La polic¨ªa y partidarios del r¨¦gimen hacen frente a las protestas en Teher¨¢n
Las quejas contra la pol¨ªtica econ¨®mica de Rohan¨ª se transforman en cr¨ªticas al sistema isl¨¢mico y el l¨ªder supremo
La tensi¨®n se ha apoderado este s¨¢bado del centro de Teher¨¢n al coincidir una manifestaci¨®n oficial de apoyo al sistema isl¨¢mico con un nuevo llamamiento a protestar contra las pol¨ªticas econ¨®micas del Gobierno. Un enorme dispositivo policial ha impedido que los descontentos hicieran o¨ªr sus esl¨®ganes en la capital, como la v¨ªspera hicieron en otras ciudades iran¨ªes. Sin embargo, el eco del malestar se ha propagado como la p¨®lvora a trav¨¦s de las redes sociales a la vez que las protestas adquir¨ªan un tinte pol¨ªtico y alcanzaban al l¨ªder supremo. A pesar de que las autoridades han advertido contra las concentraciones ilegales, no han logrado frenar el efecto domin¨®.
Desde primera hora, las principales calles y plazas de Teher¨¢n estaban tomadas por los antidisturbios. Su presencia no desalent¨®, sin embargo, a los m¨¢s osados. ¡°Ni Gaza, ni L¨ªbano, me sacrifico por Ir¨¢n¡±, logr¨® corear un grupo en la c¨¦ntrica plaza de Enghelab antes de que la polic¨ªa dispersara a sus integrantes. Varias decenas de alumnos se congregaron frente a la Universidad de Teher¨¢n, pero han sido acallados al grito de ¡°sediciosos¡± por centenares de basiy¨ªes y agentes de paisano.
¡°No es justo que los j¨®venes profesionales tengan que irse del pa¨ªs en busca de trabajo y un futuro mejor, mientras que el sistema derrocha el dinero en conflictos como los de Irak y Siria¡±, declara Ramin, estudiante de qu¨ªmica de la universidad Azad, que simpatiza con las protestas. ¡°La gente tiene raz¨®n, hay muchos problemas econ¨®micos, los sueldos son muy bajos, pero tengo miedo de que estas manifestaciones se conviertan en conflictos como los de esos pa¨ªses¡±, se?ala Vahid, un joven dependiente de una tienda de ropa que ha salido a ver lo que pasa
Pero si en Teher¨¢n, el despliegue policial y la movilizaci¨®n de afines al r¨¦gimen lograron frenar las expresiones de descontento, no sucedi¨® lo mismo en Zany¨¢n, al norte de Ir¨¢n. La extensi¨®n de la protesta a esta ciudad confirma la amplitud del malestar.
Las quejas empezaron el pasado jueves en Mashhad, una ciudad de dos millones de habitantes situada al noreste. Dos mil personas se concentraron contra la subida de los precios y la mala situaci¨®n econ¨®mica en general. Al d¨ªa siguiente, el ejemplo se propag¨® por todo el pa¨ªs con manifestaciones en Teher¨¢n, Isfah¨¢n, Kermanshah, Rasht, Qom, Sari, Hamed¨¢n y Qazvin. Aunque los participantes en cada una de ellas no fueron muy numerosos, se trata de la mayor oleada de contestaci¨®n desde las protestas que siguieron a la controvertida reelecci¨®n de Mahmud Ahmadineyad en 2009.
Significativamente, los esl¨®ganes contra el presidente Hasan Rohan¨ª, reelegido el pasado mayo, se transformaron enseguida en cr¨ªticas a la pol¨ªtica exterior de Ir¨¢n, en particular su intervenci¨®n en Siria e Irak, que supone grandes gastos para el pa¨ªs. ¡°Deja Siria y piensa en nuestra situaci¨®n¡±, coreaban los manifestantes en Sari, una ciudad cercana al mar Caspio. En otros casos, del ¡°Muerte a Rohan¨ª¡± se pas¨® a ¡°Muerte al dictador¡±, un lema que se generaliz¨® en 2009 en referencia al l¨ªder supremo, el ayatol¨¢ Ali Jamene¨ª.
A la vista de la situaci¨®n, las autoridades reorientaron la convocatoria anual para marcar el fin de aquella insumisi¨®n popular, prevista para hoy, en una muestra de apoyo al l¨ªder supremo. Los medios oficiales destacan el respaldo ¡°¨¦pico¡± de los iran¨ªes al sistema. Pero en Qom, la ciudad que alberga al alto clero chi¨ª y se considera el centro espiritual de la Rep¨²blica Isl¨¢mica, los manifestantes renegaban de ¨¦sta y clamaban por una ¡°rep¨²blica iran¨ª¡±.
¡±Muchos han perdido sus ahorros en instituciones de cr¨¦dito que se han quebrado, pero si las manifestaciones se intensifican, van a reprimir a la gente con mano dura, en eso los reformistas y conservadores son iguales¡±, advierte Morteza, un empleado de banca jubilado.
En Mashhad, Kermanshah, Teher¨¢n y otras ciudades ha habido decenas de detenciones, aunque seg¨²n la radiotelevisi¨®n estatal (que no ha cubierto las protestas), la mayor¨ªa ya ha quedado en libertad. En varios casos, la polic¨ªa recurri¨® a gases lacrim¨®genos y ca?ones de agua para dispersar a los concentrados.
¡°Todav¨ªa es muy pronto para decir si son realmente motivos econ¨®micos los que han provocado estas manifestaciones¡±, advierte el economista Saeed Laylaz, consejero habitual de los presidentes reformistas. En su opini¨®n, ¡°las disputas internas han sido la raz¨®n principal del inicio de las protestas en Mashhad¡±. Tambi¨¦n subraya que durante los ¨²ltimos cuatro a?os ha mejorado la econom¨ªa de Ir¨¢n. ¡°El Gobierno ha logrado reducir la tasa de la inflaci¨®n por debajo del 10 %, por primera vez en medio siglo. No descarto que los problemas econ¨®micos hayan influido, pero no se debe olvidar que hasta hace unos a?os Mashhad era la capital del blanqueo de dinero, ahora el Gobierno les ha cerrado los canales, les ha privado de muchos beneficios que ten¨ªan antes, as¨ª que se entiende que hayan provocado estas protestas como medida de presi¨®n¡±, explica.
Se trata de un an¨¢lisis que comparten otros observadores, que han visto la mano de los ultras tras la protesta inicial en Mashhad con el fin de debilitar al Gobierno. Mencionan el peso que tiene en esa ciudad Ebrahim Rais¨ª, el candidato que perdi¨® las ¨²ltimas elecciones ante Rohan¨ª y que ha convertido la defensa de los pobres en su lanza contra las pol¨ªticas reformistas. No ayuda que en su canal de Telegram (una red social muy popular en Ir¨¢n) colocara un mensaje cuestionando la cr¨ªtica a las protestas. ¡°Este apoyo t¨¢cito, le delata¡±, ha denunciado Mohamed Ali Abtahi, que fuera vicepresidente durante el mandato del Mohamed Jatam¨ª.
Si bien las protestas pol¨ªticas son inusuales en Ir¨¢n (debido al control del aparato de seguridad), no es raro encontrarse con peque?as manifestaciones de trabajadores despedidos o personas que han perdido sus ahorros en alg¨²n chiringuito financiero. Lo que ha sorprendido a los analistas es lo r¨¢pido que se han difundido, no s¨®lo a trav¨¦s de las redes sociales, sino de los medios de comunicaci¨®n conservadores.
Si los ultras estaban detr¨¢s, se extiende la convicci¨®n de que les ha salido el tiro? por la culata. La reacci¨®n del presidente de EE UU, Donald Trump, que ha aprovechado la ocasi¨®n para fustigar a los dirigentes iran¨ªes en su Twitter, les pone contra las cuerdas. Hasta el poderoso ayatol¨¢ Ahmad Alamolhoda, suegro y mentor de Rais¨ª, se ha visto obligado a intervenir para aclarar que los esl¨®ganes cr¨ªticos fueron cosa de un peque?o infiltrado entre los manifestantes.
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