Retrete
Debo a un curioso sobrino el descubrimiento de que la palabra es de origen catal¨¢n
Debo a un curioso sobrino el descubrimiento de que la palabra retrete es de origen catal¨¢n. Las met¨¢foras son inevitables: B¨¦lgica como refugio y solaz de una enrevesada impunidad se convierte en el cuarto peque?o de la inmensa casa europea, destinado para retirarse y aliviar el cuerpo o bien el inodoro colectivo que se convirti¨® en monotema de la conciencia espa?ola no es m¨¢s que un aposento otrora inmaculado donde ahora se vierten las m¨¢s inesperadas cochinadas.
El est¨®mago en forma de piel de toro parec¨ªa mantener un ritmo feliz de digestiones variadas y sin advertir los riesgos g¨¢stricos cay¨® desde hace a?os en olvidar la dieta rica en fibra o las posibles garant¨ªas contra verborreas diarr¨¦icas y aqu¨ª estamos: con unas evacuaciones consuetudinarias de rancio nacionalismo ardiente, peque?as hemorragias hemorroidales y esa comez¨®n infinitamente molesta de la constante incertidumbre y la ignorancia continua. Al obrante le acecha a cada paso la met¨®dica duda si estamos ante una nueva flatulencia o una cagada de consideraciones hist¨®ricas y se busca afanosamente el retrete ideal donde un buen ba?o de agua aclare el pasado remolino electoral: se mancha la porcelana con las proclamas del delirio y no alcanza el papel para transcribir las peroratas de la enga?osa utop¨ªa: se?oritos de una rancia aristocracia rural han cuadriculado el esquema digestivo con una suerte de gerrymandering ¨¢ la pirenaica donde pende sobre la tapa un supuesto empate t¨¦cnico (hasta la pr¨®xima evacuaci¨®n); el incauto, sentado en el sill¨ªn de la reflexi¨®n ya no entiende si los presos siguen cobrando sueldos de un pa¨ªs que ya no existe o si los l¨ªderes se encierran tras las jaulas abiertas de su propio retortij¨®n.
Inmenso inodoro de confusiones variadas que, sin embargo, no pasa hasta ahora de los gritos en tertulias de televisi¨®n, respetando religiosamente los horarios de los programas del coraz¨®n, las p¨¦simas traducciones de teleseries en ingl¨¦s y el necio af¨¢n por retacar el retrete con noticias falsas, bulos contagiosos, corazonadas de calz¨®n a media asta. Sentados, que es parlamento, todos a una en el silencio de un leve pujido donde una de las partes intenta aliviar, mientras la otra insiste en constiparse; unos aferrados a la oclusi¨®n intestinal y otros, en pos de la diarrea o la incontinencia o las horas largas de silencioso ruido en el inmenso inodoro para el que olvidamos que, por hoy, quiz¨¢ ser¨ªa mejor o m¨¢s sano simplemente tirar de la cadena.
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