El aviso mortal de Alejandra: asesinada a balazos tras denunciar a la polic¨ªa

¡ªMi vida o la vida de mis hijos est¨¢ en peligro.

Alejandra Castellanos sab¨ªa que iba a morir. Un mes antes de que apareciera su cad¨¢ver acribillado en un coche, denunci¨® p¨²blicamente ¡ªcon fotos en sus redes sociales¡ª y a las autoridades que su expareja y su amante hab¨ªan tratado de asesinarla. Un cristal agujereado, un orificio de bala en su dormitorio. Pens¨® en sus dos hijos. Y en que pod¨ªa haberles ocurrido lo peor. El pasado 24 de diciembre por la ma?ana, unas horas antes de Nochebuena, la polic¨ªa encontr¨® un Fiat verde con una mujer inm¨®vil en el asiento del copiloto. Dos balazos en el t¨®rax. El aviso mortal se acababa de cumplir.

El caso de Castellanos indigna en un pa¨ªs donde en la mayor¨ªa de los casos esto no ocurre as¨ª. Las mujeres no hablan. La polic¨ªa mexicana insiste en que si no se pide ayuda es mucho m¨¢s dif¨ªcil prevenir la tragedia. Se destinan recursos p¨²blicos para concienciar a las miles de mujeres v¨ªctimas de violencia machista. Jalisco, la entidad donde viv¨ªa esta mujer de unos 40 a?os junto con su familia, tiene activada una alerta de g¨¦nero, un mecanismo institucional que reconoce la problem¨¢tica en una zona concreta y recauda dinero federal para la activaci¨®n de campa?as publicitarias, fiscal¨ªas especializadas, capacitaci¨®n de la polic¨ªa local o atenci¨®n a v¨ªctimas. Muchos se preguntan despu¨¦s de lo sucedido con Alejandra, si esta herramienta sirve de algo.

Castellanos forma parte de un grupo min¨²sculo de mujeres, en comparaci¨®n con la estad¨ªstica nacional, que deciden romper el silencio. En un pa¨ªs donde el 90% de los delitos comunes no se denuncia, en los casos de violencia machista esta cifra podr¨ªa aumentar. Alejandra no se call¨® e incluso se?al¨® directamente a su posible agresor. Pens¨® que este no se atrever¨ªa a apretar el gatillo si ella anunciaba su propio asesinato y difund¨ªa sus apellidos. Y, aunque las causas de su muerte un mes despu¨¦s siguen siendo un misterio, todo apunta a que aquella advertencia cay¨® en saco roto.

Alejandra viv¨ªa en la zona metropolitana de Guadalajara, una de las ciudades m¨¢s importantes para el pa¨ªs, despu¨¦s de la capital. Colaboraba en un programa de radio en la cadena local Primera Radio y viv¨ªa con sus dos hijos cerca de Zapopan, a las afueras de la capital jalisciense. El pasado 28 de noviembre public¨®:? "Ayer por la noche recib¨ª directamente el impacto de una bala directamente a mi habitaci¨®n. Aproximadamente a las 11:20 pm cuando mis hijos y yo est¨¢bamos todos en casa pudiendo ocasionar un da?o muy lamentable.... Mi vida o la vida de mis hijos est¨¢ en peligro y es muy triste".

En esa misma publicaci¨®n de su perfil de Facebook relat¨® c¨®mo las autoridades llegaron a su domicilio y acordonaron la entrada. Pero ella no se sent¨ªa segura. Durante todo el mes insisti¨® en que estaba en riesgo: "A¨²n as¨ª no dejo de vivir amenazada por una persona la que le regale 15 a?os de mi vida", contaba. Denunci¨® tambi¨¦n hackeos en sus redes personales. Y cada detalle lo difund¨ªa p¨²blicamente. El ¨²ltimo fue el pasado 22 de diciembre: "Quiero denunciar 23 intentos de entrar a mi Facebook y estoy segura que el se?or Alberto C¨¢rdenas y su amante Catalina barajas est¨¢n detr¨¢s de esto, as¨ª como lo hicieron ya una vez". El mensaje iba acompa?ado de capturas de pantalla donde la red social le avisaba de que alguien hab¨ªa intentado acceder a su cuenta.

Unas horas antes de morir insisti¨®: "Autoridades, no fue un balazo, fueron dos y hago directamente responsable a el se?or Alberto C¨¢rdenas Camarena, a su amante Catalina Barajas y a toda su familia si algo nos pasa a mis hijos o a mi!!!!". Repiti¨® sus nombres. Recalc¨® la amenaza de muerte. No lleg¨® a pasar la Navidad con su familia.

En M¨¦xico mueren brutalmente asesinadas m¨¢s de siete mujeres al d¨ªa, una cada tres horas. En Jalisco, una entidad de unos ocho millones de habitantes, registraron el a?o pasado 131 v¨ªctimas, aunque la cifra puede ser peor, seg¨²n denuncian las asociaciones civiles. Alejandra hizo todo lo posible para no engrosar esa lista maldita. Despu¨¦s de lo sucedido, muchas vecinas de esa entidad se preguntan por redes sociales qu¨¦ tienen que hacer para que alguien detenga este reguero de sangre.