sosegado de votantes. La segunda vuelta de los comicios estaba prevista para principios de noviembre, pero las denuncias de irregularidades obligaron a la Comisi¨®n Electoral Nacional a poner en pausa el proceso y a retrasar siete semanas la ¨²ltima ronda de votaciones, aplazando hasta un d¨ªa tan inoportuno la cita con las urnas en la que, solo 14 a?os despu¨¦s del fin de la guerra civil, est¨¢ en juego el primer cambio de poder pac¨ªfico en siete d¨¦cadas.?
Ambos candidatos han votado en el barrio de Paynesville, en la capital, Monrovia, esperando ser los herederos de Ellen Johnson Sirleaf, la primera mujer que lleg¨® a la presidencia en un pa¨ªs de ?frica y que deja un legado agridulce de paz y nepotismo. Joseph Boakai, apodado Joe durmiente?por su fama de quedarse a menudo dormido en actos p¨²blicos, es el actual vicepresidente y el aparente candidato de la continuidad, aunque Sirleaf le ha dado la espalda durante la campa?a. Boakai, que logr¨® el 28,8% de los votos en octubre, juega con la baza de ser uno de los pocos pol¨ªticos de la ¨¦lite liberiana que no est¨¢ manchado por esc¨¢ndalos de corrupci¨®n. Los codazos de la presidenta Sirleaf y su poca ma?a popular, sin embargo, no le han beneficiado, y hasta le obligaron a cambiar los planes del ¨²ltimo mitin de cierre de campa?a por temor a no llenar el espacio con un n¨²mero digno de seguidores.?
Weah, en cambio, es due?o de las calles y de la juventud, en un pa¨ªs donde uno de cada cinco liberianos tiene entre 18 y 22 a?os. El exfutbolista es el favorito en estos comicios, no solo por haber ganado la primera vuelta con un 38,8 % de los votos, sino porque sus seguidores, los m¨¢s motivados y ruidosos, se han hecho escuchar durante toda la campa?a. En su contra juega el escaso bagaje pol¨ªtico y sus frecuentes ausencias en el Senado, donde ocupa un esca?o desde 2014, que han sido objeto de cr¨ªticas.
Si por un lado preocupa la reacci¨®n de sus seguidores por si el?exfutbolista no logra vencer, por el otro tambi¨¦n inquietan las decisiones que pueda tomar un Weah presidente, vistas las alianzas que ha estrechado y que remueven temores del pasado. Su n¨²mero dos es Jewel Howard-Taylor, la exesposa de Charles Taylor ¡ªquien fue presidente del pa¨ªs entre 1997 y 2003 y est¨¢ cumpliendo una condena de 50 a?os por cr¨ªmenes de guerra¡ª, que adquirir¨¢ mucho poder si llega a la vicepresidencia. Para la segunda vuelta, Weah ha hecho adem¨¢s campa?a con el exjefe de guerra Prince Johnson, el hombre que el mundo recuerda porque tortur¨® y mat¨® al expresidente Samuel Doe en 1990 delante de las c¨¢maras mientras beb¨ªa cerveza.?
El vencedor de estas elecciones hereda una fr¨¢gil Liberia, marcada a¨²n por las cicatrices de la ¨²ltima guerra civil, que acab¨® en 2003, por una postguerra que ha dejado a m¨¢s de 40.000 ex ni?os soldados, hoy adultos, y por la epidemia de ¨¦bola, que asol¨® ?frica occidental entre 2013 y 2015.?La peque?a naci¨®n en el oeste africano, con 4,6 millones de habitantes, ha tenido una historia esculpida a base de traumas desde que naci¨® de la mano de EE UU, que envi¨® all¨ª?esclavos estadounidenses liberados?a principios del siglo XIX. Los excautivos, que representaban solo el 5% de la poblaci¨®n, gobernaron represivamente durante casi siglo y medio. La brecha que se cre¨® entre ellos ¡ªlos am¨¦rico-liberianos, tambi¨¦n llamados congos¡ª?y los aut¨®ctonos sigue presente en la sociedad y?ha impregnado los conflictos que, desde los a?os ochenta, han azotado el pa¨ªs.
Por primera vez, en 1980, un grupo de militares dio un golpe de Estado y se instal¨® en el poder de la mano de Samuel Doe, ejecutando p¨²blicamente en una playa de Monrovia al presidente am¨¦rico-liberiano?William Richard Tolbert y a algunos de sus ministros. Desde entonces ha habido dos guerras civiles. Dos de los ¨²ltimos tres presidentes fueron asesinados en p¨²blico o grabados cuando todav¨ªa estaban en el cargo, y otro est¨¢ encarcelado por cr¨ªmenes de guerra. El cambio de Sirleaf al nuevo presidente puede cambiar la cadencia de la historia.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.