Por qu¨¦ Italia no quiere en casa al rey que acab¨® con la monarqu¨ªa

Los ¨²ltimos pasos del rey V¨ªctor Manuel III en Italia tal vez consigan ofrecer por s¨ª mismos una idea del vestigio que dej¨® en el pa¨ªs y de por qu¨¦ setenta a?os despu¨¦s de su muerte su figura a¨²n genera debate e indignaci¨®n. En mayo de 1946 abdic¨® en favor de su hijo Humberto II, al que pas¨® una barca a la deriva. ?ste consigui¨® mantener el poder solo un mes ¨Cse le conoce como el rey de mayo¨C, antes de perder el refer¨¦ndum que convirti¨® Italia en una rep¨²blica. El pa¨ªs no quer¨ªa saber nada m¨¢s de los Saboya. Todos los miembros de la familia tuvieron que exiliarse. V¨ªctor Manuel III muri¨® poco despu¨¦s, en 1947 en Alejandr¨ªa (Egipto). Ahora sus restos han vuelto a su tierra natal.

Su nombre sigue levantando ampollas. Por eso, su repatriaci¨®n ¡ªjunto a la de la que fue su esposa, Elena de Montenegro, fallecida en Montpellier en 1952?¡ª autorizada ¡°por motivos humanitarios¡± por el presidente de la Rep¨²blica, Sergio Mattarella, se ha gestionado con total discreci¨®n y casi a escondidas. Los f¨¦retros, recibidos sin ning¨²n boato, reposan en el mausoleo de la casa Saboya en Vicoforte, en el Piamonte, 600 kil¨®metros al norte de la tumba ilustre de los reyes de Italia: el Pante¨®n de Roma.

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Para entender el rechazo a cualquier reconocimiento p¨²blico para el pen¨²ltimo monarca hay que buscar las razones en tres acontecimientos hist¨®ricos clave, como explica el historiador Gianni Oliva en el diario La Repubblica. El primero es su apoyo a Mussolini. Muchos recriminan al rey que le sirviera el pa¨ªs en bandeja de plata para que convirtiera el fascismo en un r¨¦gimen que dur¨® dos d¨¦cadas. Tras el asesinato en 1924 de Giacomo Matteotti, l¨ªder socialista y voz cr¨ªtica en el Parlamento, la complicidad de la corona ¡ª¡°estoy sordo y ciego¡±, dijo el soberano entonces¡ª aval¨® el ascenso del dictador. El presidente del Senado, Pietro Grasso, fue tajante a este respecto: ¡°Su responsabilidades antes, durante y despu¨¦s del fascismo no permiten ning¨²n revisionismo sobre la figura de V¨ªctor Manuel III¡±.

Otro de los aspectos controvertidos es el papel del soberano tras la ca¨ªda del r¨¦gimen fascista, el 25 de julio de 1943 y su negociaci¨®n durante 40 d¨ªas con los aliados sobre la permanencia de la monarqu¨ªa, lo que permiti¨® la invasi¨®n alemana de Italia. Y un tercer motivo para negarle la sepultura en el Pante¨®n, el m¨¢s grave para el historiador Oliva es la firma en 1938 de las leyes raciales, de tintes antisemitas y que permitieron la deportaci¨®n de miles de jud¨ªos italianos a campos de concentraci¨®n nazis. En ellas se reportaba que los jud¨ªos no pertenec¨ªan a la raza italiana y se recog¨ªa una serie de normas como la prohibici¨®n de emplear a hebreos, el veto a ni?os jud¨ªos en escuelas p¨²blicas e incluso la censura de cualquier tipo de texto pedag¨®gico en cuya elaboraci¨®n hubiera participado un jud¨ªo.

La presidenta de la Uni¨®n de Comunidades Jud¨ªas Italianas, Noemi Di Segni, ha hablado de la ¡°profunda inquietud¡± que la repatriaci¨®n de los restos del monarca ha generado en la comunidad hebrea, en una ¨¦poca ¡°marcada por la progresiva p¨¦rdida de la memoria¡±. En declaraciones a los medios a?adi¨® que ¡°hacerlo volver a Italia significa superar lo que le hizo al pa¨ªs. Es justo superar una guerra, pero no hay que olvidar. Con su regreso corremos el riesgo de enterrar junto a ¨¦l toda la historia¡±.

El l¨ªder del Movimiento 5 Estrellas, Luigi di Maio, tambi¨¦n se ha sumado al debate: ¡°Hoy tenemos que prestar atenci¨®n al significado simb¨®lico que estamos transmitiendo y este regreso est¨¢ reabriendo una herida hist¨®rica¡±. En cambio, Giorgia Meloni, del partido derechista Hermanos de Italia, cree que ¡°el odio no es una categor¨ªa de la historia y de la pol¨ªtica¡± y a?adi¨® que esta puede ser una ocasi¨®n ¡°para completar el proceso de pacificaci¨®n nacional¡±.

Los Saboya, tradicionalmente enfrentados por los derechos din¨¢sticos, han encontrado en el traslado de los restos de su predecesor otro punto de fricci¨®n. La indignaci¨®n contra Mar¨ªa Gabriela de Saboya, la nieta del monarca que impuls¨® la iniciativa, no tard¨® en llegar. El medi¨¢tico bisnieto del soberano difunto, Manuel Filiberto, revel¨® en una entrevista con el Corriere della Sera su malestar porque ¡°nada fue acordado con la familia¡± y a?adi¨® que su batalla siempre ha sido ¡°traer de vuelta los cuerpos de los antiguos reyes al ¨²nico sitio donde deber¨ªan ser enterrados, el Pante¨®n de Roma y no una tumba cualquiera en el Piamonte¡±.